Para convertirse en mamá y criar un hijo, no existe una ruta, pues cada persona experimenta esta etapa de diferentes maneras y tiene que superar distintos obstáculos. Samantha Salvo, María José Magán y Lizeth Castro platican sobre cómo ha sido este camino para ellas. 

SAMANTHA SALVO Y LEÓN

Foto: Sergio Olvera

Cuando Samantha Salvo tenía dudas sobre si no lactar a su hijo sería un problema, su pediatra le dijo una frase que se ha convertido en un principio para la maternidad de la artista: “si la mamá está bien, el bebé también va a estar bien”. 

“Siempre hay una culpa que cargamos de no estar siempre o no encargarnos de todo, pero trato de dejarla ir y entender que yo no puedo sacrificarme por mi hijo; al contrario, él debe de impulsarme e inspirarme a ser mejor”, expresó la cantante.

Al tener una enfermedad autoinmune, el embarazo de Samantha no fue fácil, pues tuvo que estar cuatro meses en cama y, debido a una hemorragia placentaria, León nació de 7 meses, por una cesárea de emergencia.   

“Me fui del hospital sin él, entonces empecé con depresión post parto desde el inicio y lo único que me ayudó a levantarme fue hacer un evento de Maroma y sentirme yo otra vez. Yo no quería dejar atrás todo lo que me representaba antes”, contó la madre de 29 años.

Ahora, gracias al gran equipo de mujeres que la ayuda todos los días, Samantha ha encontrado una manera de ser mamá soltera, cantante, artista plástica y promotora de arte y, aunque no deja de sentir culpa de no estar presente en cada momento, quiere ser un modelo de independencia y fortaleza para su primogénito.

“El ejemplo que le quiero dar es que sea independiente, a veces no estoy presente mucho, porque estoy trabajando, pero él es un ser independiente y tiene que crecer y saber que mamá no siempre va a estar, aunque yo esté enterada de todo lo que pasa”, explicó la cofundadora de la galería Maroma.

Foto: Sergio Olvera

Una de las enseñanzas más grandes que le ha dejado la maternidad es saber que no tiene que ser una superheroína y que puede pedir ayuda cuando sienta que no puede hacer algo sola. 

“Hace dos días fue su festival de primavera y fue la primera vez que tenía que usar un disfraz, decidí que lo íbamos a hacer y que no iba a ser uno comprado, porque tengo los recuerdos de mi mamá haciéndolos”, contó la cantante de “Novios”.

“Entonces mi hermana, que no vive aquí, pero estaba en México, vino a ayudarme y estuvimos hasta las 2:00 de la mañana cosiendo. No teníamos idea de que estábamos haciendo, pero al final quedó un disfraz de zanahoria. Estoy muy orgullosa de que lo intentamos y que me arriesgue, y creo que cuando vea las fotos de grande, va a ver que hice esfuerzos”.

Al final del día, lo más importante para la artista es que León se convierta en un niño seguro, confiado y con todos los recursos para que tenga una vida sana. 

“Este año ha sido, para los dos, un año de divorcio, de pandemia, de muchas cosas, en el que tuve que aprender a pedir ayuda. Aprender a tenerme empatía, compasión a ser más dulce conmigo y saber que a veces no puedo y está bien, no pasa nada”, comentó. 

“Quiero que él sepa que mamá trabaja, tiene su propia vida, sueños y metas; quiero darle ese ejemplo, porque me gustaría que algún día, si está con una mujer o un hombre, que entienda que tienen que ser independientes a él”. SAMANTHA SALVO, cantante y artista

LIZETH CASTRO Y JERÓNIMO

Foto: Cortesía Edith Reyes

Lizeth Castro nunca deja de comenzar nuevos proyectos y ponerse nuevos retos, ya sea desde la fundación que con un grupo de amigos inició en 2017 para ayudar a las personas afectadas por el sismo de septiembre y que actualmente sigue brindando ayuda, o en su nueva faceta dentro de la política mexicana. 

Sin embargo, para la originaria de Hermosillo, el proyecto más deseado era el ser mamá y, aunque no fue fácil, no se detuvo hasta que nació su pequeño, Jerónimo, quien actualmente tiene 2 años de edad. 

“Siempre admiré a mi mamá y al vivir esta experiencia tan bonita de madre e hija, lo quería vivir, pero a veces las circunstancias hacen que quieras algo y la vida te diga que no. Entonces, después de cinco años de relación y de que no podíamos ser papás, llegué con el ginecólogo y me dijo: ‘tienen un problema que muchas mujeres desarrollan, endometriosis’”, platicó Liz, quien además tiene una consultoría política. 

