Cuando era Secretario de Trabajo de la Asociación Nacional de Actores (ANDA), Alejandro Calva recibió una llamada de un delegado para decirle que un actor menor de edad llevaba ocho horas dentro de un pozo con agua, tiritando de frío y el productor no quería detener la grabación.

“Tuve que ir personalmente a parar la producción porque (el infante) no podía seguir trabajando. El director y el productor decían: ‘¿Qué prefieren, que vuelva a meterse el niño al día siguiente? Mejor lo hacemos rápido’.

“El papá y el productor estaban de acuerdo, lo tenían ahí y yo tuve que ir a hablar con el productor y decirle: ‘Maestro, no puede tener a un niño ocho horas metido en el agua fría, ¿qué te pasa? ¿En qué cabeza cabe?’”, recuerda Calva, con indignación, en una entrevista exclusiva. En un caso ideal, dice, el líquido debió estar mínimamente tibio, el pozo simulado y no profundo y las horas de grabación no tenían que pasar de seis.

El que la Ley Federal del Trabajo, en sus artículos 175 Bis y 362, no considere como empleo las actividades artísticas que realizan los niños bajo la supervisión, el cuidado y responsabilidad de los padres o tutores y que les impida asociarse a un sindicato (a menores de 15 años) ha sido un obstáculo para que la ANDA garantice sus derechos, coinciden Marco Treviño, secretario general; Alejandro Cuétara, secretario del exterior y Lourdes Gazza, secretaria de trabajo.

“El artículo 175 Bis prohibe el trabajo infantil, cosa que aplaudimos y necesita regularse en este País y en todo el mundo, y agradecemos a los legisladores que exista ese artículo. Aún así, deja unas puertas abiertas que necesitamos cerrar para proteger a nuestros niños y niñas artistas”, considera Treviño. 

“De parte de los legisladores se busca proteger a los niños diciendo ‘no pueden trabajar’, pero de facto los niños trabajan (en la industria del entretenimiento). No podemos negar que trabajan. ¿Cómo le hacemos para protegerlos? Esa es la realidad, hay que aplicar reglas para esa realidad”, agrega. 

Por ello, presentaron una iniciativa de reforma a ese artículo, con la que pretenden garantizar y evitar que los patrones abusen del trabajo infantil de los mil 760 agremiados y demás niños intérpretes, pues algunos productores se valen de esas leyes para no pagarles (bajo el argumento que hacerlo sería reconocer el trabajo infantil), o los someten a más de seis horas de labores y ponen en riesgo su integridad, como en el caso citado.

La propuesta se intentó mandar desde 2018, pero “no movieron ni un dedo” y les dieron “con la puerta en la nariz”, pues no hubo interés ni retroalimentación de los legisladores ni diputados de la Comisión de Cultura de la Primera Legislatura del Congreso de la Ciudad de México (2018-2022), comparten.

Finalmente, decidieron contratar a lobistas profesionales (como el abogado Efraín Delgadillo Mejía), quienes prepararon las reformas, investigaron e hicieron el trabajo previo para después “cabildear” y hacerles llegar esta propuesta a senadores y diputados que estuvieran interesados en apoyar.

“Esto se metió desde diciembre del año pasado, pero como llegaron 17 reformas de presidencia, pues se fue ‘a la cola’”, comenta Cuétara.
En un foro en el que presentaron la iniciativa por los derechos de los artistas menores de edad, en el lobby del Teatro Jorge Negrete, Delgadillo Mejía aseveró que en estas condiciones se violan los derechos fundamentales de los niños actores, como a la educación, la alimentación, la salud, así como el juego y descanso. 

“Un niño que trabaja 12 horas no tiene derecho a la educación. Un niño que está trabajando de las 6:00 a las 2:00 de la mañana no se alimenta bien.

“¿Cómo le vamos a hacer con una ley que no reconoce esos derechos? Aparte si vamos y pedimos apoyo a nuestro sindicato y nuestro sindicato se encuentra atado de manos y la ley es imperfecta… ¿quién los va a proteger?”, lamenta.

 

Pagan impuestos

Aunque no son considerados trabajadores, paradójicamente los niños tienen que darse de alta en Hacienda y pagar impuestos, aunque no reciben los mismos beneficios que los adultos, revelan.

