Faltan funcionarios y mamparas

Fui funcionaria de casilla, primera secretaria, por tercera ocasión y estas son mis observaciones:
Abrimos la casilla a las 8:50 porque solamente llegamos tres funcionarios de casilla.
Treinta minutos para instalar la casilla es muy poco tiempo, sobre todo cuando no llegan todos los funcionarios.

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Afortunadamente, un señor ya mayor se ofreció voluntariamente a quedarse porque vio cuando fue a votar que solamente éramos tres funcionarios porque cuando se preguntó en la fila, nadie quiso quedarse.
Mi principal queja es que en esta ocasión como nunca me había tocado, solamente enviaron una mampara con espacio para solo dos personas. Ése fue el principal cuello de botella en el flujo de personas y por eso también fueron esas largas filas y los tiempos de espera.
Estuve en la casilla que se instaló en una plaza frente al Colegio Naciones Unidas sobre la Avenida Cumbres Elite, en la Colonia Cumbres Elite.
Ahí la gente se formó desde antes de las 7:00, hacía mucho calor y las personas mayores se veían agotadas por el calor y la espera. 
Era tanta la molestia de la gente por la espera y el calor que no estaban de acuerdo con que se les diera preferencia a los adultos mayores y al principio los alternábamos en la fila.
Realmente no tienen idea cómo afectaron al enviar solo una mampara y con estas temperaturas.
Los funcionarios del INE sí apoyaban, pero también se veían rebasados. Eran gente muy joven y la verdad sí les faltaba organización, se les veía que no tenían experiencia. Creo que hicieron lo que pudieron con las herramientas y/o capacitación que se les dio.
Varias personas nos llevaron agua y suero durante el día y una señora desde temprano nos llevó tacos. Realmente estuvimos muy agradecidos por ese detalle e igualmente hubo varias personas que nos agradecieron y reconocieron nuestro esfuerzo.

Nora Arriaga
Monterrey

MENOS

Buena experiencia; falta empatía

Fui funcionaria de casilla por primera vez. 
Tuve una experiencia buena, me gustó acercarme al proceso electoral y ayudar a que se llevara a cabo. 
Desgraciadamente, hay gente que desquita sus frustraciones con los funcionarios e ignora lo pesado que llega a ser este servicio. 
Falta empatía y comprensión definitivamente.

Sofía Díaz
Monterrey

Vive experiencia gratificante

Mi experiencia como presidente de casilla: Fue muy gratificante que todos los convocados acudieron puntualmente a la cita y armamos un equipo participativo y rápido para comenzar la votación. 
Ver a mis vecinos llegar en el transcurso de la mañana y saludarnos en el contexto de la votación también fue una muy grata experiencia.

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Lo que menos me gustó fueron las instrucciones poco claras por parte de los manuales del INE, lo cual generó retrasos en el escrutinio y publicación. 
Además, debido a la carga de trabajo, nuestros CAEs (capacitador asistente electoral) recogieron tarde nuestros paquetes. Terminamos pasada la medianoche.

Alfredo Niño Acuña
Apodaca

MENOS

Con la adrenalina al 100

El INE nos capacitó aproximadamente 15 horas con simulacros, videos y documentación antes de las elecciones para prepararnos para el gran día. 
Es una experiencia muy cansada, pero siempre tuvimos la adrenalina al 100, que nos mantuvo activos durante todo el proceso!

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Agradezco mucho a los vecinos que se tomaron el tiempo de darnos las gracias por nuestro trabajo e invito a quienes se quejaron, que se apunten de funcionarios en las siguientes elecciones para que puedan aportar a nuestra comunidad. 
Es una gran satisfacción saber que nuestra sección tuvo un proceso transparente y limpio y que se respetó el voto de cada uno de nuestros vecinos!

Emma Villarreal
Monterrey

MENOS

Todo en paz

Mi experiencia fue muy bonita. Mi casilla fue en la Avenida Metroplex, en un kínder, y todo fue muy tranquilo.
Fue mucha gente a votar y todos en paz. Abrimos la casilla a las 9:20 y cerramos a las 6:00 pm.

Roxana Martínez de León
Apodaca

Falta civismo

Yo fui presidente de una casilla de la zona norte. 
Fue pesado por la falta de civismo de la ciudadanía ya que no podíamos abrir. 
Luego en la votación todos querían pasar y al final toda la papelería que llenar… fue igualmente conflictivo el llenado de las actas.

Jhovany Gómez
Monterrey

Horarios causan confusión y molestias

Fui funcionario de casilla en la sección 1570, de Monterrey.
La jornada electoral se llevó a cabo con tranquilidad.
Uno de los problemas que se vieron fue antes de abrir la casilla ya que la gente formada desde las 7:00 am exigía que abriéramos a las 8:00 am, cuando el INE nos citó a los funcionarios a las 7:30 am para comenzar a armar la casilla a las 8:15 am si estaban todos los funcionarios.

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Abrimos a las 9:40 am, pero la gente afuera estaba enojada.
Sería ideal que el INE se pusiera de acuerdo en los horarios y hablar con la prensa porque todos decían que habían visto en la TV que iniciaba a las 8:00 am, pero cómo inicias a esa hora si a los funcionarios nos dan la orden de comenzar a armar casilla a las 8:15 am.
Solo hubo estas situaciones:
1. El INE desatendió a los funcionarios. Entendemos que tenían mucho trabajo, pero la comida llegó súper tarde, a las 3:00 pm y estábamos desde las 7:30 am. Tuvimos poca agua.
2. Los representantes de partidos crearon muchos problemas con los funcionarios de casillas, querían imponer sus reglas cuando solo iban como observadores.
3. El INE capacitó poco a los secretarios de casilla y al finalizar la jornada tardamos hasta las 3:00am en el llenado de los formatos ya que no estaban bien capacitados.

Juan José Muñoz Gaspar
Monterrey

MENOS

Con buena disposición

En la casilla 0403 tuve muy buena experiencia.
Todos en orden, con muy buena disposición.
La mayoría de los votantes llegó antes de la 1:00 pm.
Votó el 75 por ciento y la casilla se cerró a las 6:00 pm.

Consuelo Ibarra Carrera
Representante federal del PAN

Disfruta doble debut

Tengo 25 años y fue mi primera vez votando y siendo funcionaria de casilla.
¿Por qué acepté ser funcionaria de casilla?
Lamentablemente, en el 2018 no tuve la oportunidad de poder ejercer mi voto y vivir esa experiencia, que quizás para muchos no es algo tan importante, pero creo que todos siempre se emocionan cuando es su primera vez en algo.

