El comienzo de todo
El escritor Anthony Burgess concibió la idea para la novela en la que se inspiró el filme del cineasta Stanley Kubrick gracias a diversos sucesos, siendo el ataque que su esposa vivió en 1944 por parte de cuatro soldados estadounidenses en una calle de Londres, con cuatro meses de embarazo, el principal de ellos.
Burgess buscó combinar diversos elementos filosóficos y religiosos con su trama ya que, al ser un devoto cristiano, creía firmemente en que cualquier criminal podría alcanzar su redención, aunque muchas veces era necesario un empujón para lograrlo; por ello, trabajó como hipótesis lo que podría ocurrir si un maleante recibía una terapia conductual para alejarse de la violencia.
Tras gozar del éxito del escrito y de que éste llamara la atención de varios productores de cine, el autor decidió vender los derechos para una adaptación que contemplaba al líder del grupo The Rolling Stones, Mick Jagger, como protagonista, bajo la dirección del cineasta Ken Russell, hecho que no se concretó y por el que la batuta cayó en manos de Kubrick.
El cineasta no estaba interesado en un principio en la novela, ya que se encontraba inmerso en un proyecto sobre Napoleón Bonaparte e ignoró al guionista Terry Southern cuando le entregó una copia; de hecho, si la esposa de Kubrick no le hubiera vuelto a mencionar el escrito y pedido que lo leyera, lo más probable es que la película nunca hubiera existido.
El director de Lolita quedó prendido de Alex DeLarge, personaje protagonista de la trama y por quien él se decidió a dirigir la adaptación. Algunos conocedores de la producción afirman que no realizaría la película si no encontraba al actor perfecto para el papel y, tras hallarlo en el actor Malcolm McDowell, prometió que tampoco la haría si él no aceptaba estar en ella.
McDowell no sólo aceptó protagonizar el largometraje, sino que también se involucró en otros detalles sobre el papel como la elección de su iconico uniforme blanco al mostrarle al director el que él usaba cuando jugaba cricket. “Puedes exudar inteligencia en la pantalla”, le comentó Kubrick al histrión tras verlo trabajar en la cinta If…, de Lindsay Anderson.
Sabías qué…
El nombre de la historia ha causado bastante controversia entre fanáticos y especialistas de la vida de Burgess, quien tiempo atrás dijo que hacía alusión a una expresión londinense: “tan raro como una naranja de relojería”, y al hecho de que su trama buscaba exponer a un ente con color y dulzura similares a los de una fruta ante estímulos pavlovianos.
Otros señalan que en realidad utilizó la palabra “orang” y no “orange”, que aparentemente fue usada por error en la publicación, y que el primer vocablo, proveniente de Malasia (donde él vivió una temporada), significa “hombre”, lo que le daría otro sentido al texto ya que en realidad se llamaría “El Hombre Mecánico”.
El elenco
Malcolm McDowell, Warren Clarke, Michael Tarn y James Marcus interpretaron a Alex DeLarge, Dim, Pete y Georgie, respectivamente.
Philip Stone, Sheila Raynor, Patrick Magee y Adrienne Corri interpretaron al papá y la mamá de Alex, y a Frank y Mary Alexander, respectivamente.
Michael Bates, Carl Duering, Clive Francis y Miriam Karlin interpretaron a el Jefe Guardia Bates, el Doctor Brodsky, el Arrendatario Joe y Catlady Weathers, respectivamente.
Anthony Sharp, Margaret Tyzack, Godfrey Quingley y Madge Ryan interpretaron a el Ministrio Interior Frederick, la Conspiradora Rubinstein, el Cappellán de la Cárcel y la Doctora Branom, respectivamente.
¿De qué trata?
La trama se sitúa en un futuro alterno para el año 1995, en Inglaterra, y sigue a Alex DeLarge, un joven delincuente de 17 años y líder de una pandilla a la que hace llamar “los drugos“, conformada por Pete, George y Dim, a quienes les gusta llamar la atención no sólo por sus particulares looks (un conjunto de jumper y camiseta blancos, y algunos rasgos faciales como pintura y pestañas postizas), sino también por sus personalidades extravagantes.
Alex y sus amigos son el epítome del hedonismo juvenil: gozan del sexo, la música (en el caso de Alex, de cualquier pieza que Beethoven haya inventado) y otras diversiones excéntricas, como violentar con puños y armas (como un bastón con una navaja oculta o unas cadenas de metal) a cualquiera que se interponga en su camino.
Lo que Alex no sabe es que las cosas se le saldrán de control tras una de sus fechorías, en la que él y sus drugos allanan la mansión de un escritor a quien dejan malherido, para luego golpear y violar a su esposa. A partir de ahí, la unión entre sus compinches comenzará a debilitarse por la rebeldía de uno de ellos, Dim, a quien Alex busca aplacar dándole un fuerte castigo.
