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Afuera de los trampolines, el clavadista Tom Daley también brilló en Tokio 2020.

Aparte de conseguir una medalla de oro y otra de bronce, el británico de 27 años expresó su orgullo gay y fue grabado mientras tejía con estambre en las gradas del centro acuático nipón.​

Sus acciones avivaron el debate sobre la masculinidad, que se refiere al conjunto de atributos, valores, comportamientos y conductas que caracterizan a las personas que se asumen como hombres.

“Este atleta está rompiendo los esquemas de género, derrumbando los condicionamientos y los prohibicionismos. La masculinidad le impediría realizar estas actividades en público sin ser juzgado”, asegura Eduardo González Vázquez, profesor de la Universidad de Guadalajara (UdeG).

En México, señala, aún perdura el modelo de la masculinidad hegemónica, que dicta un estereotipo de hombre adinerado, hipersexual y de gran estatus social. Las mujeres son el grupo oprimido bajo este esquema, pero los hombres también son afectados si no cumplen con el ideal. Su salud mental, por ejemplo, está comprometida porque su masculinidad está en permanente tela de juicio, comenta el encargado del curso “Masculinidades alternativas”.

Con el fin de construir modelos que no estén basados en la violencia, la fuerza, la competencia y la obsesión con el éxito, más personas buscan programas de estudio sobre el tema en las instituciones de educación superior, refiere Iván Salazar Mendiola, docente de la Universidad del Claustro de Sor Juana (UCSJ).

“En los grupos, cada vez más llegan hombres jóvenes, de 18 o 19 años, que ya están reproduciendo un montón de prácticas machistas. Una forma de evitarlas, atenderlas y trabajarlas, de hacer una reflexión crítica y ética, tiene que ver con buscar espacios de ayuda”, plantea el psicólogo.

Al impartir cursos como el suyo, “Masculinidades: teorías y prácticas en torno al ser hombre”, se promueve la creación de relaciones de igualdad, cuidado y bienestar entre todas las personas. Además, es un campo fértil para quienes deseen dedicarse a la investigación, destaca Salazar.

“Implica avanzar hacia esquemas más amplios que nos permitan (…) generar relaciones más sanas y libres de violencia, y generar individuos con una salud emocional y mental mucho más estable”, precisa González.

Comportamientos tóxicos

Las características de la masculinidad que son dañinas y destructivas para otras personas y para los hombres mismos son consideradas tóxicas. González y Salazar enlistan algunos ejemplos con el fin de identificarlas, evitarlas y eliminarlas a través de terapia psicológica y/o grupos de ayuda.

1. Violencia emocional

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Se manifiesta, principalmente, cuando los hombres intentan controlar a su pareja (homosexual o heterosexual), vigilan sus acciones e invaden sus espacios. Otros signos de alerta son los celos y la presión para que la pareja tome decisiones benéficas para él.

2. Obsesión con el éxito

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La búsqueda de cumplir con el prototipo de hombre exitoso es común: ser la fuente principal de ingresos de la familia, tener varias parejas sexuales y ostentar un alto estatus social. Al perseguir este ideal se olvidan de su salud física y mental.

3. Actitudes de riesgo

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Los hombres son más proclives a actuar de forma temeraria para reafirmar su masculinidad frente a otras personas. Por ejemplo, conducen de manera más arriesgada, realizan trabajos de alta peligrosidad y evitan acudir a revisiones médicas.

4. Desapego emocional​

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Desde pequeños, frases como “los niños no lloran” o “sólo las niñas lloran” motivan que los hombres se disocien o pierdan la capacidad de expresar emociones como tristeza y decepción, en especial con otros hombres, porque se mostrarían vulnerables.

5. Agresividad

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Un pilar de la masculinidad es que nadie puede retar la autoridad de un hombre. Por eso, recurren a la violencia e intimidación para hacerle saber a los demás que ejercerán su poder y dominio. Las emociones que sí aprenden a expresar son el coraje, la ira y la rabia.

6. Cosificación sexual

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Bajo la masculinidad hegemónica, los hombres piensan que tienen el derecho y legitimidad de poseer a las mujeres porque son un objeto o un medio mediante el cual pueden satisfacer sus deseos sin respeto por la dignidad humana.​

¿Qué dicen los expertos?

“El machismo (...) que tenemos en México no sólo afecta a las mujeres. No cumplir con los mandatos de la masculinidad te convierte en una carga como hombre”.

Eduardo González Vázquez

Profesor del curso “Masculinidades alternativas” de la UdeG Virtual.

“Nosotros también podemos sumarnos al trabajo doméstico, de corresponsabilidad, a la no violencia y a la construcción de espacios igualitarios”.

Iván Salazar Mendiola

Docente del curso “Masculinidades: teorías y prácticas en torno al ser hombre” de la UCSJ.

Reflexiona con estas recomendaciones

Jacqueline Arias/Fotos: Unsplash

González y Salazar sugieren acercarse a:

Libros:

  • #EllosHablan (Lydia Cacho)
  • El hombre que no deberíamos ser (Octavio Salazar)
  • El machismo invisible regresa (Marina Castañeda)
  • El vampiro de la colonia Roma (Luis Zapata Quiroz)
  • La nueva masculinidad de siempre (Antonio J. Rodríguez)
  • La violencia masculina en el hogar (Felipe Antonio Ramírez Hernández)
  • Las rutas de la masculinidad (Rafael Montesinos)

Películas:

  • Billy Elliot (Stephen Daldry, 2000)
  • El arte de defenderse (Riley Stearns, 2019)
  • El lugar sin límites (Arturo Ripstein, 1978)
  • Pelo malo (Mariana Rondón, 2014), Psicópata americano (Mary Harron, 2000)
  • Te doy mis ojos (Icíar Bollaín, 2003)
  • Un mundo sin hombres (Mark Sawers, 2015)

Documentales:

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Cursos y diplomados sobre el tema están disponibles en línea.

Universidad del Claustro de Sor Juana
+ Masculinidades: teorías y prácticas en torno al ser hombre
i. bit.ly/3iQcGZW

UdeG Virtual
+ Masculinidades alternativas
i. bit.ly/3ANiOs9

Tec de Monterrey y Cuidarte A.C.
+ Diplomado Internacional en Masculinidades
i. bit.ly/3g4WeTS