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Lo más gratificante que me dejó ser funcionaria de casilla es que ahora podré mencionar en un futuro (tanto a mis hijos o nietos) que estuve apoyando en las elecciones de la primera Presidenta mujer en la historia de México.
¿Lo que menos me gustó de ser funcionaria de casilla?
Lo que menos me gustó es que a pesar de que iba a tener compañeros funcionarios de casilla no fueron responsables y no asistieron. 
Sí, tal vez no es obligatorio y no se les puede decir nada por no asistir, pero creo que al decir sí ya se debería de tener un compromiso desde un inicio.
En mi casilla, por culpa de ese tipo de inconvenientes, se retrasó el inicio de las votaciones, lo cual hace que los demás votantes se pongan agresivos con nosotros que no tenemos la culpa.
¿Sería nuevamente funcionaria de casilla?
Como les comentaba a mis familiares y amigos, mi yo del 2024 tal vez dice que no, sin embargo, como dijo Bad Bunny: “Nadie sabe lo que va a pasar mañana”.

Funcionaria de casilla en Monterrey

MENOS

Cuestiona capacitación del INE

La capacitación dejó mucho que desear comparada con la de hace tres años. 
La CAE (capacitador asistente electoral) hizo proselitismo en favor de Morena el día que nos capacitó y nos mintió al decir que los recortes presupuestales se debían a que Lorenzo Córdova se había robado todo.
Nosotros somos gente preparada y sabemos que la mayoría morenista en la Cámara de Diputados recortó el presupuesto de manera brutal.

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El material que nos dieron para mamparas venía incompleto y la mampara del INE venía rayada con una leyenda de “Ni un voto más al PRI”: así la sacamos de la caja.
Venían incompletas las boletas para diputados locales y el Instituto local no hizo nada. 
Terminamos de llenar actas a la 1:00 de la mañana y a esa hora ya estaban anunciando a los ganadores. ¿Cómo es eso posible?

Funcionaria de casilla en San Nicolás

MENOS

Sugiere acortar tiempos de espera

En la sección 3021, casilla contigua 2, estuvimos sin incidencias graves. Votación en orden.
Abrimos a las 9:20 por el tiempo de espera de dos funcionarios propietarios que no se presentaron.
A pesar de tener los dos suplentes, tuvimos que esperar a las 8:15 para instalar la casilla.

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Puede acortarse ese tiempo a 20 minutos, en lugar de tener que esperar 45 minutos, es decir, comenzar a instalar a las 7:50 y no a las 8:15
La casilla estaba en el exterior, en un parque público, afortunadamente el clima estuvo benévolo.
Votó una persona con ceguera utilizando la plantilla Braille.
Otra persona con discapacidad votó en el auto, acompañada de un funcionario de casilla y un representante de partido.
Bien por tener una mampara especial para personas mayores o con discapacidad.
Hubo baja afluencia en la casilla: votaron 352 de 675 registrados en la lista, un 52.15%.

Eduardo Juan Rodríguez Moreno
Guadalupe

MENOS

Pide al INE mayor capacitación

En una jornada de 17 horas con mucho calor, fui presidenta de casilla.
Contamos todo varias veces, a conciencia, y al ver en el PREP los votos de mi casilla y ver que coincide con la cantidad de votos que sacamos de las urnas, con eso valió la pena todo: se respetó el voto de mis vecinos.

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Es una estructura impresionante para tener los resultados de los votos de tantos y tantos mexicanos en un corto periodo de tiempo, mucho trabajo de los Capacitadores Asistentes Electorales.
Aunque es cierto que hace falta más compromiso de parte nuestra como ciudadanos, pocos quieren participar, o dicen que sí y el día de la elección no se presentan, eso atrasa la apertura de las casillas, el cierre y todo.
También hay otras áreas de oportunidad para que los ciudadanos quieran participar.
Por parte del INE hace falta mejorar la capacitación, se enfocan en enseñarte a armar urnas y mamparas, hace falta dar mayor énfasis y hacer práctica en el llenado de las actas, las hojas de operaciones y el armado de paquetes, una capacitación deficiente causa estas jornadas tan largas y errores en las actas.
El material que mandan para la jornada es insuficiente: 1 mampara doble para casillas muy concurridas, no se puede avanzar la fila, se hace cuello de botella y los ciudadanos se molestan por tanto tiempo de fila, muchas veces bajo el Sol.
La mayoría de los que esta vez participamos lo hicimos por el deber cívico y no por interés económico, pero sí deberían igualar la gratificación a las que les dan a los representantes de partido para que más ciudadanos quieran participar con el INE y no sólo con los partidos.

Berenice Monjarás
San Nicolás

MENOS

Arduo trabajo

Me gustó mucho haber conocido el proceso electoral y todo lo que conlleva una votación, quisiera compartir y crear conciencia de que el trabajo no se acaba a la hora de cerrar casillas, al contrario, lo más intensivo sucede a partir de ese momento.

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En el caso de mi casilla, creo que faltó participación de funcionarios jóvenes, ya que es un trabajo pesado en donde lo ideal sería su participación.
Una futura recomendación para el INE sería la implementación de un proceso más eficiente, verde y tecnológico, es decir, sin tanto gasto de materiales y personal.
Por último, agradezco a todos los que participaron como funcionarios esta vez y en ocasiones pasadas, no apreciaba lo pesado que era, hasta que lo viví.

María José Bravo Miranda
San Pedro

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Por amor a México

Así lo puedo describir: se vivió en unidad sin importar partido político, ideología o clase social por el amor a México.
En una unidad poderosa que logra el máximo potencial del grupo.

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¿De qué tanto bienestar, prosperidad, paz y máximo potencial se está perdiendo cada mexicano por sentir diferencias, miedo y carencia al mirar a otro mexicano?
¿De qué tanto bienestar, prosperidad, paz y máximo potencial nos perdemos los mexicanos por querer que el otro piense y viva como yo digo y no desde la libertad de unirnos como somos diferentes por el objetivo de lograr sumar y crear el México que todos sí queremos?
¿Qué México viviríamos en el 2030 si nos sumamos desde donde estamos haciéndonos responsables de nosotros y dejamos de juzgar, echar tierra, interponernos, criticar y no hacer nada?