“Un niño que contratan para que vaya a hacer la telenovela y que pasa por ANDA tiene que tener su homoclave, si no, no se puede venir a dar de alta, tiene que sacar su RFC”, dice Calva.

“No es por ANDA, sino porque no le pagan, más ahora que está súper controlado y no hay outsourcing ni intermediario, ni el mismo manager puede cobrar por nosotros, antes había sus excepciones y pago en efectivo y todas estas irregularidades”, completa Gazza.

Así los protegen, pero...

Aunque no siempre se cumplen, la Asociación Nacional de Actores otorga contratos colectivos que pactan:

  •  Jornadas de seis horas con descansos.
  •  Acompañamiento del padre o tutor legal.
  • Alimentación.
  •  Transporte.
  • Espacios seguros e independientes de personas adultas.
  •  Remuneración justa y pago de horas extra.
 

... productores sacan ventaja de ley

Parte de la responsabilidad del productor, si va a trabajar con niños, es hacer talleres con anticipación, contratar coaches de actuación infantil y algunos hasta tienen una figura encargada de llevar a los bebés de su área de descanso al set y vigilar que estén en un ambiente fuera de adultos, pero depende de qué tan comprometida está la producción, plantea Alejandro Cuétara, secretario del exterior de la ANDA.

“Los castings son procesos largos para, desde ahí, ver si el niño tiene o no el interés por sí mismo (de actuar) o está empujado por alguien más.

“Tuve la oportunidad de trabajar en una producción inglesa y el asistente de dirección había asistido en Harry Potter y la Cámara Secreta y la filmación se fue a un año porque ahí los niños trabajan solamente seis horas, no existen horas extras.

 Cada hora y media paran, tienen media hora de descanso y a la mitad (de la jornada) hay un rato para comer y para estudiar. El gobierno pone a alguien al cuidado de los niños y al momento de llegar la hora, así sea a media toma, se atraviesa, toma al niño de la mano y dice: ‘Ya es hora’, y todo el mundo dice: ‘Adelante, pase’”, relata el actor de la serie ¿Qué Pasó Con Sara?, quien espera que se llegue a esas condiciones en el País.

El tema es que algunas empresas se excusan en los artículos 175 Bis y 362 de la Ley Federal del Trabajo para evadir responsabilidades laborales, argumentando que el trabajo de menores no está plenamente reconocido por la ley. Por ello, la ANDA busca reformar esos artículos. 

Alejandro Calva, ex secretario de trabajo de la ANDA, refiere tres tipos de productores: los excelentes, regulares y pésimos. Los primeros cuidarán bien de sus infantes, los segundos presentarán algunos problemas y tendrán que salvar a niños “de un pozo con agua o de un arnés porque se quedaron dormidos”.

“Y luego está los infiernos, no queremos hablar de nombres, pero hay uno que no les paga a los actores directamente si son niños. Hace un trato con el papá o la mamá.

“Pero no hay (pago de) horas extras, regalías, no hay nada. Los llevan, los explotan con la complicidad del papá y nosotros no podemos hacer nada porque los abogados dicen: ‘Uy, no, es que si nosotros asumimos que él es un trabajador, estamos violando la ley’, no se firman contratos colectivos y esa es la terrible historia de muchísimos niños que trabajan en esa televisora”, lamenta el intérprete de Yuyo en Ojitos de Huevo.

“Y sus abogados dijeron: ‘Cambien la ley’… ¡pues vamos a cambiar la ley!”, remata Cuétara.

Alejandro Cuétara, secretario del exterior de la ANDA

En constante vigilancia

Para asegurarse que se lleven a cabo sus protocolos, la ANDA cuenta con un comisionado que se encuentra en el lugar de trabajo. 

“Llega con el primer actor y se va con el último actor y él es el que está todo el tiempo verificando que ese contrato colectivo se respete.

“Si no se le ha dado descanso a ese niño, si no se le ha dado comida, lo va a solicitar, va a estar ahí para cumplir ese contrato colectivo de adultos, niños”, señala Lourdes Gazza, secretaria de trabajo de la asociación.

