PLAN CREADO POR CIENTÍFICOS O COMPLOT DE GOBIERNOS
- El consenso casi unánime sobre la existencia del cambio climático provocado por el hombre se ha construido con decenas de miles de estudios (revisados y corregidos por otros científicos).
- Lejos de ser poco transparentes, los informes, como los trabajos del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, en inglés), están abiertos a todas las naciones.
EL CLIMA SIEMPRE HA CAMBIADO
- La Tierra ha alternado entre periodos muy fríos y más cálidos. ¿No estamos en una etapa más del ciclo?
- Los expertos responden: No. La velocidad, magnitud y carácter global del calentamiento es excepcional. “Desde 1970, la temperatura mundial aumentó más rápido que en cualquier periodo de 50 años en los últimos dos milenios”, señala el IPCC.
NO ESTÁ PROBADA LA INFLUENCIA HUMANA
- Hay quienes ponen en duda que esté causado por la actividad humana, como las emisiones de gases de efecto invernadero, que aumentaron desde la Revolución Industrial por el uso de energías fósiles.
- El IPCC elaboró una modelización para medir el impacto de diferentes factores sobre el calentamiento. “No hay duda de que la influencia humana recalentó la atmósfera, los océanos y la tierra”, concluyeron.
UNOS GRADOS MÁS NO PUEDEN SER MALOS
- ¿Si el planeta se calienta por qué sigue habiendo episodios de frío intenso?, cuestionan algunos.
- La evolución del clima se observa a largo plazo, mientras que los fenómenos meteorológicos tienen sus propios mecanismos, más inmediatos. Un mundo con +2ºC con respecto a la era preindustrial provocaría un aumento de medio metro del nivel del mar, lo que pone en peligro la vida de millones de personas en las costas.
CIENTÍFICOS CUESTIONAN EL CAMBIO CLIMÁTICO
- Aunque hay científicos que han expresado sus dudas, no están especializados en el clima.
- Históricamente, el conocimiento científico se construye en la controversia, a la que sigue el consenso. Un estudio de la Universidad Cornell de EU señala que más del 99% de artículos sobre cambio climático publicados desde 2012 en revistas científicas coinciden en atribuir este fenómeno a la acción humana.