Imposible capturar una imagen de este paraje y sus alrededores ausente de agaves. Resilientes, regalan su encanto al paisaje semidesértico y su alma a uno de los destilados favoritos de este País: el mezcal.
Guanajuato no es principiante en la destilación de mezcal, pero los altibajos históricos –prohibiciones, conflictos armados y reforma agraria– empolvaron los alambiques y desterraron a los hacendados dedicados a su elaboración.