El próximo primero de junio se celebrará el Día Mundial de la Leche, un alimento que ha formado parte de nuestra alimentación, principalmente la leche de vaca por su alto valor nutricional ya que aporta carbohidratos, proteínas de alta calidad, grasas, vitaminas (en específico B2, B12, A y D) y minerales como fósforo y calcio, entre otros.
Según las guías de alimentación a nivel mundial la leche y sus derivados pueden formar parte de una dieta correcta, ya que contribuyen a la ingestión de nutrimentos que durante la niñez contribuyen a la formación de una adecuada salud ósea y en la adultez como protector contra enfermedades como el sobrepeso, la obesidad, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares.
En nuestro país el consumo de leche de vaca per cápita es de 103.1 litros al año, con una producción promedio anual en los últimos años de 11,810 millones de litros. México es el noveno productor de leche a nivel mundial y el estado líder es Jalisco con una aportación de más de dos mil millones de litros. Sin embargo, es importante destacar que aproximadamente un 49% de la producción de leche proviene de pequeñas granjas manejadas por familias, que desafortunadamente se enfrentan a varios desafíos climáticos como la escasez de agua y tierras; y desafíos económicos como falta de recursos e infraestructura, y del mercado inestable.