CHIMALISTAC, CIUDAD DE MÉXICO

¿Dónde aparece? En Santa, de Federico Gamboa
En Chimalistac, en una blanca casita entre pájaros y flores, Santa pasó su infancia hasta que una desgracia la obligó a refugiarse en un burdel de la capital del País.
No es un muy grande, pero la señorial colonia, en la Alcaldía Álvaro Obregón, tiene mucha historia: algunas de sus edificaciones son del siglo 17.
La fama que el libro de 1903 de Gamboa le dio al lugar fue tanta que hay una plaza nombrada en su honor; ahí hay un busto con su figura. También tiene una calle con el nombre de la protagonista. Desde 2012 el barrio se mantiene bajo la protección del INAH.
CALLE DONCELES, CIUDAD DE MÉXICO

¿Dónde aparece? En Aura, de Carlos Fuentes
En Donceles, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, se encuentra aquella oscura y antigua casa -con número ficticio- en la que se desarrolla una de las obras más populares de la literatura castellana: Aura, de 1962.
A Felipe Montero, protagonista, le parecía sorprendente que alguien viviera en dicha calle, con sus “viejos palacios coloniales” transformados en comercios.
Él los enlista: desde talleres de reparación, relojerías y hasta zapaterías. La calle es de las más visitadas de la zona por sus negocios como las librerías de segunda mano, o por la arquitectura de sus edificaciones, entre lo barroco, neoclásico y moderno.
IXTEPEC, OAXACA

¿Dónde aparece? En Los recuerdos del porvenir, de Elena Garro
La obra que encumbró en 1963 a Garro como referente de la narrativa del siglo 20 está ambientada en este pueblo, en los tiempos de la Guerra Cristera, conflicto religioso entre el Gobierno mexicano y la Iglesia Católica.
Ubicada en el Istmo de Tehuantepec, a unas cuatro horas de la capital del estado oaxaqueño, la comunidad tiene una herencia cultural de zapotecos, chinos, franceses y árabes.
Cuenta con la zona arqueológica Guiengola, protegida por el INAH, donde los zapotecas se defendían de sus adversarios, en tanto que su palacio municipal tiene influencia art déco.
Anteriormente el pueblo llevaba por nombre Villa de San Jerónimo, por su santo patrón -San Jerónimo Doctor- cuyas fiestas son celebradas de septiembre a octubre.
COMALA, COLIMA

¿Dónde aparece? En Pedro Páramo, de Juan Rulfo
La primera frase de la novela es tan emblemática como el libro mismo: “Vine a Comala porque me dijeron que acá vivía mi padre, un tal Pedro Páramo”.
Algunos lectores de Pedro Páramo (1955) consideran que la localidad de Colima sí inspiró a Rulfo para la creación de Comala, en tanto que otros creen que la sombría tierra reúne características de Jalisco, estado natal del autor.
Que la comunidad tenga el mismo nombre es suficiente, sin embargo, para convertirlo en un destino, además de ser declarado como Pueblo Mágico en 2002.
En su plaza principal se encuentra una estatua del escritor mexicano, sentado en una banca entre jardines, calles empedradas y casonas.
COLONIA MARÍA LUISA, MONTERREY

¿Dónde aparece? En novelas de David Toscana
La Ciudad también es fuente de inspiración para sus autores: David Toscana ilustra parte de su obra en la Colonia María Luisa, en el Centro de Monterrey, En la novela Olegaroy, del 2017, su protagonista tiene el mismo domicilio -Degollado 467 Sur- donde el autor vivió en su infancia.
Lo mismo pasa en El ejército iluminado, donde se cita el domicilio. Parte de la obra del regio está afincada en esta zona, incluidos el Cerro del Obispado y el Panteón del Carmen.
LINARES

¿Dónde aparece? En El murmullo de las abejas, de Sofía Segovia
La novela que encumbró a la regiomontana hasta volverla el primer bestseller en la historia de la Ciudad -más de 1 millón de ejemplares vendidos en el mundo- está situada a principios del siglo 20 en este municipio de la Región Citrícola.
En esta historia del 2015, Segovia echa mano de lo fantástico para narrar el hallazgo del bebé Simonopio entre un enjambre de abejas en el monte y todo lo que detonaría su presencia en la familia que lo acogió.