Generosa y con una gran belleza, tanto exterior como interior, que cautivaba a cualquiera, así es como llevarán en su corazón sus seres queridos a María Teresa Brockmann García de Quevedo tras su lamentable pérdida.
María Teresa Brockmann García de Quevedo nació el 9 de junio 1942 en la Ciudad de México en una familia conformada por Guillermo Brockmann y Teresa García de Quevedo, y sus hermanos, Guillermo, Javier y Pablo.
La mayor parte de su vida escolar, María Teresa Brockmann García de Quevedo estudió en el extranjero y, en 1962, contrajo matrimonio con Gabriel Alarcón, quien falleció en octubre del año pasado.
Junto su esposo, María Teresa Brockmann García de Quevedo llenó de educación, atenciones y, sobre todo, de valores, a sus cinco hijos, Gabriel Alarcón, Teresa Alarcón, Rocío Alarcón, Alejandra Alarcón y Patricia Alarcón, quienes lograron la admiración y respeto de su madre en todos los sentidos.
Gracias por tu generosidad, cariño y el gran legado de amor que nos dejas; te vamos a extrañar mucho”.
Sus más cercanos, quienes la nombraban de cariño “Mamá Teresa” o “Tisha”, destacan que María Teresa Brockmann García de Quevedo nunca faltaba en los momentos más importantes y en sus triunfos profesionales.
Gracias ‘Presh’ por tu amor incondicional y legado inigualable. Por ayer, hoy y siempre!
¡Fuiste una persona muy importante en mi vida! Me llevo de recuerdos tus risas y momentos que siempre vivirán en mí. Todo lo que me enseñaste es algo que nunca voy a olvidar. Te voy a extrañar con el alma hoy y siempre. ¡Te quiero muchísimo!”.
Siempre conmigo ‘Pupita’, I Love You”
Mamá Teresa, tu forma de enfrentar la vida, el dolor y los desafíos siempre con una sonrisa me asegura que tu mayor virtud fue la serenidad para aceptar lo que no podías cambiar; gracias por enseñarme a vivir desde tu perspectiva tan positiva y alegre”.
Entre las grandes pasiones de María Teresa Brockmann García de Quevedo, su prioridad era su círculo familiar, su dedicación y cuidado por los caballos y disfrutar de los pequeños placeres de la vida, como comer un buen queso o un helado.
A María Teresa Brockmann García de Quevedo le encantaba visitar países, en especial, Alemania, su favorito, siempre con porte y elegancia a cualquier lugar que visitara.
Gracias por nunca dejar de sonreírle a la vida y formar esta familia que es lo más importante que tengo. Te mando un beso hasta el cielo”.
Para los suyos, María Teresa Brockmann García de Quevedo dejó un legado de puro amor y unión, ejemplo de temple, paciencia y amabilidad, ya que siempre tenía una sonrisa dispuesta para todo aquel que se acercara a platicar con ella.
Además de sus hijos, sus nietos, Rocío, Chema, Alejandro, Paulina, Teresa, Ale, Ana Paula, Sofía, Diego, Daniela, Andrea y Juan Pablo, así como sus bisnietos, Luca, Carlotta, y Thiago, tendrán una estrella brillante que iluminará sus caminos. Descanse en paz.