Mónica Gallardo Aguilar dice que, cuando conoció al Santuario, vio la oportunidad de honrar tres causas: a Cristo Rey, a la Virgen de Guadalupe y a los mártires mexicanos. / Foto de Rodolfo Lasso

Convencida de que no se puede amar lo que no se conoce, Mónica Gallardo Aguilar forma parte de un grupo de fieles que se ha propuesto difundir la importancia del Santuario de los Mártires.
“Cuando lo conozcan, o si ya lo conocen, podrán constatar el increíble potencial que tiene para convertirse aún más en un ícono para todo el País, donde podremos venerar a nuestros héroes de la fe”, afirma.
Como parte de ese objetivo, Mónica invita a los tapatíos a congregarse en el Santuario el 14 de marzo, a las 11:00 de la mañana, para atestiguar la consagración y entronización de una imagen de la Virgen de Guadalupe.
Posteriormente, a las 12:00, habrá una misa concelebrada que será particularmente hermosa por la ocasión, la sede y los participantes, y contará con los temas del grupo musical de Susi Plasencia.
“Con todo el cariño está todo el mundo cordialmente invitado a asistir”, comparte Mónica.

El coordinador general de la construcción de esta gran obra religiosa es el Ing. Héctor Castellanos Frank. / Foto de Rodolfo Lasso

Orgullo tapatío

Concebido para albergar 12 mil personas sentadas, el Santuario de los Mártires es una de las edificaciones religiosas más grandes del mundo.
“Debe de ser un orgullo para todos los tapatíos, es un corazón latente en Jalisco, una gran bendición tener en Guadalajara este Santuario donde se venere y se honre la vida de los santos mártires mexicanos, hombres que dieron su vida a causa de su fe y sus valores cristianos, muchos de ellos nacidos en esta región, heredándonos un testimonio de amor y entrega a Dios nuestro Señor y a sus hermanos los hombres”, expresa Mónica.
Este sitio tiene todo lo necesario para convertirse en el tercer centro de peregrinación nacional, junto con La Villa de Guadalupe y el Cristo Rey del Cubilete, según explica Mónica.
“Además de un gran proyecto de la Iglesia católica, es un gran proyecto de la ciudad de Guadalajara que fomentará el turismo religioso y generará una gran derrama económica, además de convertirse en un espectacular mirador de toda la zona metropolitana”, ahonda.

Mónica Gallardo Aguilar / Foto de Rodolfo Lasso

La edificación de este centro inició el 5 de febrero de 2007, Día de San Felipe de Jesús, primer santo y mártir mexicano, por iniciativa del Cardenal Juan Sandoval Íñiguez, y ha continuado gracias al Cardenal Francisco Robles Ortega a través de un Consejo Pro Construcción.
El proyecto arquitectónico es del tapatío José Manuel Gómez Vázquez Aldana, mientras que el diseño sacro y los vitrales fueron ideados por Fray Gabriel Chávez de la Mora.
“Hoy el Santuario está avanzando en su construcción con mucho esfuerzo, se puede apoyar con donativos en efectivo o en especie, limosnas que se canalizan a la cuenta del Arzobispado, directamente en sus oficinas, o en cualquier parroquia mencionando que es para la construcción del Santuario”, comparte Mónica.

Honor familiar

Mónica se conmueve al pensar en los mártires que son venerados en el Santuario, pues dieron su vida motivados por el amor, la valentía y la coherencia, y considera clave que no se les perciba como personajes del pasado, sino como ejemplo para la vida de hoy.
“Son luz en este 2024”, asegura Mónica, “su legado nos mueve y nos inspira a ser valientes, a abandonarnos en Jesús como nos dice Santa Faustina: ‘Jesús, en ti confío’.
“Conocer sus vidas, sus anécdotas, sus frases inolvidables, es fascinante. Saber que todos, sin excepción, perdonaron y bendijeron a sus verdugos, y murieron con la esperanza de que su sangre sirviera para la paz de México, para que hoy nosotros gozáramos de esa libertad”.