“Hay casos en el que los infantes quieren salir en la tele y los papás dicen ‘está bien ’, y en donde la niña o el niño se siente pleno, plena. Por otro lado están las mamás y los papás que ven como un negocio esto y convencen a sus hijos de trabajar en la actuación”.

Marco Treviño, secretario de la ANDA.

Marco Treviño, secretario de la ANDA

¿Y en Estados Unidos?

La lucha por asegurar los derechos de los niños actores ha sido compleja y generalmente se han impulsado leyes en Estados Unidos por casos en los que las estrellas infantes se han visto vulneradas.

El primer hito en esta materia ocurrió en Los Ángeles, California, en 1939, impulsado por la vivencia de Jackie Coogan, quien fue descubierto en 1919 por Charlie Chaplin y saltó a la fama junto con él en The Kid (1921).

Aunque tuvo una carrera prolífica, a sus 21 años, tras la muerte de su papá y el declive de su carrera, se dio cuenta que sus padres se habían gastado sus ganancias.

En ese momento, la ley de California indicaba que los ingresos del menor pertenecían a sus progenitores, pero Jackie no se quedó con las manos cruzadas y demandó a su madre y padrastro.

Aunque no recuperó todo su dinero, hizo eco y la legislatura estatal de California promulgó una ley en su nombre, que entró en vigor en 1939. Pero las lagunas legales permitieron que los padres de otros niños artistas continuaran robando a sus hijos de forma discreta y encubierta.

Fue hasta el 1 de enero de 2000 que se reconoció que las ganancias de los menores les pertenecían a ellos. Se exigió que el 15 por ciento se reservara en una cuenta fiduciaria bloqueada, a la que los actores podrían tener acceso a los 18 años.

También se han desarrollado disposiciones entre el Sindicato de Actores de Cine-Federación Estadounidense de Artistas de Radio y Televisión (SAG-AFTRA) y los productores para garantizar un entorno adecuado para el menor y que las condiciones no perjudiquen la salud, la moral y la seguridad de los menores.

California no es el único lugar en Estados Unidos donde se han desarrollado este tipo de leyes, también se ha regulado en Nueva York, Illinois, entre otros.

Claridad ante todo

El productor está obligado a notificar a padres o tutores los términos y condiciones del empleo, como lugar y duración del trabajo, habilidades especiales (si son necesarias).

Se tiene que tramitar un permiso de trabajo, al principio de 10 días, para los noveles, con un costo de 50 dólares (en línea), y luego uno válido por 6 meses, que puede ser renovado sin costo, según el Departamento de Relaciones Industriales de California. 

En la oficina de producción debe haber un resumen de las leyes estatales aplicables al trabajo infantil disponible en todo momento. 

Las jornadas están limitadas: 6 horas para los menores de seis años; 8 para los de seis y ocho años y 9 para personas de nueve a 17 años. 

El trabajo no puede comenzar antes de las 5:00 horas ni terminar después de las 12:30. Se tiene que garantizar un periodo de descanso de 12 horas antes y después del empleo: si el niño tiene que estar en la escuela a las 8:30 del jueves, tendrá que terminar su jornada antes de las 20:30 del miércoles, ejemplifica el SAG-AFTRA.

Para los actores de 14 años en adelante es fundamental una capacitación para prevenir el acoso sexual.

Derecho a la educación

Si trabajan tres o más días consecutivos, el productor se compromete a emplear a un profesor, cuyo pago correrá a su cargo.
Deberá proporcionar una instalación adecuada para las clases, que se aproxime a los requisitos básicos de las aulas (iluminación, calefacción, pupitres y sillas). 

Si no tiene llamados, puede asistir a la escuela regular, aunque depende del padre o tutor si así lo desea, pues podrían optar por educar al menor en el set o en el domicilio del niño o del maestro.

Será el profesor el que determine el número de horas necesarias, que van de 20 minutos a tres horas por día.

Supervisión

El maestro es el principal responsable de la educación y supervisión del menor, pero esto no exime a los padres o tutores a estar presentes, al alcance de la vista y el oído en todo momento en las grabaciones.

Si los progenitores no pudieran acompañar al menor, tendrán que asignar a un tutor que será aprobado por la producción y por el profesor.

