Presencia clave

México se perfila como un actor estratégico en el panorama latinoamericano del cómputo en la nube pública. Multinacionales tecnológicas han oficializado operaciones en el País recién iniciado 2025. Amazon puso en marcha, a principios de enero, su nueva región de infraestructura en la nube mediante una inversión de cinco mil millones de dólares para los próximos 15 años.

Días después, durante un evento en el Club de Banqueros de México, en Ciudad de México, Google anunció el inicio de las operaciones de su región de nube número 41 en Querétaro, marcando la tercera en Latinoamérica, junto a Santiago de Chile y São Paulo. Entre los servicios prometidos destacó la baja latencia, el desarrollo de aplicaciones y la residencia de datos.

Alibaba, el gigante chino del comercio electrónico detrás de AliExpress, anunció su primera región de nube en México, para que empresas de América Latina establezcan sus operaciones en línea. Los responsables del despliegue no proporcionaron detalles sobre la inversión; no obstante, Selina Yuan, presidenta de negocios internacionales de Alibaba Cloud, declaró que se trata de un compromiso a largo plazo.

Securiti, integrador de servicios digitales, indica que una región de nube es un área geográfica en la que un proveedor instala centros de datos e infraestructuras para brindar sus servicios. Cada región comprende varias zonas de disponibilidad, lo que garantiza redundancia, alta disponibilidad y capacidades de recuperación ante desastres.

“Los clientes pueden desplegar sus aplicaciones y datos en regiones específicas para optimizar el rendimiento, la conformidad y los requisitos de residencia de los datos. Las regiones de la nube permiten a las organizaciones escalar sus recursos globalmente, al tiempo que mantienen la soberanía de los datos y el cumplimiento de las normativas locales”, señala Securiti.

Cabe destacar que existen diversos tipos de nube: públicas, privadas e híbridas. Ikusi, empresa de servicios tecnológicos, explica en su blog que la nube pública es el servicio más empleado tanto por corporaciones como por particulares. Normalmente, se utiliza para cubrir necesidades de almacenamiento, correo electrónico e infraestructura de cómputo, todo ello bajo demanda y con facturación por uso.

Por su parte, Microsoft indica que una nube privada se compone de recursos informáticos que utiliza exclusivamente una empresa u organización. Esta modalidad puede ubicarse en el centro de datos local de la organización o alojarse en un proveedor de servicios externo.

El tercer modelo, según Amazon, consiste en la convergencia de nubes públicas y privadas. En esta configuración se integran los recursos tecnológicos internos de una empresa con la infraestructura y los servicios ofrecidos por un proveedor externo. 

En resumen, las tres modalidades permiten a los usuarios acceder a algún tipo de producto o servicio conectado a un sistema digital.

Research and Markets indicó en un reporte de febrero que México es el segundo país de América Latina, después de Brasil, en albergar a los tres principales operadores globales de la nube pública: Amazon Web Services (AWS), Microsoft Azure y Google Cloud, cada uno operando su propia región de nube dedicada con zonas de disponibilidad.

La consultora expresó que México se beneficia de la proximidad geográfica con Estados Unidos, lo que facilita una comunicación y ágil colaboración. Además, destacó que, a través de sus siete cables submarinos, el País se conecta con Colombia, EU, Brasil, Panamá, Costa Rica y otras naciones.

El estudio confirma que el País está preparado para mejorar su conectividad global mediante el próximo despliegue de cuatro nuevos cables submarinos, que probablemente entrarán en funcionamiento en los próximos dos o tres años.

En años recientes, México ha consolidado su industria de cómputo en la nube. El 7 de mayo de 2024, Microsoft inició las operaciones de su primera región de centros de datos en la nube y servicios asociados. Con este paso, el País se sumó a las más de 60 regiones de nube de Microsoft a nivel mundial.

Oracle, a través de su división Oracle Cloud Infrastructure (OCI), cuenta con dos regiones de centros de datos en México. La primera se ubica en Querétaro y fue inaugurada en 2022, mientras que la segunda está operativa en Monterrey desde finales de 2023.

¿Qué implica que corporaciones multinacionales instalen sus centros de datos en México? ¿Qué oportunidades generará en el ámbito tecnológico? ¿Cuáles son los principales desafíos a enfrentar? Expertos de la industria explican a Grupo REFORMA las posibles trayectorias a lo largo de 2025.

