Nirvana Hank
Así como la cicatriz en forma de corazón de su pierna izquierda, la vida de Nirvana Hank sanó luego de haber sufrido años de dolor y culpa que la orillaron a autolesionarse y caer en el
alcoholismo.
“Fui una niña bastante seria e introvertida, sumamente penosa y nunca hubo indicadores para que mi familia se diera cuenta de que tenía problemas emocionales; no sospecharon nada porque no existieron conductas notorias”, explicó Nirvana Hank, hija de Jorge Hank Rhon.
“Sin embargo, dentro de mí sentía algo extraño, no dejaba de pensar en lo que pasaba en mi cabeza, distorsionaba la realidad, hacía muchos berrinches y corajes, nada fuera de lo normal, aparentemente”.
Con 12 años de edad, su personalidad se agravó luego del lamentable fallecimiento, el 8 de septiembre de 2012, de su madre, María Elvia Amaya, quien ocultó su batalla contra el cáncer hasta que se hizo evidente.
“Llevaba años enferma, pero solo unos meses que había perdido el cabello, usaba pelucas, una vez me pidió que cerrara los ojos para que no viera cuando se la cambiaba, yo no entendía por qué estaba débil y que sus últimos días se aproximaban”, dijo la hija menor de Jorge Hank Rhon.
“Cuando finalmente muere, para mí fue un shock, no comprendía tantas cosas, acepté su partida hasta un año después, creía que algún día iba a regresar, a ella le gustaba mucho España, entonces pensaba que me estaba esperando allá”, agregó Nirvana Hank.
Este enero, Nirvana Hank celebró el cumpleaños de su papá, Jorge Hank Rhon, en Tijuana.
El odio hacia Dios y la impotencia por ver a sus hermanos sufrir, en especial a su cuate, Jorgecarlos, dominaron su mente; la ira no le permitió pedir ni aceptar ayuda y la solución que encontró fue lastimarse con una navaja, a diario, durante seis años.
“Sentía satisfacción porque me liberaba de mi coraje hacia mí misma, pues por mucho tiempo me culpé por no haber pasado más momentos con mi mamá ni haberle dicho más veces que la quería”, expresó Nirvana Hank.
“Durante todo ese tiempo mi familia estuvo conmigo, todos los hijos de mi mamá se acercaron, pero yo no lo permitía, me molestaba que lo hicieran, los corría, no podía controlarme, me sentía sola y perdida”.
A los 16 años, Nirvana Hank encontró en la fiesta un refugio y, a los 18, debido a que quería usar bikinis, cambió las cortaduras que se hacía en las piernas, por el alcohol.
“Se convirtió en mi nueva forma de inhibir mis emociones y callar mi cabeza, era una gran fuga, me encantó; al principio me la pasaba súper bien con los demás, después terminé tomando sola y deprimida”, detalló quien desde hace siete meses mantiene un noviazgo con el jinete sonorense José Saavedra.

Quiero romper con el estereotipo de que el alcoholismo es una debilidad y vergüenza para la familia, que entienda la gente que es una enfermedad común, muchas personas la padecemos, pero no todos se atreven a decirlo”.

Nirvana Hank
Radicando en la Ciudad de México, Nirvana Hank rechazó los consejos que sus conocidos le hicieron por su bienestar, hasta que con el inicio de la pandemia, en 2020, regresó a su hogar, en Tijuana.
“Pude abrir los ojos, vi la realidad que yo misma creé, ya no tenía amigos, me había peleado con todos mis hermanos, ya no estaba estudiando la universidad, no tenía nada, me di cuenta, por primera vez en mi vida, que ya no quería vivir así”, comentó.
Con el amor incondicional de su padre, Jorge Hank Rhon, el 28 de mayo de ese año, la amante de los animales comenzó su rehabilitación en una clínica durante cerca de seis meses, para luego incorporarse a una casa de medio camino por un año más.

GALOPA A LA FELICIDAD

Nirvana Hank
De vuelta en la Capital, sobria y sin ninguna recaída, Nirvana Hank, fanática de The Weeknd, retomó su mayor pasión desde que era una niña, la equitación, en la escuela de Nicolás Pizarro.
“Quería regresar a full, saltar lo más alto que pudiera y ganar todo, pero mi entrenador me calmó y me explicó que mi proyecto era de largo plazo, así que empecé con 1.10 metros de altura, después 1.20 y ahora estoy a 1.30, me siento en las nubes”, compartió la amazona.
Junto a “Texcoco LS”, “Mi Cassino” y “Go de H”, Nirvana Hank ha recorrido los centros ecuestres más importantes del País; sin embargo, su favorito es el Club Hípico Caliente, donde, junto a sus seres queridos, concluyó sana el primer semestre del 2022.
“Es un sentimiento que desde hace mucho no sentía, competir frente a mi papá, todos mis hermanos y mis amigos de la infancia fue muy bonito, todos me apoyan, están orgullosos de mí, me entienden, están abiertos a escucharme, me encanta”, expresó la también amante de la  lectura.

¿QUIÉN ES NIRVANA HANK?

+ Es la hija menor del empresario y político
Jorge Hank Rhon y de la ex diputada federal María Elvia Amaya Araujo (q.e.p.d.)
+ Edad: 22 años
+ Tiene un hermano cuate, Jorgecarlos
+ Su novio es el jinete sonorense de salto José Saavedra
+ Tiene tres perros: 'Reabella', 'Ípico' y 'Sevilla'

Mi objetivo es transmitir este mensaje a los demás, que se confronten y pidan ayuda, porque, a pesar de que estuvo mucha gente que me amaba a mi alrededor, me hubiera gustado escuchar, a mis 12 años, a alguien como la mujer que soy el día de hoy; me gusta creer que puedo ser esa persona para alguien más”.

Fue a través de su propia cuenta de Instagram, donde Nirvana Hank contó, a finales de junio, cómo tomó la decisión de abrir el tema de su alcoholismo tanto a su familia como a sus seguidores.