La edad mínima del tutor es de 18 años, debe tener un permiso por escrito de los progenitores y mostrar madurez para que se dé el visto bueno al nombramiento.
También se asignará a una persona en el set para coordinar cualquier asunto relacionado con su bienestar.

Durante las grabaciones

  • Está prohibido que el camerino sea ocupado por un menor y un adulto o niño del sexo opuesto.
  • Debe haber un lugar para el descanso y esparcimiento.
  •  Los padres o tutores deben entregar un consentimiento escrito para la atención médica en caso de emergencia; si no están de acuerdo, al menos dar permiso para que sean atendidos de manera externa a la producción.
  • No se les puede exigir hacer alguna actividad que ponga en peligro su integridad física y su vida.
  • Se avisará si está prevista alguna actividad física o acrobática.
  • Hay leyes adicionales que los protegen en situaciones específicas, como estafas de talento y depredadores sexuales.

¡Explotados!

Shirley Temple

Incursionó en la actuación a los tres años, pero aunque se convirtió en una gran estrella y se le atribuye haber salvado de la bancarrota a Fox Studios, su experiencia como niña actriz no fue buena. 

Reveló a la BBC que el set no era un lugar agradable para los niños, pues los castigaban si se portaban mal metiéndolos a unas cajas oscuras.
Aunque era la niña mejor pagada, su dinero pasó de 3 mil 200 millones de dólares a 44 mil por la mala administración de su padre, quien había invertido el dinero y perdió gran parte de él.

En su autobiografía “Child Star” reflexionó sobre cómo la mayoría de las películas que hizo eran “una explotación cínica” de su “inocencia infantil” y “en ocasiones eran racistas o sexistas”.

Judy Garland

Aunque pareciera haber cumplido un sueño al interpretar a Dorothy en El Mago de Oz, cinta que la catapultó a la fama, Garland vivió un infierno.
Aseguró que la verdadera Bruja Malvada del Oeste era su madre, Ethel Marian, quien determinada a que tuviera éxito, la obligó a adaptarse a un horario extenuante para que lograra éxito.
Fue abusada sexualmente por jefes del estudio MGM, quienes además le recomendaron pastillas para adelgazar bajo el argumento de que su belleza no era suficiente en comparación con la de sus colegas, además de estimulantes y calmantes para que pudiera con las largas jornadas de trabajo.
Recayó en el abuso de drogas y alcohol y tuvo una muerte prematura a los 47 años por una sobredosis de barbitúricos. Hacia el final de sus días estaba en bancarrota.

Macaulay Culkin

La estrella de la película Mi Pobre Angelito sufrió abuso psicológico, explotación laboral, educación deficiente y se convirtió en el sostén económico de su familia desde su niñez. Los problemas se hicieron más complicados cuando sus padres, Christopher Cornelius “Kit” Culkin y Patricia Brentrup, se separaron. 

Tras una disputa por la custodia de él y sus siete hermanos, y por la fortuna de Macaulay, el actor, de entonces 15 años, decidió demandar a sus padres para que los destituyeran de su tutela legal sobre su fortuna de 17 millones de dólares. El contador de la familia, Billy Breitner, quedó a cargo de sus finanzas, hasta que él cumplió 18 años.

 

Michael Jackson

El “Rey del Pop” tuvo una infancia llena de abusos físicos y mentales por parte de su papá, el ex boxeador Joe Jackson. Era tal su temor que incluso sólo al verlo se quedaba bloqueado y comenzaba a sentirse mal y con náuseas, comentó a Oprah Winfrey.

La mano de hierro del patriarca era implacable: Michael y sus hermanos, Jackie, Tito, Jermaine, Marlon, La Toya y Janet no podían llamarlo papá, los golpeaba con el cinturón o lo que tuviera a la mano, no los dejaba salir a jugar con otros niños y cuando formó los Jackson 5 ensayaban cinco horas al día después de la escuela; si se equivocaban en una coreografía los hacía romper una rama de un árbol y les pegaba con ella.

Utilizaba las inseguridades de Michael en su contra. Por ejemplo, él se sentía acomplejado por el tamaño de su nariz, entonces le puso un apodo sobre ese rasgo físico.

Información: Josué Canela

Diseño: Fernanda Téllez

Fotos: Archivo, redes sociales de los artistas.
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