“Es un medicamento que va dirigido contra las bacterias”, señala Camero Garza, “es exclusivamente con acción bacteriana, no sirve para virus ni parásitos, es nada más contra bacterias”.
Para que la población conozca el impacto de un uso erróneo en medicamentos, la Organización Mundial de la Salud impulsa desde el 2020 la Semana Mundial de Concientización sobre el Uso de los Antibióticos del 18 al 24 de noviembre.
El infectólogo da un ejemplo de la magnitud del problema: el 80 por ciento de las infecciones en vías respiratorias es de origen viral, lo que significa que no se necesita un antibiótico, pero en muchas ocasiones hay una indicación médica equivocada.
Mientras que en otros casos ocurre que las personas se automedican o les insisten a los doctores que les receten antibióticos, pese a que los especialistas les explican que es una infección respiratoria con duración de entre cinco a siete días.
“Con una infección viral, un dolor de garganta, un resfriado, el típico, un proceso gripal, utilizamos un antibiótico que está mal indicado”, dice Camero Garza.
“En un futuro esa persona tiene una infección de orina y le damos el mismo medicamento, inclusive de otro grupo y otra potencia, y ya no funciona”.
Actualmente se enfrentan a que con la llegada de la época invernal se da un incremento de infecciones virales por influenza y muchas personas usan antibióticos.
“Uno de los grandes errores (de los médicos) es decir: ‘parece influenza, pero le voy a dar antibióticos’, cuando en realidad el antibiótico no va a ser efectivo contra el virus”, comparte.