Norma Ambía González
Saltillo, Coahuila

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Le queda sabor agridulce

Mi experiencia como presidenta de casilla de la sección 1431 C1 al sur de Monterrey fue algo agridulce.
Desde el momento de la convocatoria, simulacro y todo me emocionaba mucho participar, ya que nunca lo había hecho y también pienso que es algo que no puedes negarte como ciudadano.

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El día de la elección, la gente que en su mayoría estaba muy comprometida. Hubo funcionarios que no llegaron en mi casilla, pero alguien de la fila se apuntó en ese momento para poder abrir y no nos fue tal mal.
Iniciamos el proceso a las 8:30 horas. Una de mis funcionarias ya había participado en elecciones pasadas, por lo que tenía conocimiento de lo que se tenía que hacer y gracias a eso todo fluyo perfectamente.
La participación de la gente para mi gusto fue mucha, esperaron por más de 2 horas para poder votar y la fila era de cuadras, pero el calor y la espera frustraban mucho.
Al dar las 6:00 p.m. dimos por cerrada la casilla e iniciamos el conteo de votos, y con la ayuda de la secretaria, que tenía experiencia, íbamos a un muy buen ritmo.
Mi sorpresa fue que en la noche ya habían dado por ganadora a Claudia cuando nosotros no habíamos terminado de contar todas las urnas, mucho menos actas llenas.
Acabamos un poco después de las 10:30 pm. de entregar todo y el personal del INE nos comentaron que nos fue bien en la hora porque hay quienes terminan hasta las 3 de la madrugada.
Comentando con mis familiares y amigos me surgen algunas dudas. En mi casilla estábamos creo yo, por el nivel socioeconómico sin que se lea mal, gente con un nivel de estudio arriba del promedio. Le batallamos para descifrar lo que teníamos que hacer sobre todo en el llenado de las actas.
Al final creo que cumplimos con el compromiso cívico de participar, tanto funcionarios como toda la gente que fue a votar en mi casilla. Es una experiencia que todo mundo debería de vivir al menos una vez en la vida, aunque el proceso sea un poco obsoleto, pero se ve la participación de todos.

Gabriela Hernández
Monterrey

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Complican proceso

Con gusto acepté ser funcionario de casilla, pero fue una sorpresa para mí lo increíblemente complicado el proceso de conteo de votos a comparación de mí misma experiencia en el 2000, ya que a partir de tres candidatos presidenciales, más los votos nulos y para candidatos no registrados, resultaron 17 combinaciones diferentes que había que computar, además de las diferentes combinaciones para las cuatro elecciones restantes.

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Desconozco la intención de haber complicado este proceso, ya que también los electores se confundieron al votar en coalición para el resto de las elecciones.
En el 2000 para las 7:00 pm ya habíamos concluido el conteo, pero en esta ocasión nos tomó hasta las 10:40 pm concluir el proceso, conociendo que en otras casillas terminaron hasta la 1:30 am del lunes.
Este proceso innecesariamente complicado sólo desalienta a la ciudadanía a volver a aceptar ser funcionario de casilla, además que esta complejidad en el conteo da pie fácilmente a impugnaciones de un proceso que debería ser práctico para facilitar su transparencia, lo cual parece que desean no sea así por parte de quienes diseñaron estos nuevos procesos complicados.

José de la Rosa
Monterrey

MENOS

Los mandan al comedor

Me tocó ser presidente de la casilla básica de mi sección, y la primera mala experiencia que tuvimos fue la del lugar donde se instaló la casilla.
Por parte de la escuela no quisieron prestar los salones, por lo que tuvo que instalarse en el comedor, donde el minisplit que había no se daba abasto.

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No sólo era incómodo el calor para nosotros, sino también para la gente que acudía a votar. Además, no pudimos empezar a tiempo ya que muchas personas que les tocó ser funcionarios, no acudieron.
El personal del INE nos apoyó en lo que se requería, así como en brindarnos la comida, agua, refrescos y demás que nos habían prometido.
El único detalle que tuve al final con ellos es que me entregaron el sobre con mi paga y venía vacío. Al final, no tuve la gratificación que me habían comentado.
En mi opinión, deberían citar más temprano y dar más tiempo para armar las casillas y poder empezar a la hora que se indica y buscar una mejor gratificación para los funcionarios para que así más gente se anime a participar.
De igual manera, deberían buscar simplificar el proceso ya que son muchas las actas que se deben llenar con información muy repetitiva.

Marcela García
Cadereyta Jiménez

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Tiene mala experiencia en sede de casilla

Me tocó ser presidenta. Acepté porque me emocionaba ser parte del proceso y obviamente también porque me prometieron pagarme 2,000 pesos. Solo tuvimos una “capacitación” previa, en la que realmente no te enseñan nada.

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El día 2 de junio llegué a la hora que me indicaron, 7:15 am, comenzamos votaciones a las 8:00, me tocaron los apellidos de la L a la R, tardamos mucho, ya que solo me pusieron una casilla donde se podían votar de dos en dos, en un salón de clases donde ni siquiera funcionaban los abanicos y tenía las letras en las cuales había más apellidos, las personas estaban desesperadas ya que tenían que esperar un largo tiempo para poder ejercer su voto.

Lamentablemente, tuve una mala experiencia y no me quedaron ganas de volver a participar en las elecciones. Si deberían de tener un presupuesto destinado para las personas que apoyamos en el proceso, ya que invertimos todo nuestro día y hasta ponemos en riesgo la salud.


Jennifer Costilla
Guadalupe

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Una capacitación no es suficiente

La verdad tuve falta de personal en mi equipo, solo llegaron tres personas de las cuales tuve un excelente apoyo. Creo que tuve una muy buena coordinación por mi parte para distribuir y agilizar el proceso de la votación.

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En nuestra misma ubicación también estuvo una casilla básica de la cual llegó solo el presidente a las 8:00 am, un señor ya grande el cual no se dejó ayudar, abordó a personas igual de mayor edad y su proceso fue un desastre porque nos metían coleta en nuestras urnas y teníamos boletas de “básica” en la “contigua”, cosa que al final solucionamos sacando esas boletas y regresándoselas.

Me encantaría volver a formar parte, pero si hace falta muchísima información anticipada. Yo acudí a una capacitación, pero no es suficiente.

También sé que las personas de mayor edad son las que más participan, pero la verdad es que hacen súper lento el proceso, ya que para ellos es algo complicado, tanto que el presidente y funcionarios terminaron por irse sin llenar boletas, dejando todo en manos de los representantes partidarios y se armó la trifulca.

Mi experiencia fue bonita, pero ver a la casilla de enfrente batallar me dejó mucho qué pensar.



