Tres autores adolescentes regios comparten su visión sobre el quehacer literario y de cómo, a edad temprana, abrazaron el mundo de la ficción.

LA TRILOGÍA
DE LORENZO
Entre los escritores que en octubre pasado asistieron a la Feria Internacional del Libro de Monterrey, estaba Lorenzo de la Garza Garza, quien encantó con su trilogía Zombie Track y sorprendió por tener 13 años, qui_zás el más joven del encuentro.
La obra de Lorenzo es una se rie de historias de terror, género que le fascina. Desde muy chico, cuenta, quería leer a autores un tanto no aptos para esa edad, como Stephen King.
“Ahí fue cuando empecé a pensar: ‘en vez de leer un libro, ¿por qué no hago mi propio libro?’. Empecé a escribir cuentos cortos o libros que nunca terminaba”, recuerda Lorenzo, alumno de primero de secundaria del American Institute of Monterrey.
“Pero no fue hasta la pandemia, en el 2020, que empecé a escribir un libro bien, pensando en publicarlo. Así fue como nació”.
Lorenzo tenía en ese momento 10 años de edad.
Durante el confinamiento, cuando el mundo vivía el estrés y la incertidumbre por Covid-19, Lorenzo tenía en casa el tiempo suficiente para adentrarse en una aventura en la que, precisamente, un virus extraño se esparce por el planeta.
Esa fue la primera parte y la tituló Zombie Track: The Infected. En él, un adolescente y sus amigos viajan esperando encontrar la cura, pero se topan con enemigos, situaciones inesperadas y muchos secretos.
Cuando terminó de escribir, le pidió a su mamá que le ayudara a buscar una editorial. Se acercaron con Literálika.
Para el proceso de corrección, cuenta Lorenzo, fue también un gran apoyo su hermana, quien vive en Nueva York. Y es que el libro está escrito en inglés, idioma con el que se siente más cómodo para escribir.
El segundo libro fue Zombie Track: The Missing y el tercero, Zombie Track: The Last Track. Se pueden conseguir en Kindle, así como en la librería Booksmart.
Participar en la FIL regia fue algo que Lorenzo nunca imaginó.
“Me gustó mucho poder tener una conferencia para hablar de mi libro, e inspirar a otros jóvenes a que les gusta la escritura”, comenta.
Actualmente trabaja en un nuevo título, y es que, independientemente de lo que venga en el futuro, escribir es un pasatiempos que no piensa dejar.
“No hay edad para hacer lo que a ti te gusta”, comenta Lorenzo, “para perseguir tus sueños”.
ASÍ COMIENZA
ZOMBIE TRACK: THE INFECTED
(Traducción del original en inglés)
“Mi nombre es Jinn, vivo en una casa grande con alberca en una calle privada. Bueno, al menos es lo que le he dicho a mi mejor amigo Nate, pero te diré la verdad, vivo en un callejón a un lado de mi escuela.
“Mi padre es alcohólico y me echó de la casa, por lo que cuido de mí mismo a la edad de 16 años. Robo comida en la tienda de siempre, ‘Barnaby’s Bakery’, normalmente entro a escondidas a la tienda, tomo pan y una manzana y me voy a casa. Pero esta vez, me descubrieron”.

