Franqueza y equilibrio definen a uno de los tintos que mejor le caen a todo el mundo. El Malbec es siempre una apuesta segura, compañía idónea de una amplia gama de platillos. 

“Es una uva muy frutal y con muy buen balance entre acidez, alcohol y taninos, eso la hace versátil para maridar, fácil de beber y del gusto de todos”, afirma la sommelier Sandra Fernández. 

“En México la conocimos hace muchos años, a través de sus vinos accesibles y adaptables a una gran cantidad de maridajes, cocteles, asados y bufetes”.  

Wines of Argentina logró posicionarla como su bandera hace un par de décadas, pero la Malbec llegó a México para quedarse. Desde hace cinco años se anunció como la mejor uva de Guanajuato y hoy pueden encontrarse grandes etiquetas de Ensenada y otras regiones vitivinícolas, reconoce la experta. 

NO TODO ES PARRILLA

Las sugerencias de los sommeliers van más allá de los tradicionales cortes de carne.

Georgina Estrada

Kaiken Ultra Malbec y hongos con zaatar y queso de cabra

“Me gusta mucho la filosofía de esta bodega y su respeto por el varietal. Es un vino muy franco y expresivo, con notas de frambuesas, grosellas, violetas y un postgusto prolongado”. 

Los hongos con zaatar, aceite de oliva y queso de cabra destacan las notas florales del vino y el tiempo que pasa en barrica.

Laura Santander

Trumpeter Rosé y hot dog de salchicha alemana

“Un rosado con volumen en boca, dado por la presencia de las cáscaras de la uva durante la vinificación, y buen balance debido a su paso por lías, con muchas notas de frutos rojos, zarzamora, mora azul y cáscaras de cítricos”. 

Es complemento perfecto para un hot dog armado de salchicha alemana condimentada con hierbas, queso affinois, papas saratoga, trufa y cebolla caramelizada.

Alberto Morales

Famiglia Bianchi Malbec y arroz meloso con portobellos asados y tomates cherry

“Es un vino de buena expresión, frutal, con muchas especias, limpio y franco. Sus taninos se hacen presentes en boca. Me gusta siempre acompañar los Malbec con comida de notas ahumadas, porque permite desplegar mucha más complejidad”. 

Los hongos asados aportan ese toque de humo indispensable, la grasa del arroz equilibra la estructura del vino y los tomates cherry darán realce a la frutalidad.

Iván Misael

Kaiken Mai y cabrito al pastor

“Mai representa la enología argentina contemporánea. Lo que me gusta es su balance entre variedad y barrica, hay respeto por el terruño sin exceso de madera y la barrica, que no es poca, ayuda a redondear la acidez y domar el tanino”.

Acompaña bien a un plato de proteína potente con notas de humo y todos los condimentos del pastor hacen la combinación más interesante. La estructura del plato complementa la potencia del vino.

Imagen: Thermomix

Sandra Fernández

El Enemigo Malbec y chile pasilla relleno de frijol y hoja santa

Este vino es elaborado por la bodega Aleanna, un proyecto de Adrianna Catena y Alejandro Vigil, que embotella las expresiones de un privilegiado terruño de altura situado en la región de Gualtallary.

“Los chiles, por su umami, son grandes candidatos a buenos maridajes. A través del vino puede verse el brillo de complejas notas herbáceas y balsámicas de la hoja santa”.

Ronnie Hulshof

Bianchi Particular Malbec y ventresca de atún sellado al carbón

“Es un vino con buena potencia, más alta que la del promedio. Su crianza en roble francés acentúa las especias y los tostados”.

Precisamente esa robustez y las notas provenientes de la madera logran la armonía perfecta con la ventresca, por ser un corte graso e intenso extraído del vientre del atún. Para potencializar el maridaje, la pieza puede bañarse con demi-glace de romero.

TIPS DE LOS EXPERTOS

Más allá de etiquetas o estilos, van algunos consejos para un máximo disfrute: 

“Según su vinificación y enología puede servirse a diferentes temperaturas, desde 15 ºC los más jóvenes, hasta 20 ºC los más complejos”.

“No se lleva bien con comida muy picante, porque generalmente son vinos que desarrollan buena potencia alcohólica”.

“Son vinos con buena estructura, por lo que necesitan comida de cierta potencia, como pescados grasos o salsas consistentes, como el mole”.

“Las preparaciones con especias dulces potencializan su complejidad. Sólo hay que cuidar la temperatura del platillo: muy caliente, eleva la sensación de amargor y astringencia”.

“Ensamblan bien con quesos azules. Al no tener alcohol o taninos exacerbados, permiten al queso un nivel de intensidad adecuado, sin notas metálicas, y la frutalidad del vino contrasta con la cremosidad y las notas lácticas”

Información: Nayeli Estrada
Fotos: Cortesía y iStock 
Edición y diseño: Rodolfo G. Zubieta
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