Sofía Gallegos Cibrián (izq. a der.) Miguel Covarrubias, Iveth Luna Flores y Margarito Cuéllar.

‘OXÍGENO’ PARA LA CIUDAD

“La poesía siempre es oxígeno”, afirmó ayer el escritor Margarito Cuéllar en una lectura de obra en el Encuentro Internacional de Poesía “El Oro de los Tigres”, en el primer día de UANLeer 2025.

La poesía, indicó, se sobrepone pese a ciudades incendiadas y malos gobernantes.

El autor de libros como En el hotel de la vida todos somos extranjeros y Teoría de la belleza leyó en el evento poemas suyos como “Orientación vocacional” y “Alergia”.

Sobre la ciudad en llamas a la que se refirió Cuéllar, la joven escritora Iveth Luna Flores presentó un poema inédito sobre “el día negro de Nuevo León”, inspirado en la jornada que vivió Monterrey el 4 de marzo con vientos, contaminación e incendios.

La autora de Comunidad Terapéutica y Mis amigas están cansadas también tuvo palabras para el Río Santa Catarina, fuente de inspiración de otro de sus poemas recientes.

La lectura unió dos generaciones de poetas: los consagrados, Miguel Covarrubias y Cuéllar, y las emergentes, Sofía Gallegos Cibrián y Luna Flores.

Gallegos, autora de Carne para hamburguesa, aludió a la naturaleza en su obra de corte confesional.

El poeta, historiador y editor Miguel Covarrubias cerró el evento con fragmentos de Pandora y Para alcanzar al traidor.

Francisco Segovia (izq. a der), Selma Ancira, José Javier Villarreal y Aurora Luque.

‘TRADUCIR ES ACTO DE AMOR’

Traducir es un acto de amor, dijo anoche el poeta y traductor del portugués José Javier Villarreal, Secretario de Extensión y Cultura de la UANL, en el Encuentro Internacional de Poesía “El Oro de los Tigres”.

“Es un acto de amor porque hay esa urgencia de compartir aquello que se está descubriendo”.

La traductora española de griego y latín Aurora Luque habló de esta disciplina como una hospitalidad recíproca: “El autor se hospeda en su propio texto, tiene su casa en su lengua, y el traductor acude a pedir acogida”.

Cuando se lee buscando traducir, dijo, no se hace una lectura común.

“Lees pidiendo que te dejen entrar, abriendo las puertas del laboratorio del autor”.

La mexicana Selma Ancira, traductora del ruso y griego, refirió la idea en que se compara al oficio con la traición, ya que el traductor hace su propia versión del texto.

“Cuando ya tienes la libertad de traicionar es porque ya has recorrido mucho camino de la traducción”, dijo.

El poeta y traductor Francisco Segovia comentó que la literalidad en una traducción no existe, porque entonces no se realizaría de forma correcta el acto de traducir.