Los mártires / Fotos de cortesía

Héroes de la fe

1. San Sabás Reyes
2. San Cristóbal Magallanes
3. San Román Adame
4. San Agustín Caloca
5. San Luis Bátiz
6. San David Roldán
7. San Salvador Lara
8. San Manuel Morales
9. San David Galván
10. San José Isabel Flores
11. San Miguel de la Mora
12. San Pedro Esqueda
13. San Margarito Flores
14. San Jesús Méndez
15. San Pedro Maldonado
16. San Genaro Sánchez
17. San Mateo Correa
18. San Julio Álvarez
19. San David Uribe
20. San Justino Orona
21. San Atilano Cruz
22. Santo Toribio Romo
23. San Rodrigo Aguilar
24. San José Ma. Robles
25. San José Sánchez del Río

En la sociedad tapatía actual hay familias vinculadas por parentesco con estos santos, ¡conoce estos tres casos!

Linaje Aguilar

San Rodrigo Aguilar es ancestro de Mónica Gallardo Aguilar. Nació en Sayula, Jalisco, en 1875, y fue ordenado sacerdote cuando tenía 28 años de edad.
Fue nombrado párroco de Unión de Tula, y cuando le avisaron que el Ejército se disponía a capturarlo, se ocultó un tiempo en Ejutla. Finalmente fue atrapado, encarcelado y ahorcado en la plaza del pueblo.
Poco antes de morir enunció esta frase: “Me podrán quitar la vida, pero no la fe”. En mayo del año 2000 fue canonizado por Juan Pablo II.

San Rodrigo Aguilar / Foto de cortesía

Mónica considera que la vida de este santo es un testimonio de amor profundo a Cristo y a la Virgen de Guadalupe.
“Hoy siento, además de un gran honor, una admiración y profunda gratitud por haber sido un héroe que defendió nuestra fe”, afirma. “Es increíble pensar que, gracias a nuestros mártires, hoy podamos recibir los sacramentos con libertad, celebrar con amigos una boda, un bautizo, recibir la eucaristía, y todo esto no tenerlo que hacer a escondidas y arriesgando la vida”.

“La Virgen nos habla al oído, se nos acerca poco a poco, como lo hizo con Juan Diego, es la mamá, la ternura, la mirada dulce que nos espera para consolarnos, alegrarnos y acompañarnos, para recordarnos que nunca nos deja solos”, afirma Mónica, quien, en la imagen, aparece con la figura de La Guadalupana que será entronizada el 14 de marzo en el Santuario. / Foto de Rodolfo Lasso

Linaje Sánchez

San José Sánchez del Río, patrono de la niñez y la juventud mexicana, es antepasado de María José Amezcua Sánchez. Originario de Sahuayo, Michoacán, se unió a la causa cristera cuando era un adolescente, argumentando ante sus familiares que nunca había sido tan fácil ganarse el Cielo.
Durante un combate fue hecho prisionero, y como se negó a unirse al bando enemigo, fue torturado de distintas maneras. Murió el 10 de febrero de 1928, y aunque solo tenía 15 años de edad, nunca dudó de su fe, pues en el martirio constantemente gritaba “¡Viva Cristo Rey! ¡Viva La Virgen de Guadalupe!”
Benedicto XVI lo beatificó el 20 de noviembre de 2005 y lo canonizó el 16 de octubre de 2016.

María José Amezcua Sánchez compartió esta foto en la que posa junto al retrato de José Sánchez del Río, quien fue canonizado en 2013. / Foto de cortesía

“Estoy muy agradecida por este pequeño espacio para compartirles el orgullo y la bendición que representa para nosotros (mi familia) ser parientes de San José Sánchez del Río, hermano de mi abuela materna, María Concepción Sánchez del Río (q.e.p.d.)”, expresa María José.

Linaje De la Mora

Patty Plasencia de la Mora está emparentada por su lado materno con San Miguel de la Mora, quien es venerado por su labor de evangelización en la comunidad wixárika del País, y por haber sido martirizado por su fe durante la persecución cristera. Fue el Papa Juan Pablo II quien lo canonizó en el año 2000.

San Miguel de la Mora / Foto de cortesía
San Miguel de la Mora / Foto de cortesía

“Estoy muy agradecida por este pequeño espacio para compartirles el orgullo y la bendición que representa para nosotros (mi familia) ser parientes de San José Sánchez del Río, hermano de mi abuela materna, María Concepción Sánchez del Río (q.e.p.d.)”, expresa María José.

Patty Plasencia de la Mora / Foto de cortesía

Información: Carolina Herrera.

Fotos de sesión: Rodolfo Lasso.

Imágenes de los mártires: cortesía

Fotos de testimonios: cortesía