Jessica Guillén
Monterrey

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Vive desagradable jornada

Fui funcionario de casilla y la verdad fue una experiencia muy desagradable.

Malas condiciones, instalaciones sin aire acondicionado, solo comida y un triste hot dog por la noche.

Estuvimos de 7:00 am a la 1:00 am del día siguiente, 18 horas trabajando. Yo creo que por eso el 80% de la gente no acepta el nombramiento.



Edgard Martínez
Guadalupe

Denuncia mala actitud de observador

Llevo tres elecciones pasadas participando como funcionario de casilla, esta fue la cuarta ocasión y la primera como presidente de casilla.

Mi inconformidad recae en especial que en el proceso electoral llega un observador de nombre Gabriel Urdaz alrededor de las 12:30 pm y nos dice que tenemos que llevar los paquetes nosotros como funcionarios de casilla y como siempre se ha manejado.

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Llega el CAE y nos dice de mala manera que él se tiene que llevar los paquetes, alrededor de las 5:30 pm, y marco al 81-2020-4090 de denuncia ciudadana para ver qué está pasando, me paso a los números del INE, no me contestan y me pasaron tres números. Desde las 5:30 pm estaba tratando de localizar a alguien para corroborar la información y el motivo y nunca tuve respuesta. No se me hace justo que hagan cambios de último momento.

El CAE nos hizo mención y recaló que si nosotros no le entregábamos el paquete sería considerado delito federal y nos llevarían a la cárcel.

Me enseñó una hoya que yo no vi publicada en ningún medio oficial, la cual según comentarios del CAE, solo aplica a Nuevo León.

Cabe recalcar que nunca se nos informó de eso, sino fue un cambió del 1 de junio para el 2 de junio.

Yo como ciudadano estoy inconforme y dado que no se me hace un proceso electoral justo ni confiable, he decidido ya no volver a participar en elecciones siguientes ni como funcionario, ni como votante.



Anónimo
Monterrey

MENOS

Fue funcionario de emergencia

Yo no fui seleccionado como tal (como funcionario), sino que mi casilla no se iba a abrir por faltar nueve personas, eran las 8:30 am y aún no abrían, es por eso que me fui entre la fila solicitando gente y dando el ejemplo de que yo participaría.

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Ser funcionario de casilla es una experiencia bastante interesante, debería de tener un valor mayor porque los alimentos que te dan no son de calidad, el pago es muy poco y el tiempo invertido es mucho.

También me gustaría que para esas personas que llevaron todo el proceso y finalmente no van el día de la elección se les sancione de alguna manera, ya que retrasan todo un proceso.

En lo personal, me gustaría seguir participando, pero que sí mejoren las condiciones.



David Rivera
El Carmen

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Urge una reestructuración

Mi participación fue como tercera escrutadora, pero al final todos terminamos combiando roles dentro de casilla para poder hacer relevos.

A las 2 horas de haber iniciado la jornada, descubrí que al reverso de la credencial aparece un pequeño QR, si lo escaneabas te mandaba a la página oficial, y después de unos cuantos clics para verificación de tu persona te decía exactamente en qué casilla debías estar, y sobretodo, en qué página del libro encontrar a los votantes. Eso ayudó mucho para que nuestra fila avanzara.

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Empecé a pasar la voz a las casillas vecinas y también llegó a oídos de los trabajadores del INE, los cuales no sabían de esa función. Me hubiera gustado saber eso antes durante la capacitación, de todo lo que vimos considero que es lo primordial, sin embargo vimos puras cosas generales.

En total estuvimos 20 horas seguidas, llegando a mi casa a las 2:30 am, con dolor en todo el cuerpo. Las actividades que se deben de hacer sobrepasan al número de voluntarios.

Dos botes de agua, una caja de pizza, $550 pesos y algunas gracias contadas de los ciudadanos fueron la paga por el apoyo.

Urge una reestructuración para las siguientes elecciones, desde cambiar los colores de las cajas porque muchos se confundieron con ellas, lo cual se traduce como más trabajo para los voluntarios.

Si escribes todas las casillas de coalición en vez de solo un partido, también agregas más trabajo.

Definitivamente es un compromiso enorme el decir sí, este rol no es para todos. Si tienes vocación para servir, sabes trabajar bajo presión, y en condiciones climaticas adversas, entonces estás del otro lado… pero si eres elegido y te comprometes de los dientes para afuera, haz un favor y mejor no estorbes al resto del equipo.

México, este granito de arena fue por ti.



Monserrat Hernández
Guadalupe

MENOS

Jornada desgastante

Fui funcionaria de casilla voluntaria, ya que en mi casilla sección 6, casilla 1101, no llegaron los representantes nombrados. Únicamente llegó la secretaria y una suplente, quien se tuvo que retirar ya que es mayor y no podía estar ahí.

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Fue muy desgastante, ya que el INE no sabía bien ni cómo debería funcionar la casilla, llegó el material incompleto y no teníamos ni mesa ni sillas. Una vecina bien bella nos llevó una mesa con la que pudimos trabajar y nos sentamos en sillas de ahí horrorosas. Abrimos 8:50 am, cerramos a las 6 y de 652 personas de nuestro padrón electoral fueron a votar 421.

Después de más de 18 horas de pasar calores, hambre y cansancio, pudimos irnos a casa después de las 2 de la mañana.



Anónimo
Monterrey

MENOS

No entregan suficiente material

Mi experiencia:

1. El INE no entregó suficientes toldos. Había 7 casillas en el parque y solo había 3 toldos. Afortunadamente, todos conseguimos.

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2. Algunos ciudadanos fueron muy amables al llevarnos comida e hidratación, al igual que las familias de los funcionarios.

3. Al aceptar el cargo de funcionario se nos comentó que iba a haber un apoyo económico, al final del día lo que se nos otorgó fue menos del 25% de lo que se nos prometió.

4. Todo el proceso comenzó a las 7:00 am del 2 de junio hasta las 2:00 am del 3 de junio terminamos el conteo y entrega de actas.
deshidrataron.
5. Es un proceso cansado y largo, en el cual estuvimos asoleados, mal comidos y con más de 17 horas sin descanso, lo cual afectó en la salud de algunos funcionarios



Cecilia Treviño
Monterrey

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Que el que no apoye en elección, haga trabajo comunitario

Fui primer secretario de la casilla contigua 0555, distrito 11 en Guadalupe. La casilla se instaló en la primaria Timoteo L. Hernández.

