Este 18 de junio se cumplen 30 años del debut de la Selección Mexicana en el Mundial de 1994, un equipo que ilusionó a todo México al ser subcampeón de la Copa América 1993, al dominar como nunca la Concacaf y reflejarlo en la Copa Oro, al ser líder del Grupo de la Muerte de la Copa del Mundo.

"No suelo darle muchas vueltas, no soy mucho de voltear la cabeza hacia el pasado, en esa Selección fui inmensamente feliz, me divertí muchísimo, lloramos un chorro cuando nos eliminó Bulgaria, a mí me echaron... me hice expulsar, fue una irresponsabilidad mía, dos tarjetas amarillas y me sacan, pero no hay ningún remordimiento como tal, fuimos una gran generación, muy honorables, honestos y no tuvimos esta capacidad para finiquitar este partido".

"Cuando coloco la pelota en el manchón ya sabía como lo iba a tirar (el penalti), nunca dudaba, nunca dudé en mi vida y ahí me entró la duda una fracción de segundo, 'mejor se la cambio', y esa fracción de segundo hizo que echara el cuerpo un poquito hacia atrás y que pegara en el travesaño. Fue una frustración terrible porque todos me lo recuerdan".

"Jugar un Mundial es una experiencia que solamente el que la vive la entiende. Había un respeto muy grande entre nosotros, un compromiso y creo que cuando tú quieres lograr algo en la vida si no sabes hacer equipo, es muy difícil. ¿Qué le pasaría por la cabeza a Miguel Mejía Barón?, creo que nadie sabe hasta el día de hoy".

"Lo que yo no quería era hacer el ridículo y estar en el centro de campo perdido y que en lugar de que se ganara con mi entrada, se perdiera por el desorden táctico. Y ahora como entrenador entiendo que (Mejía Barón) hubiera desistido de hacer los cambios, ahora como entrenador pienso que debí haberme metido en la posición que me dijeran, pero como quería ganar, colaborar, le ofrecí disculpas y ahora es historia".

"Era una Selección brava, fuerte, pero era muy limpia la competencia, muy leal. Cuando tienes ese tipo de competencia la Selección y el entrenador salen beneficiados. Éramos muchos chavos acompañados de gente de experiencia y calidad".

"En los penales contra Bulgaria me acuerdo que se nos vino el recuerdo de la Final de Argentina porque nosotros intentamos ir a ganar el partido y nos abrimos y no supimos manejar la situación, y los que estamos ahí decíamos '¡aguas!, no vayamos a cometer un error o irnos a lo loco al ataque y a la primera que dejamos a Stoichkov fusiló a Campos', eran jugadores de mucha calidad".

"Fue una Selección que escribió hojas maravillosas en la historia del futbol y a pesar de que han pasado varios Mundiales, la veo como la mejor que ha habido en México, y mira que tampoco alcanzamos cosas espléndidas, nos hemos quedado en la misma instancia que la mayoría, pero se tiene en la mente la imagen de esos futbolistas, hubo muchos líderes, amor a la camiseta y compromiso en cada partido".

"Nunca te propones ser el capitán, más teniendo nombres como Hermosillo, Hugo Sánchez, Beto García Aspe, Campos y al final el que decidió fue Mejía Barón, por algo. Siempre fui un tipo con pocos reflectores, era más de trabajo, más dedicación. El técnico me comentó que era un referente, un líder a través del trabajo, a través de la disciplina que tenía de siempre estar contagiando a la gente".

"La filosofía de Miguel Mejía Barón siempre fue tan básica como profunda; arroz y frijol, básica y sencilla, no tratemos de complicarnos, 'nos decía', si no salimos jugando, larga y la ganamos, simplemente hizo sacarle jugo a las bases que dejó Menotti. Y otro concepto que se quedó grabado y era el 'Ahí', pierdo la pelota y en ese momento reacciono, la pierde mi compañero, 'Ahí' reacciono, viene progresando una jugada, 'Ahí' voy, participo".

Fechas en que jugó el Mundial
Se disputó del 17 de junio al 17 de julio de 1994.

Previo al partido contra Noruega, le avisaron a Luis Antonio “Cadáver” Valdez que iría como titular. Desde ese momento no pudo controlar la ansiedad, sin pensarlo ni un minuto, el delantero pidió a Missael Espinoza que le cortara el pelo con una máquina que llevaban.

Missael le dijo que no era peluquero, pero al verlo tan desesperado, accedió a cortarle por aquí, por allá, incluso le mostró un peinado y pidió que fuera algo similar.

“Es que nos va a ver todo el mundo y quiero llamar la atención con mi corte”, le dijo el “Cadáver” a su compañero de cuarto, que terminó trasquilándolo, fue un desastre.

Al otro día en el desayuno, nadie contuvo la risa y el técnico, Miguel Mejía Barón, le llamó fuerte la atención al ocurrente jugador.

Valdez no pudo dominar los nervios y su actuación fue para el olvido ante Noruega, ni siquiera concluyó los 90 minutos.

Minutos antes de que terminaran los tiempos extra del partido de Octavos de Final entre México y Bulgaria, en la línea de banda, el técnico Miguel Mejía Barón hizo que Hugo Sánchez detuviera su calentamiento, por unos minutos conversaron y el estratega le dio indicaciones, parecía inminente la entrada del “Pentapichichi”, pero luego sin decir nada, el timonel mandó a Hugo a sentarse.

En los penales que definieron el partido, México falló de manera garrafal desde los once pasos, de los cuatro tiradores, solo Claudio Suárez anotó y el sueño del Tricolor para avanzar al quinto partido se esfumó.


“Cuando caminábamos rumbo al vestidor, Hristo Stoichkov me interceptó y dio gracias de que no me hubieran metido porque todos pensaban, ‘ya está calentando Hugo, si entra aquí se acaba todo’“, recordó Sánchez.

Disfruta el documental de GRUPO REFORMA sobre la Selección Mexicana de 1994 #elTriquenoscambio

PRIMERA ENTREGA

DISPONIBLE

SEGUNDA ENTREGA

MAÑANA 18 DE JUNIO

CRÉDITOS

Investigación: Alejandra Benítez, Edgar Contreras

Imágenes: Mexsport, YouTube, IA Grupo Reforma

Video: Germán Rodríguez, Ricardo Navarrete, Eduardo Mata, Samuel Olmedo,

Realización: Samuel Olmedo

Coordinación Gráfica: Fernando Rétiz

Diseño Reforma: Mariel Kaplun, Tania Ramírez, Enrique López, Saúl Garay