El rencor de Dim hará que la vida de Alex dé un giro de 180 grados ya que, durante otro ataque a una mujer acaudalada, decide dejarlo malherido para escapar junto al resto del grupo, lo que resulta para el ex líder de los drugos en una sentencia de cárcel de 14 años debido a que la víctima falleció en el ataque, lo que lo convierte en culpable de un asesinato.
Dos años después al joven se le presenta la oportunidad de anular su sentencia y conseguir la libertad condicional… a cambio de someterse a un tratamiento psicológico: el método Ludovico, con el cual un grupo de científicos contratado por el gobierno espera conseguir una forma de acabar con la violencia entre la sociedad. El lado negativo de la propuesta es que puede llegar a ser tan agresiva que la mente de Alex podría quedar maltrecha para siempre.
Para el recuerdo:
Ministro: ¿Qué crimen cometiste?
Alex: El asesinato accidental de una persona, señor.
Guardia Jefe: Él asesinó brutalmente a una mujer, señor, en el intento de un robo. ¡14 años, señor!
Ministro: Excelente. Él es emprendedor, agresivo, extrovertido, joven, atrevido, vicioso. Él funcionará.
Gobernador: Bueno, bueno, aún podríamos mirar en el Bloque C…
Ministro: No, no no. Es suficiente. Él es perfecto. Quiero que me envíen su historial. Este joven matón y vicioso será transformado fuera de todo reconocimiento.
Alex: Muchas gracias por esta oportunidad, señor.
Ministro: Esperemos que logres aprovecharlo al máximo, muchacho.
Reconocida en galas
Premios Óscar: fue nominada en cuatro categorías; Mejor Película, Mejor Director, Mejor Guion Basado en Material de Otro Medio y Mejor Edición.
Premios BAFTA: fue nominada en siete categorías: Mejor Película, Mejor Director, Mejor Fotografía, Mejor Dirección Artística, Mejor Edición, Mejor Guion y Mejor Banda Sonora.
Globos de Oro: fue nominada a Mejor Película de Drama, Mejor Director de una Película y Mejor Actor en una Película de Drama.
Algunas nominaciones importantes: Premios de la Sociedad Nacional de Críticos de Cine de Estados Unidos (3), Gremio de Escritores de Estados Unidos (1), Gremio de Directores de Estados Unidos (1), entre otras.
Algunos triunfos importantes: Mejor Filme Extranjero del Festival de Cine de Venecia, Mejor Presentación Dramática de los Premios Hugo, Mejor Película y Director de los Premios del Círculo de Críticos de Cine de Nueva York, entre otros.
La oveja negra del cine
Desde su estreno, en 1971, la cinta marcó polos muy opuestos en los críticos y el público, ya que mientras algunos alabaron el trabajo de Kubrick al llevar un tema tan cruento en una forma tan realista y detallada, otros quedaron molestos por el exceso de violencia y el mal ejemplo que pregonaba para la sociedad juvenil de ese entonces.
De hecho, en ese sector de la sociedad causó diversos fenómenos en diferentes partes del mundo: mientras que, por ejemplo, en Reino Unido se suscitaron varios crímenes juveniles aparentemente inspirados en la cinta (lo que llevó a Kubrick a pedir que su filme dejara de ser distribuido hasta después de su muerte, en 1991), en España se mantuvo un año entero en carteleras tras retrasarse su estreno cuatro años.
En cambio, el director tuvo que crear una versión especial para Estados Unidos al quitarle 30 segundos de metraje en algunas escenas explícitas, ya que en ese país iban a darle clasificación X, lo que daría un público consumidor demasiado corto; y en Hispanoamérica el filme no se lanzó sino hasta 1977 con clasificación para mayores de 21 años, y recibiendo críticas igual de dispersas.
Aunque a principios del siglo 21 la cinta logró ser catalogada como un trabajo de culto al grado de recibir un reestreno especial en cines internacionales, hay gente a la que dejó impactada de una manera tan negativa que no puede escuchar siquiera su mención, entre ellos el escritor de la novela en la que se inspiró.
A pesar de que en un principio Burgess y Kubrick hicieron muy buenas migas, debido a sus gustos en común y sus opiniones sociopolíticas en sintonía, al escritor no le parecieron varias decisiones del cineasta: en primera, que no contemplara el capítulo final de su novela, que había sido eliminado por error por el editor de la novela en Estados Unidos, edición que el realizador leyó para trabajar el libreto.