Se nos citó a las 7:30 am y al no estar todos los integrantes propietarios y suplentes, debimos esperar a esas personas, incluso se les llamó al celular que dejaron registrado y no atendían e incluso, al saber el motivo de la llamada, colgaban.

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Se perdieron 45 minutos en esperar para instalar, mientras ya había gente mayor formada para votar y no se les podía atender porque aún no estaba integrada la mesa directiva de casilla.

Esto fue un reclamo en todas partes por la inasistencia de quien ya se había comprometido a participar.

Se debería legislar sobre la obligación de cumplir como ciudadanos y el que no quiera que lo compense con trabajo comunitario. Lo anterior no sería necesario si desde la niñez inculcamos a los hijos a tener civismo, lo cuale esa materia ya no se imparte en las escuelas.

Fue desagradable al cerrar la votación a las 18:00 horas y contar que en la lista nominal solo el 50% de los registrados fuimos a votar e inhabilitar las boletas electorales que no se usaron porque la gente no fue a votar.

Tal vez no saben el costo que cada boleta electoral representa y peor aún lo que se tuvo que luchar para tener ese derecho a elegir a quién va a gobernar.

Me llegó un archivo en donde señalan que hubo fraude al capturar los datos de las actas. Tal vez pueda ser cierto. Lo que puedo asegurar en mi casilla, los cinco que la integramos, además de los siete representantes de partido que estuvieron, podemos asegurar que cada voto se contabilizó para quien fue otorgado. Así como la correcta clasificación de los votos nulos.

Es cierto lo que se dice que el ejemplo sirve para los hijos. Lo comento ya que desde 2003 al 2015 participé como capacitador electoral en el IFE e INE y cuando daba capacitación grupal y simulacros llevaba a mis cuatro hijos a que me ayudaran. Lo que resultó que en todos los procesos electorales han participado como funcionarios de casilla en sus domicilios y uno como CAI.



Pedro Trujillo Ramos
Guadalupe

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Odié tanta burocracia y complicaciones

Mi experiencia como funcionario de casilla es la siguiente: fui seleccionado como secretario y todo nuestro equipo asistió a la capacitación previa y no faltaron el día de las elecciones, abrimos la casilla a tiempo 8:20 de la mañana porque es imposible arrancar antes, ya que el reglamento pide comenzar a armar la casilla a las 8 de la mañana después de haber contado todas las boletas.

La gente no sabe esto y piensan que la demora es por culpa de los funcionarios. Todo el proceso de votación fue muy agil, nos organizamos bien para repartir responsabilidades, todo a la vista de los representantes de los partidos.

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El problema viene después del cierre de casilla, todo el proceso de conteo delante de los representantes de partidos es sumamente lento, es urna por urna, se llenan muchas actas, muchas firmas, muchas copias ilegibles y documentos que son bastante complicados de entender por parte del INE y como el representante del INE anda visitando varias casillas, prácticamente esto se hace solo y se discipan dudas como se puede.

Todo el proceso termina con el llenado de los resultados y colocar la manta fuera de la casilla, terminamos a las 2:00 de la mañana.

El sentimiento es bastante ambiguo, por una parte sientes una gran orgullo servir a tu país en este proceso cívico y por otra parte terminas odiando tanta burocracia y complicaciones que pide el INE para el llenado de los resultados, que pudiera ser mucho más simple y bien explicado, además de que la paga por esto es una grosería y les pagan más a los representantes de partidos, lo cual no veo justo, si el INE pagara mucho más a los funcionarios de casilla, no habría tanta deserción como lo hay actualmente.

Por esto es una grosería y les pagan más a los representantes de partidos, lo cual no veo justo, si el INE pagara mucho más a los funcionarios de casilla, no habría tanta deserción como lo hay actualmente.



Jesús Pequeño
Santa Catarina

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Fue alentadora la participación ciudadana

Hace tres años comenté en este mismo medio sobre mi primera experiencia como funcionario de casilla, la cual concluí comentando que a pesar de lo intenso y cansado que fue esa jornada con gusto lo haría de nuevo, y hoy me da satisfacción haberlo hecho nuevamente, esta vez como voluntario tras la dificultad que tuvo el INE para armar las mesas con los primeros que fueron convocados.

Debo decir que entre la eficiencia y energía de las jóvenes escrutadoras, la experiencia y buen juicio de la presidenta y de la segunda secretaria, aunado al buen trabajo y tiempo que dedicó nuestra CAE del INE en capacitarnos durante tres domingos previos a las elecciones, las cosas fluyeron mucho mejor que hace tres años en esa misma casilla.

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En menos de una hora terminamos de armar todo y ya para las 8:30 pasó la primera persona a emitir su voto.

Dada la gran cantidad de gente que deseaba votar lo más temprano posible se formó una muy larga fila, pero se movía de manera ágil y ya a partir de medio día quienes acudían a votar no hacían fila. Aún así el porcentaje de participación en la casilla fué cercana al 80%.

Al igual que en mi experiencia anterior fue muy alentador ver la gran participación ciudadana, muchos papás que llevaban a sus hijos pequeños para enseñarles con su ejemplo la importancia del voto, adultos de edad muy avanzada que a pesar de sus dificultades para moverse ahí estuvieron, y muy gratificante recibir las palabras de agradecimiento de muchos, incluso hubo un votante que regresó a los 20 minutos de haber votado con frapuchinos de una conocida cadena de cafeterías canadiense para todos los funcionarios, un gesto muy conmovedor.

La casilla cerró a tiempo y ya para las 9:30 pm ya habíamos terminado de contar los votos y llenado todas las actas, todo en orden sin ninguna inconformidad de parte de los representantes de los partidos políticos.

Lo único negativo respecto a hace tres años fue que ahora los funcionarios no podíamos llevar los resultados directamente al CEE o al INE, sino que había que esperar a que la CAE se los llevara, y como se demoró en otra casilla que atiende tuvimos que esperar hasta las 2 am. para terminar con el proceso.

Cabe señalar que este cambio en el proceso demoró la actualización del PREP para muchas casillas, sobre todo las de mayor participación.

En general fue una muy buena experiencia que a pesar de los inconvenientes, deja una gran satisfacción ser una parte pequeña pero importante de un gran esfuerzo ciudadano.

Al margen de los resultados de la elección, que no fueron los que muchos deseaban, cabe señalar que la democracia la hacemos todos con nuestra participación, y mientras nos importe y sigamos participando activamente nadie nos la va a quitar.