Adopción acelerada

Marcelo Christianini, vicepresidente de Inteligencia Artificial e ingeniería en la nube para América Latina de Oracle, ratificó que México crece en la industria de la nube, además de ser una de las naciones de la región que más invierte en tecnología.

En cuanto a oferta de servicios, el vocero enfatizó el modelo multinube de Oracle, una estrategia que implica el uso de servicios de diversos proveedores de nube en lugar de depender únicamente de uno. La idea es flexibilizar los puntos de conexión con otros operadores. El servicio fue presentado durante el Oracle CloudWorld 2024.

El movimiento representa un cambio de paradigma en la firma estadounidense, que durante mucho tiempo se concentró en desarrollar sistemas de gestión de bases de datos a gran escala. Ahora, con su enfoque en la nube y una alianza con Amazon Web Services (AWS), Microsoft Azure y Google Cloud, la compañía pretende llegar a un número mayor de clientes.

Christianini explica de manera muy sencilla que, en el entorno multinube, las bases de datos de las empresas pueden conectarse con las nubes de sus socios; para lograr esta interconexión se requieren vectores, una especie de puente mediante el cual los datos se comunican con un servicio, por ejemplo, una Inteligencia Artificial de algún proveedor.

Al referirse a la arquitectura multinube, detalló que Oracle se instala físicamente en los centros de datos de dichas compañías, lo que posibilitaría un escenario en el que plataformas de Inteligencia Artificial, como Gemini o Vertex AI, de Google, puedan interactuar con las bases de datos para ofrecer nuevos servicios a los usuarios.

En materia de Inteligencia Artificial, el ejecutivo presentó el concepto de Generación Aumentada por Recuperación (RAG, por sus siglas en inglés de Retrieval-Augmented Generation). En este caso, las empresas deben resolver cómo aprovechar los grandes modelos de lenguaje (LLM) y conectarlos a sus datos internos mediante agentes autónomos.

Christianini espera que, con el nuevo enfoque multinube y los recientes avances en IA, se beneficien los principales sectores de México, tales como gobierno, telecomunicaciones y mercado financiero, a su vez, remarcó el cumplimiento de regulaciones en materia de residencia y gobernanza de los datos.

Hugo Werner, vicepresidente regional en Latinoamérica de Akamai Technologies, añadió a la conversación que los ciclos de adopción tecnológica en empresas nacionales se han reducido drásticamente tras señalar que en el pasado la implementación de un CRM, software o sistema que permite gestionar las relaciones con clientes, tomaba alrededor de tres a cinco años.

Expuso que, en la actualidad, las compañías de mayor nivel no solo incorporan una o dos tendencias tecnológicas, sino varias al mismo tiempo.

En la relación de ser ágiles y veloces, instó a una visión de eficiencia de costos soportada por una estrategia cibersegura para evitar ataques de denegación de servicios, exfiltración de datos por ransomware, y envenenamiento o ataque a nuevos canales de atención como los chatbots.

La pieza de innovación que entregan en México son las redes de entrega de contenido (CDN, por sus siglas en inglés de Content Delivery Network) un conjunto de servidores repartidos en distintas zonas geográficas que aceleran la entrega del contenido web al acercarlo a los usuarios.

Para entenderlo, Werner ejemplificó con una hipotética red social que requiere de un cómputo inmediato para ofrecer la reproducción de videos sin latencias, para lograrlo necesita de un socio que ayude en la transcodificación del video que se realiza en una infraestructura física.

El modelo de Akamai llamado Gecko (Generalized Edge Compute, traducido como computación de borde generalizada), es una iniciativa en expansión con presencia en Querétaro y con intenciones de llegar a ciudades donde las big techs como Google, Microsoft o Amazon no tienen presencia.

Debido a la diversificación de servicios de nube y a la velocidad en la que avanza la digitalización en México, el directivo admitió que la falta de personal es una constante a nivel local y global. Por mencionar un caso, expuso que 10 de los responsables de seguridad en el sector bancario no logran llenar sus puestos en ciberseguridad.

