Con “no se nace mujer, se llega a serlo”, una de las declaraciones más incendiarias de su ensayo El segundo sexo, Simone de Beauvoir se convirtió en el rostro de la segunda ola del feminismo, que surgió en los años 60.
La filósofa existencialista afirmó que “ser mujer” es más que un hecho biológico: es una construcción social que condiciona a las mujeres a roles secundarios frente a los hombres.
En su icónico ensayo, la filósofa formada en La Sorbona de París recapituló la vida de las mujeres desde tiempos históricos hasta la modernidad mediante complejas afirmaciones que causaron revuelo en 1949, año de la publicación del libro.
Creyente sólo de la literatura con compromiso, indicó que la solución al sometimiento de las mujeres se encuentra en su emancipación a través de la igualdad con los hombres, concepto emblemático del movimiento feminista.