EL CUENTO
DE ELA
Cuando Ela Martínez Ortiz descubrió que sus bellos dibujos podían no solo fascinar por sus trazos, sino también contar una historia sobre amabilidad y empatía, decidió que lo adecuado era escribir un cuento. Lo tituló Gerald the frog.
Luego vino el deseo de publicarlo, así que la familia recurrió a Literálika para recibir un acompañamiento en la edición y publicación.
Esto fue en medio de la pandemia. Ahora, Ela es una escritora adolescente que no solo ha presentado su cuento ante sus compañeros del Colegio Euroamericano Sur. También ha sido invitada a hablar de él y responder las preguntas de niñas y niños sobre la historia de Gerald en otros institutos.
“Es una historia sobre diversidad e inclusión para niños chiquitos”, comenta Ela, una adolescente de 15 años y estudiante del tercero de secundaria.
Es un cuento en inglés que con ilustraciones de Lea presenta a Gerald, una simpática rana, y a sus amigos.
“En este viaje que inspira, Gerald encuentra una mágica flor que le hace entender cosas que antes no lograba comprender. La historia gira alrededor de la amabilidad y la empatía que se puede ofrecer a los otros”, indica Literálika.
Su libro está en Kindle, aunque también sus padres piden imprimir cierta cantidad de ejemplares cada vez que Ela tiene una presentación. La más reciente fue en el Instituto Docet, invitada por quien fue su maestra en preescolar.
“Estuvo padre la experiencia”, cuenta la estudiante, quien en esa ocasión firmó algunos libros, “me dio más motivación, ahora quiero escribir otro libro”.
La profesora contó en esa ocasión a los niños una anécdota.
Recordó que, de muy pequeña, a Lea le fascinaba escuchar cuentos y dibujar. La niña trazaba sobre el papel lo que ella pretendía que eran letras. A su corta edad quería comunicarse a través de garabatos.
Ahora quiere seguir su camino como escritora.
“Pero quiero, primero, leer más”, abunda, “practicar más, tal vez meterme a un curso, quiero intentar hacer un libro para personas un poquito más grandes, pero quiero prepararme un poco mejor”.
ASÍ COMIENZA
GERALD THE FROG
“Traducción del original en inglés “Hace mucho tiempo, en un lugar lejano, vivía una pequeña rana verde llamada Gerald, que vivía una vida ordinaria con su familia ordinaria”.

LAS AVENTURAS
DE MAU
La máquina de aventuras con la que Mauricio Contreras Faz construye mundos épicos y llenos de adrenalina se llama “escritura”.
En los tiempos que le quedan libres entre el colegio, las tareas y el deporte, este entusiasta chico de 12 años de edad aprovecha para escribir su libro, en el que cuenta la historia de Max, un niño que, reconoce, es muy parecido a él.
“Le puse las mismas características mías: a Max le gusta dibujar, leer, jugar videojuegos, los animales fantásticos”, relata Mau, estudiante del sexto grado en el San Patricio International School, con tanta energía creativa que, además, tiene su propio canal de YouTube.
El relato comienza con Max en casa, leyendo un libro de animales fantásticos.
“De repente, Max ve una luz en el cielo que lo abduce, y se lo lleva a la isla fusionada”, cuenta Mau, fan de los personajes alienígenas y de la mitología griega. Así inicia una serie de aventuras en las que Karla, mamá de Max, viaja a la isla a la que su hijo fue llevado y donde habita la tribu Mauiclumus.
Para rescatarlo, tiene el apoyo de Tiff y Mitch, quienes deberán luchar contra los villanos Cronos y Hades.
Su gusto por escribir viene de leer los libros de Harry Potter y Las Crónicas de Narnia.
“Los empecé a leer y me gustó, y dije: ‘yo quiero hacer esto, así que empecé a hacer mi propio libro’”, recuerda.
El año pasado, cuenta, puso manos a la obra y comenzó a plasmar en su tablet la historia que venía tejiendo en mente.
Aunque tiene ya un importante avance (al momento de la entrevista llevaba unas 110 páginas), como todo escritor trabaja en correcciones y perfecciones para narrar mejor la historia a la que ha decidido titular “Max y los animales fantásticos”.
También da rienda suelta a su creatividad para crear las ilustraciones que visualizarán las aventuras por la misteriosa isla de los Mauiclumus.
ASÍ COMIENZA
MAX Y LOS ANIMALES FANTÁSTICOS
“Había una vez un chico llamado Max. Él tiene 14 años, es delgado, tiene cabello castaño y unos grandes ojos de color café. A él le encantan los animales fantásticos.
“Max es un niño como casi todos, va a la escuela, tiene muchos amigos y una hermosa familia, le gusta mucho leer, jugar videojuegos y dibujar. Es un chico que tenía una vida normal, sin embargo, una noche, su vida cambió por completo”.