En 1969, el Fondo Monetario Internacional (FMI), organismo que buscar promover la estabilidad financiera y la cooperación monetaria internacional, creó los Derechos Especiales de Giro (DEGs), que son un activo para complementar las reservas de los países miembros.

A principios de agosto, la junta de gobernadores del FMI aprobó una asignación de aproximadamente 457 mil millones de DEGs, equivalentes a 650 mil millones de dólares, con la finalidad de dar liquidez y estabilidad a sus países miembro ante la actual crisis económica y sanitaria por el Covid-19. Es la mayor asignación en la historia del organismo.

Dichos activos serán distribuidos proporcionalmente en función de la cuota que paga cada miembro al organismo, por lo que a México le corresponde el equivalente de 12 mil 200 millones de dólares.

¿A dónde van esos DEG?

A las reservas internacionales. En México son administradas por el Banxico y están compuestas por monedas extranjeras como el dólar y euro, oro, divisas obtenidas por la venta de dólares de Pemex y del Gobierno federal y por DEGs del FMI.

Las reservas son necesarias para enfrentar choques externos y mejorar la calidad crediticia del País.

Cuando éstas son altas la probabilidad de incumplimiento es baja, lo que reduce el riesgo país y disminuye la prima de riesgo.

En la actualidad, las reservas son de 193 mil 424 millones de dólares y de integrar los DEGs llegarían a aproximadamente 206 mil millones de dólares.

López Obrador indicó en una conferencia matutina de la semana pasada que las reservas internacionales se encontraban en niveles altos y que reciben poco rendimiento, por lo que propuso usar dichos recursos para pagar deuda por anticipado.

¿Qué pasa con las reservas altas?

La declaración provocó que expertos como el subgobernador del Banco de México, Gerardo Esquivel, aclarara que los DEGs “no son una moneda, son un activo de reserva internacional. En México, por mandato de ley, los activos de reserva internacional no se pueden usar para pagar deuda”.

Esto dice el FMI:

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Una vez asignados, los países pueden mantener sus DEGs como parte de sus reservas o intercambiarlos por monedas de libre uso entre ellos y con los titulares designados. Desde 1987, el mercado de DEGs funciona de forma voluntaria, sin necesidad de recurrir a un plan de asignación.

Los países miembro del FMI también pueden utilizar DEGs en una serie de otras transacciones permitidas entre ellos (por ejemplo, préstamos y empréstitos, pago de obligaciones, garantías) y en transacciones con la participación del FMI, como el pago de intereses, reembolso de préstamos y empréstitos o pago de aumentos de cuotas.

¿Propuesta formal?

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AMLO informó que realizará una solicitud formal al Banco de México para que transfiera los DEGs. Sin embargo, una vez que se moneticen los DEGs de México a una moneda de curso internacional como el dólar, estos entrarán directamente a las arcas de las reservas internacionales.

Alejandro Díaz de León, Gobernador del Banxico, aseguró que los DEGs sí pueden usarse para pagar la deuda del País, pero sólo sí el Gobierno federal compra estos activos al banco central.

Dos escenarios:

Utilizar las reservas para deuda

Mientras que la deuda externa pública es del Gobierno federal, las reservas pertenecen al Banco de México. Para pagar la deuda, el Gobierno federal tiene que comprar las reservas del Banco de México.

Si el Gobierno tuviera un superávit presupuestario, podría utilizarlo para financiar esta compra. Sin embargo, el Gobierno tiene un déficit y para conseguir liquidez necesita emitir bonos.

Así, la reducción de la deuda externa aumenta la deuda interna y disminuye las reservas internacionales.

La operación de desendeudamiento reduce la oferta monetaria porque los pesos que los agentes económicos pagaron por los bonos del Gobierno desaparecen del mercado. Para evitar eso, el Banco de México puede comprar bonos en el mercado abierto.

Al final, Banxico se convertiría en acreedor del Gobierno, pero es un acreedor benigno que no presionaría al Gobierno para que amortice la deuda.

Fuente: FMI, Banxico, SHCP, Finanzas Internacionales de Zbigniew Kozikowski
Realización: Adriana Arcos
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