Esta fue la portada de EL NORTE que relataba lo ocurrido la noche del 16 y madrugada del 17 de septiembre de 1988.
Los regiomontanos aún recuerdan la imagen más característica de “Gilberto”: el Río Santa Catarina con un caudal feroz, inédito para muchos
Según datos oficiales, más de 200 personas murieron tras el paso del huracán, pero otras fuentes indican que la cifra fue mayor.
El Río Santa Catarina se desbordó y “devoró” todo a su paso, incluyendo la infraestructura deportiva que estaba en el lecho.
Las avenidas Constitución y Morones Prieto resultaron dañadas en varios tramos, al igual que cientos de vialidades en el área metropolitana.
Hubo miles de personas damnificadas, y otras más resultaron afectadas por la suspensión de los servicios de energía, agua y teléfono.
Los Juegos Manzo, uno de los lugares de esparcimiento más populares de la ciudad, fueron arrasados por la corriente.
Tres autobuses de pasajeros intentaron cruzar el vado Santa Bárbara, pero fueron arrastrados por la corriente del Río Santa Catarina.
César Cortés (al centro, sin gorra), líder del grupo “Cobra” de la Policía Judicial, junto con varios elementos, fallecieron al intentar rescatar a los pasajeros de los autobuses varados en el Río Santa Catarina.
Así quedó la pesada unidad tras ser “devorada” por la corriente. En ella se movilizaban los elementos judiciales y un joven voluntario que se había unido a los trabajos.
El voluntario era Rogelio Ayala Contel (centro), quien fue arrastrado cerca de 30 kilómetros por las olas del embravecido río, pero pudo sobrevivir. En 1989, recibió la Medalla al Mérito Cívico por su acto de heroísmo.
Con el paso del tiempo, mientras se realizaban trabajos de limpieza del río, aparecieron enterrados camiones y automóviles, así como peseras, un tipo de transporte público de la época.
El llamado a la solidaridad unió a todas las clases sociales de Nuevo León, ya que la tragedia fue un golpe muy duro para la comunidad.
La Flama de la Solidaridad, instalada en el puente Gonzalitos, es el símbolo de la unidad de los regiomontanos ante uno de los momentos más tristes de su historia.