BASADA EN HECHOS REALES

Nomadland, la película de Chloé Zhao vencedora la noche de este domingo en los Globos de Oro y favorita para los Óscar, se basa en una investigación de varios años que la periodista Jessica Bruder plasmó en el libro del mismo título publicado originalmente en 2017 en Estados Unidos.

Bruder se lanzó a la carretera para descubrir la penúltima estafa del sueño americano y denunciar el lado oscuro de la economía estadounidense, pero a la vez dignificar y celebrar la capacidad de reinvención de los nuevos desheredados del sistema.

Tras las crisis de 2008, decenas de miles de estadounidenses se vieron arruinados y sin poder pagar sus hipotecas o alquileres al alza, después de vidas enteras encadenando trabajos con salarios bajos y sin posibilidad de cobrar una jubilación.

NÓMADAS EN SU PROPIA TIERRA

La vida nómada se presentó ante ellos cómo la única posibilidad de salir a flote; eso sí: trabajando duramente para poder llenar el estómago y el depósito de gasolina, según cuenta Bruder.

Se convirtieron en temporeros en los campos de remolacha de Dakota del Norte, trabajadores multitarea (desde limpieza de inodoros a registro e información de campistas) en los campamentos de verano del National Forest de California, o ayudantes de almacén clasificando productos a toda velocidad para Amazon en la campaña de Navidad en su nave de Texas.

Para los empleadores, son mano de obra barata que causa pocos problemas y de la que es fácil prescindir.

Especialmente inconcebible resulta la imagen que describe Bruder de una multitud de trabajadores en edad de jubilación que labora al límite de sus fuerzas para que el resto de estadounidenses reciba a tiempo en sus casas sus regalos de Navidad.

El trato que dispensa Amazon al personal empleado en sus almacenes ha sido noticia en varias ocasiones en Estados Unidos desde 2011, cuando el periódico Morning Call, de Allentown, reveló condiciones de explotación similares a los talleres clandestinos.

La mayoría de estas personas nunca imaginaron que podrían acabar así; creían estar más o menos a salvo en su condición de clase media.

En el libro se habla por ejemplo de un antiguo taxista de San Francisco de 67 años; de un ex director artístico de una agencia publicitaria de 62; y de una ex periodista radiofónica de 77.

LA TRAMA DE NOMADLAND

El personaje que interpreta Frances McDormand en la película está inspirado en Linda May, una mujer de 64 años que de un día para otro se vio durmiendo en un diván en la entrada de la casa de su hija, con su yerno y sus tres nietos.

Siendo la mayor de tres hermanos, con un padre alcohólico y una madre en depresión crónica, May abandonó la secundaria para empezar a trabajar, aunque con los años retomó sus estudios hasta el punto de graduarse y obtener un diploma universitario, además de criar dos hijas prácticamente sola.

Trabajó duro toda su vida en diversos empleos como conductora de camión, camarera, contratista de obras, propietaria de un negocio de suelos de parqué, ejecutiva de seguros, empleada de la Agencia Tributaria, cuidadora en un centro de lesiones cerebrales traumáticas, y más.

Al borde de la desesperación, descubrió en internet unos tutoriales de un hombre llamado Bob Wells quien ofrecía todo tipo de consejos útiles para escapar de la sociedad de consumo y vivir una vida nómada con lo imprescindible.

Tanto Linda May como Bob Wells, y otros nómadas reales a los que Bruder conoció a lo largo de tres años de convivencia con ellos, han participado en la película de Zhao como mentores y compañeros de la protagonista en este viaje a lo largo y ancho del Oeste estadounidese.

La película, ganadora del León de Oro en el pasado Festival de Venecia, entre otros galardones, se estrenó en Estados Unidos hace apenas 10 días, el 19 de febrero.