El voluntariado de la Cruz Roja Mexicana y su presidente, Fernando Suinaga, felicitaron a Carlos Slim Domit, quien recibió un beso de su esposa, María Elena Torruco.

Por su trabajo a favor de la Cruz Roja Mexicana, Fernando Suinaga entregó el máximo galardón de esta benemérita institución a cuatro filántropos que constantemente han mostrado su compromiso con la población nacional.

Luego de ser recibidos con gritos de los voluntarios a la entrada de un salón en un hotel de Polanco, uno por uno pasaron al frente los galardonados con la Medalla de la Gran Cruz.

Con su esposa en primera fila, Carlos Slim Domit fue reconocido por la campaña que creó a favor de la seguridad vial, en colaboración de diferentes asociaciones y autoridades gubernamentales.

“Hace algunos años, cuando Jean Todt me invitó a trabajar en la Federación Internacional del Automóvil, una de las actividades que implementamos fue reducir los accidentes viales, la primera causa de muerte de los jóvenes en el mundo”, recordó el empresario Carlos Slim Domit.

 

Quiero agradecer profundamente a todo el equipo de la Cruz Roja Mexicana, a sus directivos, pero, sobre todo, a los voluntarios y paramédicos, porque son el orgullo de nosotros, quienes nos dan el soporte en la adversidad”.

José Suinaga, Laura Suinaga, Gabriela Suinaga, Andrea Suinaga y Pablo Suinaga
Susana Uribe, Lucía Lebrija y Daniela Rojas
Ninfa Salinas con sus pequeños, Ninfa Ripstein, Eugenia Ripstein y Rodrigo Ripstein

La primera en recibir la Medalla de la Gran Cruz fue Ninfa Salinas.

“Esta distinción para mí es un recordatorio de la gran responsabilidad que tengo como mexicana de sumarle a los demás; éste es el País que yo amo, en el que crecen mis hijos”, expresó Ninfa Salinas la responsable de la mitad de la flotilla vehicular de la organización.

La confianza no es algo que se compra en el mercado, sino que se construye con muchos años de trabajo, resultados y acciones concretas”.

Manuel Ruiz de Chávez, Laura Tapia, Roberto Tapia, Javier Elguea, Patricia Elguea, Jessica Moncada y Rodrigo de Villasante

Visita Reina Letizia Cruz Roja en CDMX

Carmen Suinaga, Isabel Suinaga y Fernando Suinaga, orgullosas de Carmen Lebrija, tras ser laurada por su trabajo como presidenta nacional de Damas Voluntarias de la Cruz Roja Mexicana.

Los aplausos continuaron y uno de los momentos más emotivos de la ceremonia de premiación de la Medalla de la Gran Cruz fue cuando Carmen Lebrija, esposa del anfitrión, fue distinguida con la por su labor como Presidenta Nacional de Damas Voluntarias, desde junio de 2012.

“Yo soy quien debo agradecer por darme la oportunidad de trabajar aquí y así entender las necesidades de las personas; no tiene precio el ver una sonrisa, una mirada de alegría o recibir un agradecimiento, eso vale más que todas las medallas del mundo”, dijo Carmen Lebrija, quien es  egresada de la Universidad Iberoamericana.

Carmen, eres una madre ejemplar y extraordinaria esposa, muchas gracias por acompañarme en esta gran responsabilidad y compromiso que ha sido la Cruz Roja Mexicana; tú has sido mi fortaleza y motivación para estar al frente, nuestros hijos y yo estamos muy orgullosos por todo tu trabajo”.

RECONOCEN SU LABOR
  • La Medalla de la Gran Cruz de la Orden de Honor y Mérito de la Cruz Roja Mexicana es la máxima distinción que otorga esta benemérita institución.
  • Fernando Suinaga fue el responsable de entregar la Medalla de la Gran Cruz
  • a Carlos Slim Domit, Ninfa Sada, Olegario Vázquez Aldir y a su esposa, Carmen Lebrija.
  • Esta condecoración de color dorado tiene la efigie de Henry Dunant, uno de los fundadores del Movimiento de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja.
  • También tiene la efigie de Luz González Cosío de López, fundadora de la Cruz Roja Mexicana, oficialmente el 21 de febrero de 1910.

Estoy increíblemente orgulloso del trabajo de mi hija y de Fernando, me consta todo lo que han hecho a través de los años, lo cual les ha costado mucho esfuerzo y sacrificio”.

Jorge César Cervantes Díaz, Alejandro Muguerza, Teresa Pérez Teuffer, Rosa María Losada y Alejandro Pérez Teuffer
Carlos Freaner y Beatriz Freaner con Pablo von Bertrab

El último en tomar el escenario fue Olegario Vázquez Aldir, reconocido por su labor empresarial y con ello desarrollar la infraestructura de la organización de asistencia médica que su padre, Olegario Vázquez Raña, presidió dos décadas atrás.

Posteriormente, los invitados pasaron a otro salón para disfrutar de un banquete integrado por canelón de langosta en salsa cremosa de champaña, robalo en salsa de azafrán y tomillo, filete de res en salsa de foie gras y, de postres, creme brulée y tarta de manzana.

Gabriel Sada y Horacio López
Valentina Luján y Antonio Domínguez