Posteriormente, compartió una anécdota en la que encontró en Costa Rica a una persona experta en ciberseguridad, pero con formación académica en las artes. “Por la falta de personal calificado, las empresas contratan gente que solamente tiene certificaciones” alertó.

Retos y horizontes

Luis Meza, líder de consultoría en EY México y líder de tecnología para EY Latinoamérica, confirmó las preocupaciones de Werner sobre la falta de talento, la cual, según sus análisis, se acentuó con la pandemia de Covid-19, pero su perspectiva es positiva al afirmar que el mercado de profesionales tiene futuro por la relocalización de las empresas y el beneficio de trabajar de forma remota desde México.

Respecto a la relocalización, más conocida como “nearshoring”, Meza manifestó que representa una oportunidad para el ecosistema de nube, porque permite la instalación de empresas en tiempos muy cortos, ahorrándoles tiempo de adaptabilidad, así como la adquisición de infraestructura.

Enrique Cortés-Rello, director del hub de Inteligencia Artificial del Tecnológico de Monterrey, sumó que la demanda de profesionales es muy grande, dado que la digitalización toca todas las ramas industriales y a la sociedad en conjunto.

Por ejemplo, cuando el Tec inauguró la maestría de Inteligencia Artificial Aplicada hace dos años, esperaban un promedio de 60 alumnos, la realidad es que hoy son alrededor de 900 personas interesadas, comentó.

“La razón por la que la industria despertó y vio utilidad fue porque todo el mundo entendió que puede usar ChatGPT y que no necesitaba intermediarios. Eso despertó la curiosidad de muchos ejecutivos”, compartió en entrevista Cortés-Rello.

Pese a la popularización del servicio de OpenAI, el académico refutó la idea de que México sea un consumidor y un ente pasivo ante la tecnología, ya que, según su perspectiva, gracias al “nearshoring”, hay personal capacitado para desarrollarla en lugares como Guadalajara.

“En Guadalajara hay empresas como Continental o Bosch que hacen algoritmos de Inteligencia Artificial para autos autónomos y eléctricos. Hoy en México se construyen plataformas de IA para compañías globales”, resaltó.

La posición geográfica estratégica y la relación comercial con América del Norte desde el año 1994, tras la instauración del Tratado de Libre Comercio (TLC) y su posterior evolución al T-MEC, convirtieron el territorio mexicano en una fábrica de talento especializado, refirió Adriana Rivera, directora ejecutiva de la Asociación Mexicana de Data Centers (MEXDC).

Pese a la conexión con los vecinos del norte hace 30 años, fue hasta 2019 cuando México se convirtió en un foco a nivel mundial de inversión tecnológica para centros de datos, siendo el Bajío mexicano y el Estado de Querétaro la principal zona de progreso.

Rivera describió que la entidad tiene un perfil pro industria, facilitando el diálogo con empresarios y con barreras mínimas de burocracia; también por ser un territorio no sísmico y cercanía con centros poblacionales para asegurar el capital humano.

“Ahora que han empezado las inversiones, tenemos proyectado para el 2029 tener más de 70 nuevos centros de datos en México. Vamos a necesitar un aproximado de nueve mil 200 millones de dólares como inversión mínima y esperamos generar cerca de 68 mil empleos directos e indirectos”, aseguró.

Para generar las condiciones idóneas de un nodo tecnológico, MEXDC atiende cinco ejes: educación, sustentabilidad, regulación, conectividad y energía. En el primero, vinculan a los estudiantes con las empresas para cerrar las brechas de talentos.

En la segunda vertiente esperan que con el nuevo gobierno federal se definan líneas estratégicas para promover buenas prácticas medioambientales entre los participantes de la industria. En lo que respecta a regulación, se acercan a varios niveles de gobierno para generar conciencia sobre su existencia y comunicar la importancia de la industria.

Los últimos dos ejes, según Rivera, son los más críticos porque son la base para detonar el futuro de la nube. En conectividad exigen condiciones para un mayor despliegue de fibra óptica, pero la petición no es sencilla, pues se adentran en laberintos legales al solicitar permisos para atravesar las redes sobre propiedades públicas y privadas.

Finalmente, denunció lo difícil que es tener una red eléctrica robusta para entregar la potencia donde se necesita; la falta de mantenimiento y una ausencia de red de transmisión y distribución frenarían la ruta digital mexicana.

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