Dennis Muzza de Keratry
San Pedro

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Una jornada diferente

Domingo 2 de junio, había programado el despertador a las 06:15 de la mañana porque tenía una cita una hora después.

Finalmente, por primera vez en mi vida, había sido seleccionado para ser funcionario de casilla en las elecciones federales y estaba realmente emocionado. A mis hijos y esposa ya les había tocado participar en algún momento y era algo que secretamente les envidiaba.

En los días previos había recibido capacitación presencial, así como virtual, aprovechando las bondades de la tecnología y recordando mis días como empleado de sistemas en el mejor banco del mundo (por lo menos para mí); con todo y eso, sentía cierto nerviosismo o quizá la adrenalina ya empezaba a hacer de las suyas.

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Por supuesto que me levanté mucho antes de que sonara el despertador y me preparé rápidamente; tenía pensado comer un refrigerio antes de salir pero los nervios ya no me lo permitieron y a las 7 en punto me dirigí a mi casilla, ubicada a no más de 100 m en las instalaciones de una escuela que está en la colonia donde tengo mi domicilio. Al llegar vi que a la entrada había mucha gente y pensé que seguramente aún no había llegado la persona que abriría el inmueble. Para mi sorpresa, tuve la entrada libre como funcionario… ¡el grupo que estaba afuera eran personas que ya estaban esperando que se abrieran las casillas!

En las instalaciones del colegio todo era tensión, pero aunque ya estábamos completos los miembros de las tres casillas que ahí se instalarían, teníamos instrucciones estrictas de no iniciar con los preparativos correspondientes antes de las 07:30. En ese momento la señora Carmen, miembro de nuestro equipo, exclama: en la hielera blanca hay agua para que la tomen sin preguntar cuando lo necesiten (shulada de señora). Nos dan el banderazo de arranque y todo es un mundo de actividad: Tomás, entregando el material a utilizar y supervisando y apoyando el proceso; Eduardo, José y Omar armando las mamparas y las urnas y Carmen y yo elaborando las actas de apertura de la jornada electoral y recibiendo (y contando) las boletas correspondientes para la votación de Presidente, Senado, Diputación federal, Diputación local y Ayuntamiento -Monterrey-; eran 735 folios para cada caso, así que había que certificar más de 3,500 boletas. No tuvimos problemas mayores pero aún así el proceso de preparación nos llevó casi una hora. Finalmente la votación se abrió por ahí de las 08:35, ya que aunque nosotros estuvimos listos un poco antes, las tres casillas debíamos abrir al mismo tiempo. Ahora entiendo mejor y me arrepiento de mis enojos cuando, solo como votante, me molestaban los retrasos en las aperturas de casillas.

Llegó el momento de recibir a la primera persona, una señora muy amable que nos comentó que tenía hora y media esperando pero igual fue muy paciente, porque aunque teníamos la teoría sobre el procedimiento, la verdad no era nada sencillo arrancar hoja por hoja las boletas y luego, para acabarla, al ser nuevo el marcador con la tinta indeleble para el dedo, tardó un momento en activarse, quizá solo unos instantes pero a nosotros se nos hizo una eternidad y ya estábamos buscando un plan B.

A partir de ahí nos fuimos relajando mentalmente y todo comenzó a marchar un poco mejor, pero sobre la marcha vimos que si nos apegábamos a que cada quien hiciera solo su parte iba a ser imposible que todo fluyera con la celeridad requerida, así que nos pusimos las pilas para ayudarnos entre todos y también para optimizar los flujos: en lugar de una, hacer tres filas; que el escrutador verifique que la gente esté formada de acuerdo a su apellido, etc. Esto fue particularmente útil cuando alguien de nosotros se tenía que ausentar temporalmente, ya fuera una escala técnica, ingerir algún alimento o por alguna otra razón.

En la capacitación nos habían dicho que habíamos tenido suerte porque nuestra casilla iba a estar en un lugar cerrado y con clima, lo cual nos alegró bastante; sin embargo, ya en la práctica lo cierto es que el aire acondicionado estaba en los salones y nosotros estábamos en el patio, donde el techo era un domo de plástico que provocaba que se concentrara el calor, complicando la situación la gran cantidad de personas que se encontraban ahí. Sin embargo, la verdad es que con tantas ocupaciones ni tiempo tuvimos de quejarnos por las condiciones.

Desde que abrimos prácticamente no tuvimos tiempos muertos y todo fue “hora pico”. Para mí fue muy emocionante ver la gran cantidad de personas que llegaban. Cierto, hubo gente que a lo que iban y se marchaban sin decir ni pío, o quienes, fastidiados por la larga espera en las filas (supimos que algunos duraron hasta dos horas esperando su turno) por ahí mostraban su enojo con sus actitudes y hasta algún improperio, pero hubo más, muchísimas personas más, que a pesar del calor y la espera nos saludaron con gusto y tenían hermosas palabras de agradecimiento y bendiciones para nosotros (todavía me emociona recordarlo). Mención especial merece la señora que se tomó la molestia de llevarnos unas bebidas rehidratantes preguntando tímidamente si se las podíamos aceptar, “están cerradas y frías”, todavía dice. La mía fue de limón y me cayó de perlas.

Igualmente, me encantó saludar a gente que, a pesar de ser vecinos teníamos un rato sin vernos o a otros que sí veo más seguido hacerlo en otras circunstancias. Me dio mucho gusto atestiguar la primera votación de la vecinita de al lado (ahijada de mi hija), que llegó acompañada de su papá. Está también el caso del vecino que saludo seguido, pero lo hago de forma genérica porque no sé cómo se llama y me da pena preguntarle, pero que ahora ya vi que es Gregorio Rogelio, así que en adelante ya le hablaré por su nombre.

No faltó, por supuesto, el caso del famoso del barrio que al ir a votar todo mundo, incluyendo personal del INE, le pidió fotos y él amablemente accedió a ello, cuando yo creí que era más arrogante; prejuicioso que es uno, pues.

Atestigüé, igualmente, el caso de la señora que llegó con su bebé de brazos y que durante las maniobras para votar la capacitadora del INE le sostuvo a la criatura. O los señores ya mayores y hasta enfermos que con muchas dificultades llegaban muy propios para ejercer su derecho. Tuvimos igualmente seis casos de personas que, por edad, enfermedad o alguna discapacidad, les fue imposible llegar hasta la casilla pero desde las afueras mandaron su credencial y aviso para llevarles la mampara móvil hasta su automóvil y que ahí pudieran votar.

