Estar alerta ante las condiciones de salud de las mascotas puede evitarles complicaciones y contribuye a ahorrar gastos en sus tratamientos médicos, señala Iker Asteinza, director de los hospitales veterinarios Animal Home.
Dos motivos comunes de consulta de perros son las diarreas y los vómitos, síntomas clásicos de problemas gastrointestinales, platica Asteinza. Sus causas son múltiples, entre ellas alimentación desbalanceada, cambios bruscos en la dieta e ingesta de cuerpos extraños. A veces son indicadores de enfermedades como moquillo o parvovirus. Cuando las presentan, deben llevarse a valoración veterinaria.
Otra afección recurrente en los canes es la obesidad. Los tutores de un perro con este problema médico llegan a notar que el cuerpo del can está más robusto; además, puede presentar fatiga, dificultad para respirar o para moverse. Ciertas razas están predispuestas a subir de peso, pero también influye darles alimento por encima de las raciones recomendadas, detalla Asteinza, quien sugiere ejercicio regular para prevenirlo, así como regímenes alimenticios de control de peso e incluso fisioterapia si ya la presentan.
La artritis es frecuente tanto en gatos como en perros. Causa dolor en las articulaciones, por lo que se manifiesta en dificultad para levantarse y bajar escaleras. Se trata, por lo general, con medicamentos, ejercicios, suplementos en su dieta y cirugía en casos avanzados.
Ambas especies, perros y gatos, suelen presentar problemas dentales, por acumulación de sarro, cuando sus tutores no les cepillan los dientes. Mal aliento, sangrados en la boca e incluso dejar de comer (especialmente en mininos) son señales a considerar. Ofrecer comida balanceada y acostumbrarlos al cepillado con pastas especiales para mascotas es de utilidad.
A decir de Asteinza, el motivo principal de consulta en gatos son las enfermedades del tracto urinario. Se desarrollan por una dieta inadecuada y estrés. Monitorear que orinen en su arenero, que tengan acceso a más de uno y colocarles un bebedero tipo fuente en el que se mueva el agua son medidas preventivas.
“Muchas de estas (enfermedades) se pueden prever y, económicamente, es más fácil evitarlas que curarlas”, afirma.
Ante cualquier problema de salud, recalca, se debe consultar a un médico veterinario. Si los tutores medican por cuenta propia a sus mascotas, pueden ocasionarles intoxicaciones y hasta daños renales.
Atención al comportamiento
La agresión orientada hacia personas y otros animales, la ansiedad por separación, las fobias sonoras, así como el defecar u orinar en sitios no designados son los motivos de consulta etológica más recurrentes, señala Yunnuén Barrera, etóloga clínica de Vet-haviour.
Los tutores buscan ayuda cuando estos comportamientos comienzan a afectar su vida o la de sus mascotas, platica. Los tratamientos comprenden aprender, normas de manejo básicas y ejercicios de modificación conductual. Si un perro es agresivo, por ejemplo, se programan acercamientos graduales mientras se refuerza que esté relajado.
Algunas veces, aclara Barrera, se recurre a terapia farmacológica y al uso de suplementos.