PARA GUARDARLOS

+ Buscar un lugar oscuro que no tenga luz y, si llegara a tener, que sea indirecta de poco voltaje y, de preferencia, LED porque las otras emanan mucho calor y las botellas son sensibles y volubles a éste, por eso es que en su mayoría son de vidrio verde o café para que el vino se mantenga en las mejores condiciones y no se evolucione. 

+ La cava debe estar entre 15 y 18 grados centígrados; es muy bueno tenerla debajo de las escaleras o en un sótano para evitar las vibraciones que afectan al líquido. 

+ Recomienda que la cava sea de madera, muchas personas optan por páneles de este material para tener una temperatura controlada todo el tiempo; en lugares donde hay mucho calor se debe evitar el metal, porque éste absorbe y afecta la bebida. 

+ Es bueno tener humedad porque ayuda a que los corchos estén hinchados y, así, no entra demasiado oxígeno, de lo contrario, el vino comienza a evolucionar. + Un error muy común y grave es guardarlos en la cocina porque existen cambios bruscos de temperatura y hay vibraciones todo el tiempo causadas por los electrodomésticos. 

+ Las botellas se deben conservar siempre de manera horizontal y no vertical porque el líquido debe tocar el corcho para que se mantenga hinchado sino, encoje, entra oxígeno y con el tiempo se avinagra el vino.

PARA DISFRUTARLOS

+ Dependiendo de la uva con la que se hagan, se debe tomar en cuenta la temperatura de servicio. 

+ Se piensa que los tintos se sirven a temperatura ambiente, pero el clima no es el mismo en todo el mundo y debe tomar en cuenta el lugar en donde se esté para que se sirva de la mejor manera. 

+ En el tinto existen dos grandes ramos, los ligeros que no tienen un color demasiado profundo, sin mucho cuerpo y que son menos tánicos, pero elegantes, como un Nebbiolo de Piemonte, en Italia, o un Pinot Noir de Borgoña o de Estados Unidos, los cuales se deben servir a 16 o 17 grados centígrados; si se mantiene la cava a 16 grados, al abrirlo está a temperatura ideal porque sube un grado. 

+ Los tintos que son con más cuerpo como un Tempranillo, un español, uno de Bordeaux, en Francia, un cabernet sauvignon de Napa o uno mexicano, es ideal servirlo a 18 grados, si la cava está a 15, se debe dejar pasar un tiempo en lo que se abre, se sirve, cata y, en 5 minutos, ya subió su temperatura. 

+ Algunos blancos y rosados se deben servir a 10 o 12 grados; al sacarlos se deben poner en una enfriadora con hielo que en 5 minutos ya tiene la temperatura ideal, sino se pueden meter al refri 15 minutos y ya está listo. 

+ Los blancos que tienen lías, que son levadura o barrica, se deben servir entre 12 y 13 grados. 

+ La champagne y los espumosos deben ir muy fríos, hay que enfriarlos con hielo, agua, un poquito de sal y en 20 minutos están en óptimas condiciones para tomarse.

Siempre hay un buen momento para disfrutar una botella, existen algunas que se tienen guardadas por mucho tiempo para una ocasión especial y ahí es bueno buscar a alguien que la disfrute tanto como tú”.

OTRAS RECOMENDACIONES

+ Las copas para servir deben ser de cristal, no de vidrio, esto se sabe por el grosor de la copa, además cuando se le da la vuelta emite un sonido y, al romperse, se convierten en polvo. 

+ Las copas de cristal tienen una porosidad pequeña y eso hace que no se escondan las connotaciones aromáticas, cuando se hace una cata y entra oxígeno al darles la vuelta, se desarrollan los aromas y eso podría hacer que se tome de inmediato. 

+ Al abrirlo, se tiene un margen de tiempo para consumirlos, en general, debe ser al momento. 

+ A algunos les cuesta mucho trabajo abrir sus connotaciones aromáticas y se debe esperar un tiempo o hacer uso de métodos para que suelten sus aromas, como, por ejemplo, a los viejos de 10 o 15 años; cuando son muy jóvenes o tienen mucha barrica, se utiliza un decantador y se tiene que esperar entre 30 minutos o hasta una hora porque de esta manera se oxigena mejor. 

+ No hay que esperar a ocasiones especiales para abatir los vinos porque se pasan y se avinagran. 

+ Hay botellas hechas para tomarse con un grupo de amigos en una comida, nunca hay que perder la ocasión para tomar una copa. 

+ Los blancos están hechos para tomarse jóvenes, que es de dos hasta cinco años después de la cosecha; los tintos depende de qué tanta barrica tienen como los reserva o gran reserva, que aguantan muchos años, entre 15 o 25. 

+ A la hora de la cata del vino es fundamental hacer todos los pasos que son de olfato, vista y gusto porque muchos de estos indican si el vino está en buenas condiciones o no.

+ Después de descorchar, se pueden guardar en el refri de vinos o en el normal, recostados y ponerles el mismo corcho, pero del lado opuesto al que se abrió o colocarles un tapón especial de plástico o metal. 

+ Los tintos mantienen su estructura hasta siete días después; los blancos y rosados cinco y los espumosos necesitan un tapón especial que sellan la botella para que no se escapen las burbujas y dura hasta cinco días, si no se tiene este tapón se necesita consumir al momento. 

+ Para abrirlos, recomiendo los descorchadores más tradicionales de dos pasos, porque la punta se dobla y se realiza la apertura del vino de manera adecuada y más sencilla.

El maridaje viene de ‘mariage’, que significa matrimonio, hay unos que se complementan y otros son polos opuestos que se atraen; es importante entender lo que produce en la boca como el salado, dulce, amargo y ácido; hay una sensación que se llama ‘umami’, que viene de japón, se siente en el paladar y atrás de los cachetes”