Hubo también varios padres de familia que preguntaban por las casillas infantiles y que, al no haber, pidieron que también pintáramos el dedo de sus hijos. De verdad que era imposible no emocionarse con tanto.

Por ahí después de las 17:15 empezó a bajar el flujo y fue cuando aproveché para hacer una pausa para ir al baño, comer un baguette que nos habían traído y echarle un ojo al celular por si había alguna urgencia. Lo más importante era un mensaje de mi hijo que me preguntaba cómo iba… ¡tres horas antes! A las 17:58 pasé a la casilla de enfrente a ejercer mi propio voto y ahí verifiqué que ya habían votado mis hijas también. Después supe que cuando fueron iban a pasar a saludarme pero se abstuvieron para no distraerme (cueras ellas).

18:02, cierre de votaciones y se viene lo más pesado del proceso. Eran las 21:00 horas y todavía ni siquiera empezábamos a contar. Es realmente increíble todo lo que hay detrás después de una votación: desmontar, contar y cuadrar boleta por boleta (literal), levantar actas y hacer paquetes, y eso hablando de macro actividades, pero es un largo etcétera de puntos a cubrir. Por ahí recibí un mensaje de mi hija avisando que me habían dejado cena en el comedor para cuando terminara. Ella ya ha sido presidenta y sabía lo que me esperaba.

Por fin, al filo de las 02:30, exhaustos y acalorados, terminamos a satisfacción de todos y cargamos en una camioneta el último paquete para que se concentrara para el recuento general. A esa hora hasta los policías que iban a resguardar el vehículo estaban impacientes.

02:35 horas, ya en casa, guardé mi cena en el refri (sí tenía hambre, pero era mucho más mi agotamiento), encendí el aire acondicionado de la recámara y adolorido del cuerpo pero exultante del espíritu abracé mi almohada y ya no supe más.

Al momento de redactar estas líneas, casi tres días después, aún me duele el cuerpo, pero me sigo emocionando al recordar la experiencia. Y sí, fue una jornada diferente.



Rafael Romero
Monterrey

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Coaliciones confunden a votantes

Por primer vez me tocó ser funcionaria de casilla, fui nombrada presidenta por el INE, un ejercicio por el que muchos ciudadanos deberíamos pasar.

Para empezar, como vimos en las noticias, muchos de los capacitadores, quienes son el enlace entre los funcionarios de casilla y el INE, renunciaron. Días antes de las elecciones, varios funcionarios renunciaron y solo quedamos cuatro, cuando al menos deberíamos ser cinco, sin contar a los tres suplentes.

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El día de las elecciones, las capacitadoras del INE que supervisaron las casillas de la zona nos dijeron que no podíamos abrir hasta no completar cinco personas. Se invitó a quienes hacían fila y nadie quiso participar, al contrario, estaban enojados porque según escucharon en los noticieros de televisión, las casillas abrirían a las 7 de la mañana, cuando en realidad el horario correcto era de 8 de la mañana a 6 de la tarde.

La falta de una persona implicó un retraso de una hora en la apertura, que fue cuando convencimos a las del INE que nos permitiéran echar a andar la casilla. En toda la jornada nos faltó una persona y aunque eso no detuvo la labor de los funcionarios, sí impactó en el ejercicio.

Por último, en el coteo de votos nos dimos cuenta que las coaliciones confunden a los electores, pues seleccionaron candidatos que no forman una coalición y esos votos tuvieron que dirigirse al grupo de nulos.

En cada una de las elecciones se señalan los retrasos en la apertura de las casillas, el conteo de votos, pero los ciudadanos muchas veces no están familiarizados con el funcionamiento.

Simplemente, es muy difícil que ocurra un fraude cuando los representantes de los partidos están presentes vigilando cada movimiento, especialmente el conteo.

Valdría la pena fortalecer y actualizar el sistema del INE para que sea cada vez más ágil y menos arcáico.



Teresa Martínez
Guadalupe

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Invita a jóvenes a participar

Lo más gratificante fue sin duda trabajar por el futuro de todos los mexicanos. Ser funcionaria de casilla fue un trabajo muy pesado, pero a la vez una experiencia muy bonita, lo recomiendo a todos.

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Lo que menos me gustó es que apenas estábamos abriendo las urnas y contando votos cuando ya distintos medios estaban dando como ganadores a ciertos candidatos. El trabajo del conteo de boletas y cierre, en mi casilla, fue de más de 6 horas y se me hizo mucho más pesado que las más de 10 horas entre montar la casilla y la elección en sí como para que a muy temprana hora sintiéramos que lo que estábamos haciendo no valía ya la pena.

Quiero aprovechar este espacio para invitar a todas las personas, pero especialmente a los jóvenes a PARTICIPAR en las elecciones. Hacen falta muchas manos y supe de muchos que dejaron pasar esta oportunidad o que rechazaron la invitación. Me tocó ver a personas de tercera edad trabajando como funcionarios y verlos muy cansados en el cierre. Aproximadamente son 15-18 horas de trabajo y es aquí cuando los jóvenes podemos aportar nuestro tiempo y sobre todo que nuestro cuerpo todavía nos permite estar de pie por tantísimas horas. Si queremos un México diferente, empecemos por nosotros. No solo se quejen, ¡éntrenle!



Ana Cecilia Peña
San Pedro

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Hubo mucha participación ciudadana

Lo más gratificante fue que hubo mucha participación ciudadana, muchos jóvenes que acudieron a votar.

Abrimos tarde por indicación del INE, que los paqueter se abrieran a las 8:15 de la mañana y empezáramos a contar. Yo tenía 777 boletas de cada una (elección).

El primero emitió su voto a las 9:10 de la mañana y finalizó a las 6:10 de la tarde. Supimos trabajar en equipo.

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No comimos todo el día, tuvimos gente, pero la satisfacción más grande que nos dieron fueron muchas bendiciones.

Lo desagradable: Acudió una supervisora del INE, no la que nos había dado la capacitación. Su supervisora no se presentó conmigo ya que fui la presidenta. Llegó con una actitud odiosa, queriendo instalar otras mamparas, las que eran especiales, y no había en dónde pero las puso. La gente se tenía que hincar para votar, ella les quitaba los votos de las manos para ponerlos en las urnas, fue déspota.

Terminamos el conteo a las 11 de la noche, pero pasaron por los paquetes tarde, la chica del INE tenía custodia siete carros de todos los partidos.

Fue muy satisfactorio, solo 15 o 20 minutos que fueron amargos con la supervisora del INE, que se fue porque les dije que si no se iba renunciaba.

