Mito: Las vacunas son peligrosas

Hecho: Las vacunas son seguras

Los biológicos han pasado rigurosas revisiones por parte de la Food and Drug Administration (FDA) y los propios CDC que avalan su seguridad.

Estos vistos buenos llegaron después de que probaron las sustancias no en decenas o cientos, sino en miles de pequeños. Son las vacunas más monitoreadas de toda la historia.

“Las vacunas de Covid-19 para los niños de 5 a 11 años de edad fueron desarrolladas y probadas de la misma manera que las vacunas de Covid-19 para los adultos. En los ensayos clínicos, los efectos secundarios de las vacunas fueron leves y similares a los vistos en los mayores de edad”, dijeron los CDC.

Estos efectos incluyeron dolor de cabeza, escalofríos, cansancio, dolor muscular, fiebre y dolor en el brazo, que es el efecto más común.

Todas las molestias, indicaron, desaparecieron en unos días. Los reportes de reacciones alérgicas severas fueron raros.

Mito: Las vacunas causan problemas de fertilidad

Hecho: No existe evidencia de que las vacunas ocasionen problemas reproductivos

Simplemente no hay datos que apunten a que cualquier biológico, incluyendo el de Covid-19, sea causante de problemas de fertilidad en hombres o mujeres.

“(Tampoco) existe evidencia de que los ingredientes de las preparaciones o los anticuerpos desarrollados tras recibir las dosis generan problemas para quedar embarazada en el futuro. Similarmente, no existe evidencia de que las vacunas de Covid-19 afectan al desarrollo de la pubertad”, apuntaron los CDC.

Mito: No vale la pena vacunar a los niños porque ellos no desarrollan cuadros graves de Covid-19

Hecho: Los niños pueden enfermar gravemente de Covid-19

Al igual que en el caso de los mayores, las vacunas son excelentes para prevenir hospitalizaciones y muertes pediátricas por Covid-19.

“A diferencia de los leves efectos secundarios que algunos sienten tras vacunarse, los niños infectados con Covid-19 tienen el riesgo de enfermar gravemente”, explican los CDC.

“Los niños infectados con Covid-19 también pueden desarrollar las secuelas Covid que pueden durar varias semanas o más; además, pueden presentar serias complicaciones, como el síndrome inflamatorio multisistémico pediátrico”.

Dicho síndrome es una inflamación grave de órganos y tejidos como el corazón, los pulmones, los riñones, el cerebro, la piel y el aparato digestivo.

Añade la agencia que la enfermedad viral está dentro del top 10 de las causas de muerte de menores de 5 a 11 años de edad en Estados Unidos. Hasta octubre del 2021, provocó más de 8 mil 300 hospitalizaciones y cerca de 100 defunciones en el grupo etario.

El martes, la Secretaria de Salud estatal, Alma Rosa Marroquín, informó que en el Estado hay 13 pacientes pediátricos hospitalizados.

Mito: La inmunidad adquirida por los niños al enfermar de Covid-19 es mejor que la proporcionada por las vacunas.

Hecho: Las vacunas son las mejores herramientas para proteger a los niños del Covid-19.

Los CDC enfatizan: nadie debe exponer intencionalmente a otros al Covid-19. Los pequeños tienen las mismas probabilidades de terminar contagiados que los adultos, haciendo que pierdan días de escuela y oportunidades de convivir con sus compañeros.

“Vacunar a los niños de 5 años de edad en adelante puede ayudar a protegerlos de Covid-19, aparte de que los mantiene en la escuela y en sus actividades grupales al contribuir a detener la propagación de Covid-19 en la comunidad”.

Aparte, inmunizar a los chicos contribuye a proteger a los miembros del hogar que, por sus comorbilidades, tienen un alto riesgo de presentar casos graves de Covid-19, así como a los familiares que aún no son elegibles para recibir los biológicos, como los bebés.

Para saber

La única vacuna autorizada para el uso en chicos de 5 años en adelante es la Pfizer.

Está recomendado que los niños arriba de 12 años reciban dosis de refuerzo (booster) al menos cinco meses después de completar el esquema.

Los niños de 12 años en adelante reciben la misma dosis que los adultos, mientras que los pequeños de 5 a 11 años reciben una dosis apropiada para la edad.

Los pequeños obtienen la segunda inyección tres semanas después de recibir la primera.