Conafor y Arun Kuchibhotla/Unsplash

Colocar un árbol de Navidad en casa es una tradición de las fiestas decembrinas en el País que data del Segundo Imperio Mexicano, cuando Maximiliano de Habsburgo fomentó esta costumbre europea, señala la Profeco.

Si bien existen ejemplares artificiales, elegir uno natural proveniente de plantaciones nacionales y certificadas es una opción más sustentable, de acuerdo con la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp).

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Ayudan a la naturaleza

Los árboles de Navidad pueden crecer en viveros o plantaciones forestales comerciales que son certificadas por sus buenas prácticas por la Comisión Nacional Forestal (Conafor) u organizaciones internacionales como el Consejo de Administración Forestal (FSC, por sus siglas en inglés).

Son zonas donde anteriormente se realizaban actividades agrícolas y/o ganaderas, así que quedaron degradadas. Otra posibilidad es que eran improductivas por la dificultad para sembrar.

¿Cuáles son sus beneficios?
Reforestamos México

Al plantar estos arbolitos, no sólo se contribuye a restaurar terrenos degradados, sino que se recuperan los servicios ambientales de las tierras.

Mientras están plantados (de 5 a 10 años), sirven como refugio para animales, ayudan a recuperar el suelo y capturan dióxido de carbono (CO2), así que son aliados contra el cambio climático.

Además facilitan la filtración del agua al subsuelo, refrescan el clima, disminuyen la velocidad del viento y enriquecen los suelos con materia orgánica.

Evitan deforestación

Sobre los árboles de Navidad a veces se dice que son extraídos de bosques naturales, pero ese no es el caso de las plantaciones certificadas.

Ahí los arbolitos son plantados, cultivados y cosechados para su venta durante la temporada decembrina.

A lo largo de todo el año son cuidados y podados para darles su característica forma de cono.

Una vez que son cosechados, se planta otro para continuar los beneficios ambientales, económicos y sociales, dado que también generan empleos e ingresos a los productores y en las plantaciones suelen llevarse a cabo actividades de ecoturismo.

¿Y después?

Gabriel Jimenez/Unsplash

Al concluir la temporada navideña, los árboles pueden ser llevados a centros de acopio para ser triturados. Serán devueltos a la tierra en forma de composta.

Un par de alternativas son:
▪️Adquirir un arbolito natural en maceta. Se puede plantar en un jardín tras las fiestas.
▪️Rentar un árbol de Navidad. Al finalizar la temporada, vuelve a su plantación para seguir beneficiando a las personas y a la naturaleza.

¿Dónde comprar?

Conafor

▪️La Conafor cuenta con un Directorio de Árboles de Navidad con opciones en distintas entidades del País. Adquirir un arbolito de estos productores es garantía de prácticas sustentables.
▪️Árboles de Navidad “Villa del Carbón” son los únicos productores de México certificados por FSC.


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