Arrastramos 3.5 toneladas, trepamos por una inmensa roca y fuimos a fondo en una carretera de pendientes y curvas: pasé todo el día manejando la nueva Nissan Frontier y no llegó el momento en el que ésta llegara a sentirse fuera de su zona de confort.

La pickup de Nissan fue recientemente renovada con un aspecto que la hace lucir mucho más imponente. El cofre ganó altura, la parrilla mudó de diseño y los faros sumaron proyectores cuádruples así como luces diurnas en forma de C.

Una actualización que, no obstante, no se quedó en el plano estético. También recibió mejoras en la suspensión y la dirección. Algo que pude comprobar al conducir la versión Platinum con motor de gasolina en la Autopista México-Cuernavaca.

Ahí, poco importaron sus dimensiones, dentro de las que hay que considerar la caja de 1.5 metros de largo; esta versión, con tracción 4×2, se comportó más como un SUV que como un vehículo de trabajo, avanzó sin sobresaltos en el eje trasero y bastante bien plantada en el asfalto. Eso sí, fue necesario imprimir un poco de fuerza en el volante al tomar una curva.

Otra de las mejoras que se perciben a alta velocidad es la insonorización alcanzada con el mayor uso de materiales aislantes y que permiten al conductor concentrarse en el manejo y disfrutar del equipo de sonido con 6 altavoces y cuyo sistema de infoentretenimiento ahora cuenta con Apple CarPlay.

Esta versión Platinum ahora también se encuentra disponible con el motor diesel que, además de tracción 4×4, incrementa, y a lo grande, la capacidad de arrastre de la Nissan. Mientras que con motor de gasolina, puede tirar de poco más de una tonelada, con la motorización diesel se puede jalar hasta 3.5.

Para comprobarlo, me puse a bordo de esta versión, y a lo largo de 12 metros arrastré no sólo un tractor sino también un remolque cargado con arena. En conjunto, habría de mover 3 mil 700 kilos.

Yo esperaba dificultades para dar el primer jalón, pero eso no ocurrió. El motor diesel entrega el torque máximo, de 332 libras-pie, desde las 2 mil revoluciones por minuto por lo que, prácticamente, desde que comencé a acelerar la camioneta estaba lista para completar esta tarea. Incluso, con los 200 kilos extra.

Pero la nueva Frontier tiene también un lado muy, pero muy, aventurero. Con el facelift, también se presentó la variante Pro-4X, con parrilla en color negro, detalles debajo de ésta en color naranja, y la disponibilidad de una pintura color gris que tiene la particularidad de disimular la tierra y los rayones. Así de ruda es.

Con esta variante, equipada con motor de gasolina, me tocó salir a una aventura en off road. Nos internamos por veredas de piedra suelta y angostas pendientes de terracería, donde fue necesario usar todo el abanico de equipamiento de la Pro-4X.

No sólo activamos la caja reductora y la tracción 4×4, también aprovechamos el sistema de cámaras que permiten estar alerta de piedras o zanjas en los puntos ciegos, al tiempo que el sistema de descenso en pendiente controló la velocidad de forma automática al bajar por una roca, en un camino que en absoluto aparecía en el mapa del sistema de navegación.

Incluso, pusimos a prueba su capacidad de vadeo al realizar cinco cruces de río, el más profundo, con el agua llegando hasta el borde inferior de las puertas de la camioneta.

En total, pasé 300 kilómetros a bordo de la gama de la nueva Frontier, y resultó que no sólo es multipropósito sino también incansable.