Los humanos no son los únicos miembros de la familia que pueden padecer frío en esta época.
Los animales de compañía, como perros, gatos, aves y roedores, pueden llegan a ser vulnerables al descenso de la temperatura en mayor o menor medida, indica el médico veterinario zootecnista César Macías.
De acuerdo con el experto, las mascotas más grandes y con pelaje abundante son menos susceptibles a sentir frío, caso contrario al de los animales compactos y con poco o nulo pelaje.
Perros chihuahuas, xoloitzcuintles, ratas egipcias y gatos esfinge, por mencionar algunos, suelen padecer los estragos de las bajas temperaturas, ejemplifica.
“Todos los perros pequeños y que están desprovistos de mucho pelo empiezan a sentir frío a partir de los 7 grados ambientales (…) mientras que los grandes y peludos a partir de los 0 grados tienen factores de riesgo por el frío”.
En el caso concreto de mininos y canes, los síntomas más comunes de esto van desde acurrucarse en espacios cálidos y presentar movimientos torpes y lentos hasta tiritar y rehusarse a desplazarse, incluso si es para salir a pasear, jugar, ejercitarse, comer o tomar agua.
Los casos de letargo prolongado constituyen una situación delicada, pues las mascotas pueden deshidratarse o pasar tiempos extensos sin comida, advierte el especialista.
Macías comenta que los primeros en resentir el cambio de temperatura son los animales de compañía considerados “viejitos” por su edad y aquellos con problemas articulares, degenerativos en sus articulaciones o con enfermedades respiratorias.
“Van a padecer más dolores, se les van a agudizar sus molestias o van a presentar dificultad para moverse. Por eso, con ellos hay que tener más precauciones”, señala.
“Si la temperatura es muy baja y están saliendo a pasear en los momentos de mayor frío, como en la madrugada o muy avanzada la noche, pueden enfermarse como nos pasa a los humanos”, enfatiza.
Caso especial son los perros chatos o braquicéfalos, dado que pueden presentar resequedad en su aparato respiratorio si se exponen a entornos muy fríos.
Para evitar las molestias y complicaciones del frío estacionario, el experto recomienda a los tutores de perros y gatos friolentos, con escaso pelaje o que presenten síntomas de frío vestirlos con algún suéter o cubrirlos con una manta cálida.
Dejarlos en la intemperie durante esta época no es aconsejable, independientemente del pelaje y tamaño.
La vacuna Bordetella es especialmente útil para los caninos que acostumbran ir a estancias o parques con otros de su especie para evitar la llamada “tos de perrera”.
A decir de Macías, quien también es integrante de la clínica veterinaria Pulso Animal, quienes tengan aves pueden protegerlas del frío al colocar una manta cálida y no pesada sobre sus jaulas.
Los roedores, por su parte, deben tener su sustrato limpio y libre de humedad.
El uso de calefactores, mantas térmicas o secadora debe eludirse, pues se corre el riesgo de quemar la piel o plumaje del animal de compañía.
Dado que los réptiles suelen tener hábitats controlados todo el año, la única sugerencia para sus tutores es asegurarse que sus dispositivos de temperatura operen normalmente, concluye.
Toma nota
Durante la época de frío los tutores deben tener cuidado de secar bien las patas, el abdomen, el pecho, las axilas y zonas con pliegues de piel en caso de mojarse, apunta el Colegio de Veterinarios de la Provincia de Buenos Aires.
Cortar el pelaje puede mermar su defensa contra el frío.