Liz decidió buscar la forma de ser madre y en el camino encontró al doctor Enrique Cervantes, a quien conoció en Nueva York y quien la ayudó a cumplir este sueño.

“Muchísimas parejas que pasan por eso se separan, porque el tema es súper delicado y cansado emocionalmente. Yo no lo sobre lleve y decidí ser mamá soltera, que es la mejor decisión que pude tomar”, contó.

Ahora, Jerónimo, a quien Liz considera su milagro, tiene una gran cantidad de personas alrededor de él que lo aman y lo esperaban con las mismas ganas que ella, entre ellas su abuela Norma Padilla.

Foto: Cortesía Edith Reyes

Aunque a veces no logra pasar todo el día con su hijo, como le gustaría, pues sus actividades profesionales se lo impiden, la también abogada se da el tiempo para comenzar con él las mañanas y ponerlo a dormir en las noches; además de que intenta hacer un espacio a mediodía para que pasen tiempo juntos. 

“Siento que cuando encamino el día en agradecimiento o en algo positivo, ya no me voy a sentir culpable de no estar con Jero. Estoy enfocando mis energías totalmente a esta gente que me necesita. Entonces en la noche, cuando lo estoy durmiendo, le digo que estoy trabajando por los niños como él y se tranquiliza, porque a esta edad no pueden entender mucho”, comentó la precandidata a diputada local. 

Para ella, lo más importante es que su hijo vea cómo su trabajo ayuda a las personas y esto le enseñe a ser generoso, un valor que Liz considera el más relevante.

“Si él crece dando al mundo generosidad, en todos los aspectos, no nada más en dinero, sino en tiempo, espacio, en ayudar a la comunidad y en preocuparse por los demás, entonces Jerónimo va a ser muy feliz”, expresó. 

“Soy una mamá trabajadora y emprendedora. Tengo la fundación De Mano a Mano, una consultora de temas políticas y a Jerónimo, que es mi milagro”. LIZETH CASTRO, altruista

MARÍA JOSÉ MAGÁN Y AXEL

Foto: Cortesía María José Magán

Para María José Magán, la pandemia significó no solamente un estrés laboral, pues muchas de las grabaciones tuvieron que parar, sino también una preocupación como mamá, pues sabe que Axel no está recibiendo una educación tan completa como antes. 

“Lo más complicado ha sido los niños con clases en línea. Ahorita en su escuela solamente va de las  9:00 a las 12:45 y es algo que me preocupa como mamá, porque no está recibiendo la educación como sería lo correcto o como lo vivimos nosotros, pero por la situación que estamos pasando, es algo que no se puede remediar”, señaló la actriz de origen venezolano.

“Realmente ha sido más difícil para nosotros, porque además de que tienes que seguir trabajando para obtener los ingresos que necesitas, al mismo tiempo estás preocupado por la educación de tu hijo, porque no es lo mismo estar enfrente de una tableta que tener las clases presenciales”.

Para María José, contar con la ayuda de sus papás durante este tiempo ha sido un gran apoyo; además, intenta dedicarle a su primogénito todo el tiempo que puede cuando no está grabando.

“Trato de platicar mucho con él en el tiempo libre o cuando salgo temprano”, expresó, “hay veces que acabo un poco tarde y ya no me da tiempo de convivir y de estar con él, pero cuando no trabajo, hacemos muchas cosas y jugamos”.

A sus 10 años de edad, Axel ya es muy independiente y, aunque muchas veces no puede acompañar a Majo a sus llamados, entiende la importancia del trabajo de su mamá, quien ha sido actriz desde hace 14 años.

“Quiero que se sienta orgulloso de mí y que me vea como una mujer trabajadora y guerrera”, contó la también administradora de empresas, “espero que mucho más adelante se busque una mujer con esas características y que realmente sea un hombre caballeroso, honrado, responsable y respetuoso”.

María José también tuvo un gran ejemplo en casa, pues su madre, al ser médico, le dedicaba muchas horas al día a su profesión, pero siempre encontraba espacios para estar con ella. 

“Yo también viví con una que trabajaba muchísimas horas al día, la veía en las mañanas y en las noche, pero siempre aprovechaba cualquier momento para compartir conmigo y me enseñó muchísimas cosas, que son las mismas que quiero inculcarle a Axel”, comentó la actriz, quien actualmente esta trabajando en la nueva serie “24 horas para vivir”.  

“Ha sido una etapa muy complicada como mamá, porque siempre quieres lo mejor para tu hijo y a veces no te da el tiempo para ser maestra, mamá y, al mismo tiempo, trabajar”. MARÍA JOSÉ MAGÁN, actriz