Me preguntan que si lo volvería a hacer y digo sí.



Rosa Nelly Arredondo Galaviz
Monterrey

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Una experiencia llena de aprendizaje

Fue una experiencia larga, pero llena de aprendizaje. Mis compañeros de casilla muy cordiales, responsables y muy entregados a su función.

Recibimos capacitación, dos sesiones en línea y tres sesiones en presencial.

Faltó apoyo por parte del Colegio Santa Engracia, que nunca prestó las instalaciones previamente para hacer reconocimiento de campo y lo conocimos el día de la elección.

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Eso fue desfavorable, pues el acceso estaba demasiado estrecho y tuvimos que atender personas afuera con dificultad para accesar.

Llegamos a las 7:15 de la mañana, como nos indicaron, y terminamos a la 1:30 de la mañana del día siguiente, hasta que llegaron por los paquetes a las 2:00 de la mañana.

Cabe señalar que media hora para instalarnos es poco tiempo, sobre todo cuando no conoces previamente el campo para el acomodo.

Nos acompañaron dos representantes del INE y seis representantes de partidos.

Durante la votación se originaron largas filas, ocasionadas por personas que llegaron desde las 6 de la mañana. Cuando llegamos ya había una fila de 30 personas.

Unas cuantas personas estaban molestas por el tiempo de espera, pues era tanta gente que las filas eran largas y lentas.

Afuera, los dos escrutadores que teníamos a cargo recibieron la mayor parte de las quejas por el tiempo de espera. Había personas que comprendían y otras estaban muy enfadadas.

Los escrutadores también se dieron a la tarea de apoyar a las personas que no sabían dónde votar. Nos llegó gente que venía de recorrer varias casillas porque no sabían.

Adentro de la casilla todo muy bien. Nos felicitaban y la mayoría (de las personas) de muy buen humor.

Para las 10 de la mañana, ya el movimiento era más rápido. Nunca tuvimos espacio ni para comer. De mi parte, llevamos lonches, sodas, jugos, refrescos, agua y snacks. El INE nos ofrecía agua durante la jornada y nos dieron un Subway al mediodía.

Cerramos la casilla a las 6:00 de la tarde al verificar que ya no había votantes en fila.

Ahí inició lo pesado: la clasificación y el conteo.

Tuvimos 508 votantes. Terminamos conteo, llenamos actas, desarmamos casilla, integramos los cinco paquetes y así cerramos la jornada.

Apoyamos a subir los paquetes a la camioneta del INE que fue custiodada por una patrulla con dos oficiales.

Fue una experiencia extenuante, intensa, pero muy gratificante. La pasamos muy bien, con mucho ánimo, a pesar de las casi 18 horas.

Me sorprendió ver a los integrantes de la contigua 2 muy jóvenes y muy entusiastas, pero sobretodo super responsables.



Carmen Vázquez.
Monterrey

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Alta participación

Durante las recientes elecciones tuve el honor de servir como primer secretario en la contigua 4 de la sección federal número 0390, ubicada en las instalaciones del Irish.

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A pesar de un breve retraso inicial, la jornada transcurrió de manera excepcionalmente fluida y con alta participación, superando el 75% en nuestra casilla.
La colaboración y el compromiso de mis compañeros de casilla, Conchis, Mely, Manu, Yolanda y Carlos, fueron fundamentales para mantener el proceso ordenado y eficiente.
Gracias a su dedicación, pudimos superar cualquier desafío y asegurar que todo transcurriera en total armonía.
La energía positiva y la activa participación de los votantes enriquecieron notablemente nuestra experiencia.
Cerramos la casilla a las 6:00 p.m. y procedimos al conteo de los votos, contabilizando más de 2,600 boletas.
Este proceso, aunque minucioso, se llevó a cabo con gran precisión y terminamos nuestras tareas alrededor de las 11:30 p.m., cerrando el día con un sentimiento de logro y satisfacción.



Rigo Meléndez
San Pedro

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SUPERANDO TODOS LOS OBSTÁCULOS

En estas elecciones participé por segunda ocasión como presidente de casilla en la Colonia Lomas/Chepevera. No pensaba responder a la convocatoria de EL NORTE para platicar nuestras experiencias porque todo resultó rutinario.

Si acaso en esta ocasión hubo algunas deficiencias en la capacitación tanto de capacitadores como de funcionarios de casilla, y el mobiliario proporcionado por el INE (mesas y sillas) estaba en un estado deplorable.

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Pero entonces me enteré de la historia de una joven presidenta de casilla -que no conozco- del mismo sector, cuya historia es inspiradora y necesita contarse.

Dice un dicho que no todos los superhéroes usan capa y esa es precisamente el caso de Elma Cantú (sección 1101).

Elma fue seleccionada para presidenta de su casilla, para que en conjunto con otros cinco vecinos funcionarios y otros tres suplentes manejaran su casilla.

El día de la elección, Elma llegó puntualmente a su cita, pero ninguno de los otros 5 funcionarios se presentó.

Elma esperó en vano el tiempo marcado por la ley, pero ninguno de los cinco funcionarios ni los tres suplentes se presentaron.

Elma no tenía experiencia previa en cuestiones electorales, pero ante el riesgo de no abrir la casilla, solicitó ayuda de los vecinos que esperaban para emitir su voto y así, improvisadamente, y con ayuda de un grupo de vecinos que aceptaron la responsabilidad a última hora y sin capacitación previa formó su equipo de trabajo.

El grupo liderado por Elma logró sacar adelante el trabajo con ese equipo de brillantes e improvisados funcionarios.

Por los retrasos para la instalación de la casilla y debido a la inexperiencia de todo el equipo, en lugar de terminar antes de la medianoche, el equipo terminó hasta las 03:00 horas del lunes.

Va mi reconocimiento para Elma Cantú y su gran equipo de voluntariosos vecinos.



Alejandro Cervantes
Monterrey

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BOLETAS SOSPECHOSAS

Fui secretaria en las elecciones del 2 de junio, en Saltillo, Coahuila, casilla 731 contigua 3.

Mucha afluencia, arriba del 70%. Todo en orden con amplio triunfo de PRI en todas las actas.

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Fue de llamar la atención que las boletas no contaban con folio, como en ocasiones anteriores.

El único folio quedaba pegado al cuadernillo al desprenderlo. Eso lo hace imposible de rastrear.

Es muy sospechoso. Es como comprar un boleto de rifa, en el que el número queda en el talón, no en lo que se te entrega.



Adriana Sáenz
Saltillo

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