El Estado Grande es el mayor productor de manzanas en México. Cuatro de cada 10 manzanas que llegan a nuestros hogares provienen de los campos de Grupo La Norteñita, el gigante frutícola mexicano.
Cierto, México consume más manzanas de las que produce; por ello, importa buena parte de Estados Unidos y otro poco de Sudamérica y Sudáfrica, explica María Elena Aguirre, subdirectora comercial del Grupo.
Lo que siembras…
Con temperaturas que oscilan entre 1 y 34°C, aridez extrema y escasez de agua pocos visualizarían en Chihuahua una tierra fértil. Sin embargo, hace poco más de 50 años, Salvador Corral tuvo el sueño de arraigar aquí sus manzanos. Y hoy, en Latinoamérica, no hay quien supere en número sus cosechas.
“Nuestra base es tener buenas plantas al establecer el huerto. El año pasado empezamos a desarrollar nuestras propias plantas”, comenta Leonardo Méndez, asesor de producción.
El proceso de selección y desarrollo toma tres años, es hasta el cuarto cuando los manzanos producirán en promedio 20 toneladas.
“En la floricultura, durante años se pensó que mientras más grande el árbol, mejor. Hoy tenemos la certeza de que mientras más chico es mejor.
“Estamos desarrollando atletas de alto rendimiento. Si queremos exigirles muchos kilos en tres o cuatro años, tenemos que darles las condiciones. Queremos llegar a los mejores mercados con los precios más competitivos”, dice Leonardo.
En primavera, rentan miles de colmenas para que las abejas polinicen los campos. Durante el invierno, los huertos se protegen de las heladas con mallas.
Detrás de la cosecha
Innovación y mano de obra calificada son la fórmula detrás del crecimiento de esta empresa 100 por ciento mexicana. Su área de biotecnología estudia y selecciona las mejores raíces, desarrolla fórmulas de nutrición y fertilizante para millones de árboles.
Aquí, las lombrices rojas de California juegan un papel fundamental en la producción de fertilizante orgánico: de su proceso digestivo resulta el lixiviado.
“Este lixiviado mejora los suelos del desierto, pobres en materia orgánica. Aporta nitrógeno y minerales, permitiendo aumentar la retención de líquidos y la aireación”, explica.
Mediciones de presión, azúcar y otros parámetros en la fruta determinan el momento preciso para la cosecha. La pisca es completamente manual y emplea hasta cinco mil personas, muchas de ellas rarámuris.
“Los drones y máquinas sirven para una o dos hectáreas, pero nosotros tenemos más de dos mil. Al final, ninguna máquina tendrá el cuidado de un ser humano al cortar el fruto”, señala Méndez.
Tras llegar a la zona de empaque en cajas de 400 kilos, los frutos pasan por una cortina de agua fría enriquecida con nutrientes que disminuye su temperatura y detiene su maduración. Luego son almacenados en 100 cámaras de atmósfera controlada, con mediciones precisas de oxígeno y dióxido de carbono, para conservar su “juventud”.
Aunque Delisana es su marca emblema, el gigante chihuahuense –con certificaciones orgánicas nacionales e internacionales–, tiene varias líneas definidas según tamaños, calidades y precios (Chavalinas, Mansanísima, Corsal y La Adelita), produce además jugo, chips y dip de manzana.
“Después de todo este proceso tan dedicado, meticuloso, de análisis, con miles de manos involucradas, llegar al súper y ver cómo avientan los cajones de manzanas en los exhibidores es muy doloroso”, reconoce Leonardo.
Grupo La Norteñita en cifras
de manzanos
de plantación
de manzanas cosechadas al año
El mercado
el consumo anual per cápita de manzana en México
es fruto nacional
de la manzana nacional se cosecha en Chihuahua
de las manzanas importadas proviene de EU
Los mexicanos prefieren
Golden Delicious
Red Delicious (la más importada de EU)
Gala
Granny Smith
otras
Información/Fuente: Rodolfo G. Zubieta | ENVIADO
Fotos: Cortesía Grupo La Norteñita
Edición y diseño: Sandra Acevedo
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