KRK

Esta isla cuenta con preciosos pueblos pesqueros, viñedos, iglesias románticas y monasterios de altos muros.

Krk atrae a sus visitantes gracias a sus konobe (tabernas), donde se pueden degustar platillos como el šurlice (pasta casera) y las gambas de Carnaro.

Puedes pasear por su zona rural y laderas de roca, ya sea a pie o en bicicleta. Estos senderos en su momento fueron caminos para animales de granja; ahora podrás explorar sus cavernas subterráneas de la cueva Biserujka, degustar el vino blanco de Žlahtina, en el pueblo de montaña Vbrnik o darte refrescarte en Baška.

Si quieres conocer la verdadera cocina croata, puedes visitar Konoba Lambik, en Milna.

DUGI OTOK

Dugi Otok, significa isla larga, y vaya que hace honor a su nombre, pues cuenta con 45 kilómetros de un extremo a otro y sólo cuatro de anchura -en sus zona más amplia-.

Este destino es ideal para las personas que buscan privacidad y silencio. Los caseríos en las colinas regalan aspectos dignos de pinturas de acuarela gracias a su sol abrasador, como lo hace Dragove.

Los pueblos pesqueros como Božava y Sali lucen blancos bajo la luz. Al sur, los acantilados del Parque Nacional de Telašćica ofrecen vistas panorámicas del mar Adriático.

Para que aproveches mejor tu visita puedes usar los servicios de ferry y catamarán a Otok desde Zadar. También te pueden transportar a Božava, Brbinj, Sali y Zaglav.

PAG

Esta isla del archipiélago de los Liburnianos del sur, es sinónimo de fiesta, pues durante el verano acoge diversos festivales de música electrónica con DJs internacionales.

Pero eso no es lo único que lo hace relevante, pues su gastronomía local, sus vinos dulces, las aldeas tipo venecianas, los acantilados de piedra caliza junto al mar, sus espectaculares playas, su bahía y su hermoso paisaje lunar, es lo que te espera en este destino.

Si eres fan del queso, reserva un tour lácteo con cata de quesos con Gligora, en Kolan, donde podrás comprar quesos enteros directamente de la granja.

CRES

Considerada ‘salvaje’ por su escasez de población, Cres forma parte del archipiélago Kvarner, cercano a Istria.

Sus casas estilo Venecia y de colores pastel se pueden observar del puerto. El platillo típico de esta localidad igualmente tiene nombre veneciano: subioti.

La isla es casa del buitre blanco, pájaro símbolo de Croacia, que vive en una reserva natural.

RAB

Este destino es ideal para los amantes del deporte y la naturaleza, pues cuenta con 157 kilómetros de pistas ciclables y 144 kilómetros de senderos para caminar. Si prefieres algo marítimo encontrarás la opción de bucear.

Rab cuenta con 130 playas. En el norte de la isla se encuentran varias opciones protegidas por rocas, mientras que la Península de Lopar alberga algunas de las mejores playas croatas de arena, ideal para toda la familia. Su playa más famosa es: Rajska Plasha, cuyo nombre significa ‘Playa del Paraíso’.

VIS

Probablemente conozcas este lugar, pues ahí se rodó la película de Mamma Mia 2, donde recrearon una isla griega.

Sus pueblos costeros con casas de piedra y calles estrechas decoradas con flores son un escenario idílico para pasar unas vacaciones desconectado de la realidad.

Este sitio fue una base militar hasta 1989, relativamente es nuevo para el turismo y todavía mantiene un aire auténtico. Muchos de sus restaurantes son regentados por familias que todavía cultivan los alimentos que llevan a sus platillos.

Su principal atractivo está fuera de la propia isla, pues cuentan con excursiones en barco a la isla vecina de Bisevo para ver la Gruta Azul, una cueva con aguas de color azul intenso.

KORNATI

Aquí encontrarás más de un centenar de islas inhabitadas, islotes y arrecifes rocosos, que forman un parque nacional marino con mucha biodiversidad.

Hay excursiones de un día desde Zadar, sin embargo, se recomienda alquilar un barco para navegar a tu ritmo en busca de rincones para capturar hermosas postales, lanzarte al agua para nadar con peces y contemplar la puesta de sol a bordo.