En segunda, que lo dejara solo en la defensa del filme tras recibir críticas de violencia glorificada, algo que él nunca intentó crear con su escrito, ya que al ser un cristiano devoto lo que deseaba era criticar los ejemplos de violencia en las decisiones para el bien propio y común… Lo que lleva a la tercera razón: que sintió que Kubrick le dio una interpretación errónea a su obra.
En palabras de Anthony Burgess:
“No estaba muy seguro de lo que estaba defendiendo: al libro, que había sido llamado ‘un pequeño impacto desagradable’, o la película, sobre la que Kubrick guardó silencio. Me di cuenta, no por primera vez, del poco impacto que puede tener incluso un libro escandaloso en comparación con una película. El logro de Kubrick se tragó el mío por completo y, sin embargo, yo fui responsable de lo que algunos llamaron ‘una influencia maligna sobre los jóvenes”.
-Extracto del libro Sexplosion, de Robert Hofler.
Algunos detalles a destacar sobre su recepción:
😮 No sólo en Reino Unido la película fue vetada: en Irlanda tuvo que salir de los cines en abril de 1973, y no regresó sino hasta marzo del 2000; en Singapur obtuvo prohibición de 30 años, y se quiso mostrar con clasificación para mayores de 18 años en 2006, pero su veto se quitó hasta el 2011; en Sudáfrica también se prohibió en 1984, en el régimen del apartheid, y algo similar ocurrió en Brasil, donde no pudo verse debido a un mandato militar eliminado en 1978.
😮 Otro modo que encontró Anthony Burgess de demostrar su enojo con la adaptación fue realizando una propia para teatro, que llamó A Clockwork Orange: A Play with Music, y la cual contiene una referencia directa a Kubrick en las indicaciones de escena durante una secuencia con Alex: “Un hombre con barba, parecido a Stanley Kubrick, aparece en escena, en exquisito contrapunto, con ‘Singin’ In the Rain’ en la trompeta. Es pateado fuera del escenario”.
😮 Aunque gran parte de la crítica no fue muy amable con el largometraje, consiguió romper la taquilla al momento de su estreno, ya que recaudó alrededor de 41 millones de dólares en Estados Unidos, y 73 millones de dólares en el resto del mundo, lo que dio un total de 114 millones de dólares en ganancias, ante un costo de producción de 1.3 millones.
Una historia imposible de olvidar
El largometraje de Kubrick no sólo se convirtió en un parteaguas para la industria tanto en la manera de presentar la violencia en la ficción como del control ejercido en producciones de entretenimiento, sino que también logró inspirar a cientos de realizadores quienes buscaron crear productos que contuvieran la misma sagacidad y fuerza que el filme.
En el cine, por ejemplo, se convirtió en un referente para distopias de ciencia ficción como A Boy and His Dog, THX 1138 y Westworld, al igual que de filmes noir y thriller como Perros de Reserva y Trainspotting. Más recientemente, el personaje de Alex sirvió como inspiración al actor Heath Ledger para su interpretación del Guasón en El Caballero de la Noche, y hasta tuvo un cameo breve en la cinta Space Jam: Una Nueva Era.
Hay varios programas televisivos tanto de animación como teleseries que han hecho tributo y parodiado esta película; entre los más populares se encuentran Los Simpson, con referencias en al menos tres capítulos, o Hannibal, con un detalle sonoro retomado de la trama en su tercera temporada. South Park, Phineas y Ferb y Get a Life son otras producciones que también la han honrado.
Sabías qué…
El autor chino A Yi nombró una de sus más populares novelas a raíz de la primera línea hablada de la película, que fue: “What’s it going to be, eh?” (¿Qué va a ser entonces, eh?).
La novela llegó a América bajo el título de A Perfect Crime, pero la traducción directa del nombre en su idioma original sería: ¿Qué debería hacer después?
De igual forma se convirtió en musa de diversos artistas musicales, como David Bowie, quien empezaba algunos conciertos con la sinfonía de Beethoven que se usa en la película, y que añadió guiños al protagonista en canciones como “Suffragette City” y “Girl Loves Me”.
En cambio, otras estrellas y bandas como John Bonham, de Led Zeppelin; Rosemary’s Babies, Kylie Minogue y Guns N’ Roses llegaron a recrear los icónicos trajes de Alex y sus drugos o escenas de la película para algunos videoclips y presentaciones en vivo, y otros tantos como New Order, Die Toten Hosen, Myslovitz, y más, compusieron canciones con títulos alusivos a las temáticas del filme o con letras que incluyen pasajes del mismo.
Artistas más recientes como Lady Gaga, Rihanna, Artic Monkeys y My Chemical Romance también le hicieron tributo en diversos materiales.