Oran por poder ingresar a EU

Leonardo Montiel, de Venezuela

Leonardo Montiel, su esposa Angélica y sus dos hijas de 9 y 5 años, abandonaron Venezuela en julio del año pasado, escapando de la severa crisis económica que golpea al país gobernado por Nicolás Maduro.

La familia atravesó la peligrosa selva del Darién, en la frontera de Colombia y Panamá, cruzaron siete países y finalmente llegaron a México un mes después.

Tras la pesada travesía encontraron un refugio en Casa Monarca, en Santa Catarina, donde esperan impacientes que su solicitud de asilo humanitario sea aceptada por el gobierno de Estados Unidos.

Con la llegada de Donald Trump a la Presidencia estadounidense, no saben si podrán alcanzar el “sueño americano”, o cuál será su destino.

“Todos estamos en incertidumbre, no hay otra palabra para definir la situación en la que estamos”, dijo el ex militar venezolano, “estamos esperanzados en que Dios toque el corazón de ese señor y nos pueda dar esa oportunidad a las personas esa oportunidad a las personas que sí vamos a hacer las cosas bien.

“Estamos a la expectativa para saber si sus decisiones nos benefician o nos perjudican, es algo que sólo él sabe, nosotros lo único que mantenemos es la esperanza y la fe en Dios para ingresar a Estados Unidos”.

Montiel aseguró que la crisis económica que se vive en Venezuela fue lo que hizo que él y su familia huyeran del país sudamericano, donde no contaban con las condiciones básicas aspectos como salud y educación.

“Eso nos obligó a irnos, el país está colapsado en todos los aspectos sociales”.

Confía que su trabajo le abrirá las puertas

Dermis, Honduras

Después de escuchar el discurso anti inmigrante de Donald Trump, Dermis, un joven hondureño, sabe que será difícil ingresar una vez más a Estados Unidos.

Sin embargo, en medio de un ambiente pesimista de otros de sus compatriotas que también esperan en la Casa INDI, en Monterrey, él asegura que el empeño que tiene para trabajar en diversas actividades, le abrirá las puertas una vez que sea aceptada su solicitud de asilo.

“Para mi Trump hará que crezca la economía en Estados Unidos, estará difícil pasar, pero ya una vez adentro estoy seguro que los de Migración no nos van a molestar porque lo que queremos es trabajar.

“Creo que habrá mucho trabajo”, dijo el migrante, “se dicen muchas cosas malas de él (Trump), pero cuando él fue Presidente no hubo tanto desempleo como ahora, por eso creo que nos va a necesitar mucho, a los trabajadores”.

Dermis llegó a Monterrey hace 5 meses.

El hondureño asegura viajar solo y se hospeda en el albergue localizado en la Colonia Industrial.

Señaló que tiene planeado salir hacia la frontera, quizá a Nuevo Laredo, una vez que su solicitud de asilo sea aceptada, lo que espera suceda lo más pronto posible.

Desistirá de su viaje; volverá a Honduras

Irving Soto, Honduras

Las amenazas de deportación masiva de Donald Trump fueron suficientes para convencer a algunos migrantes para desistir de alcanzar el sueño americano.

Por ello, mencionó Irving Soto, de Honduras, por ahora no es buen momento para continuar el viaje hacia Estados Unidos, por lo que se regresará a Tegucigalpa en cuanto tenga oportunidad.

Aseguró que solo quiere reunir para la comida y pagar el autobús que lo lleve de regreso a su país, ya que en el Instituto Nacional de Migración (INM) no le quisieron ayudar a repatriarlo.

“Fui para entregarme y que me deportaran a Honduras”, relató, “me preguntaron que cómo le hice para llegar hasta acá y les contesté que en tren. Ellos me dijeron que me regresara por donde había llegado, montado en el tren.

“Todos los conocidos que tengo allá me dicen que será más difícil que nos den asilo”, lamentó, “van a usar a los militares para deportar a migrantes, por eso mejor me voy a regresar, quizá después lo intente de nuevo, aunque yo creo que ya no”.

Para ganarse la vida en Monterrey, Irving vigila autos que llegan a la Parroquia de Santa María Goretti.

Mencionó que ya estuvo en Estados Unidos y otros migrantes lo consultan por la facilidad que tiene para explicar cómo debe ser el proceso para solicitar asilo.

Además los orienta para que sepan dónde se ubican los Consulados o las Embajadas de distintos países en México.

“Tengo nueve meses aquí en Monterrey, ha sido todo muy complicado, solo Dios sabe lo que he pasado, pero ya voy de regreso a Honduras”.