MARIO SANTANA RAMOS HERNÁNDEZ
‘NO ME REGRESO’
Apasionado del deporte desde su niñez, Mario Santana Ramos Hernández llegó de Villaldama a Monterrey para estudiar prepa y se enroló en el futbol americano.
Luego, el admirador de los Vaqueros de Dallas entró a Contaduría de la UANL y a jugar con Castores de Ingeniería Civil, pero el 28 de octubre del 2002 sufrió un accidente en un entrenamiento, que puso en peligro su vida.
“Al golpear el pecho de otro compañero con mi cabeza me fracturé el cuello. Quedé con cuadriplejía por lesión medular severa”, cuenta Mario, quien va por sus terceros Juegos Paralímpicos a París en lanzamiento de clava.
“Después de una cirugía de ocho horas, tres infartos y un paro respiratorio, me dejó Dios aquí para una segunda oportunidad”.
De 43 años, Mario es hijo de Mario Santana Ramos y Gabriela Hernández. Tiene cuatro hermanos, está casado con Tayde Díaz y tienen un hijo, Santana, de 2 años.
Según los médicos, Mario no recobraría la movilidad de hombros a pies, pero a partir de terapias, disciplina y apoyo familiar mueve ambos brazos y se desplaza con habilidad en silla de ruedas.
Se enteró del deporte paralímpico al ver por televisión a Saúl Mendoza en los Paralímpicos Londres 2012 y, al año siguiente, se inició en el lanzamiento de clava, en el que ha sobresalido.
“Soy seis veces campeón nacional. He roto el récord del continente americano ocho veces y estoy ranqueado como número dos del mundo y número uno del continente”, comparte Mario, quien estudia Ciencias del Deporte.
Del séptimo lugar en Río 2016 obtuvo un cuarto en Tokio 2020 y plata en los Campeonatos Mundiales de Paratletismo Dubái 2019, París 2023 y Kobe 2024.
“Es un orgullo representar a México. Con 22 años de estar en una silla de ruedas, sin mover el 85 por ciento del cuerpo, aspiro a ser el número uno del mundo.
“Y si viene un mago y me dice: ‘Te regreso a tu vida’, no me regreso. Estoy viviendo algo impresionante que estoy aprovechando al máximo, porque el poder ver a mi hijo de 2 años me motiva a querer estar dos ciclos paralímpicos más para que él me vea competir”.
BRENDA OSNAYA ÁLVAREZ
‘¿DE QUÉ TE QUEJAS?’
Ubicada en el cuarto sitio del ranking internacional de paratriatlón, Brenda Osnaya Álvarez encontró en el deporte una motivación de vida.
De niña se enamoró del patinaje de velocidad sobre ruedas, en el que fue campeona nacional por nueve años, además de participar en Panamericanos y Centroamericanos Juveniles.
Soñaba con representar al País en un campeonato mundial, pero a sus 17 años un accidente cambió su destino cuando se dirigía de Monterrey a Puebla a una competencia que le daría el añorado boleto para el Campeonato Mundial Colombia 2010.
“La persona que iba manejando se queda dormida y nos pasamos del otro lado de la autopista.
Chocamos de frente con otro coche a 140 kilómetros por hora y, afortunadamente, nadie falleció, pero yo tuve fractura de columna y lesión medular, que es lo que no me permite caminar”, detalla Brenda, hoy de 31 años.
Tras días de hospitalización y varias cirugías se enfocó en su recuperación con el total apoyo de sus padres, Jorge Osnaya y María Elena Álvarez, quien ya falleció, y su hermano Jorge Alfonso.
“El deporte adaptado significó mi motivación para salir adelante”, afirma la tricampeona del mundo en paratriatlón y quien acudirá a sus segundos Juegos Paralímpicos en París.
Brenda practicó natación. Incursionó en paratenis de mesa y fue subcampeona nacional. En powerlifting fue bicampeona.
Estos dos deportes no le apasionaban hasta que se enteró de que en Río 2016 se incluiría el paratriatlón, que incluye natación, bicicleta de mano y silla de pista.
“Me fui preparando y me empezó a ir bien: en el 2018 fui a mi primer campeonato mundial y quedé en octavo lugar.
“Fui ganando medallas en copas del mundo, series mundiales y, en mis primeros Juegos Paralímpicos Tokio 2020, obtuvimos quinto lugar”, refiere Brenda, comunicóloga y conferencista motivacional, quien también fue campeona en la Copa del Mundo de Paratriatlón Long Beach 2023 y subcampeona en la Serie Mundial Devonport Australia 2024.
Jorge, su padre, destaca que con su rodar diario Brenda demuestra que nada es imposible.
“Es ejemplo de actitud, fuerza y perseverancia. A todos nos dice: ‘¿De qué te quejas?’”.
Jessica González, entrenadora y pareja de Brenda, coincide en esto y añade que la regia es tenaz, sencilla y bondadosa.
Brenda, quien competirá el 2 de septiembre, habla de la relevancia de esta oportunidad.
“Para mí París 2024 significa la culminación de todo un ciclo de trabajo, de muchos obstáculos y satisfacciones”, subraya.
“Es esa emoción de representar a tu País y poner el nombre de México en alto y también de ser, no inspiración, pero sí un referente del deporte paralímpico”.
JOSÉ ROMÁN RUIZ CASTRO
‘VOY CON TODA LA EXPERIENCIA’
“Siempre he pensado en ser un atleta en la élite mundial. Nunca pensé que lo iba a hacer en deporte paralímpico, pero llegó esta oportunidad”, dice resuelto José Román Ruiz Castro, quien competirá en impulso de bala en los Juegos Paralímpicos París 2024 el 4 de septiembre.
Es el segundo de cuatro hijos de José Román Ruiz y Leonor Castro. Nacido en Culiacán, llegó a Monterrey para estudiar Ingeniería Mecatrónica en la UANL, donde jugaba basquetbol.
Estaba en sexto semestre cuando le diagnosticaron un tumor cerebral.
“Vino la operación el 12 de febrero del 2012 y no resultó como quería”, recuerda Román, de 35 años, alto, moreno y robusto.
“No podía mover el 70 por ciento de mi cuerpo, tenía descoordinación, me caía. Estaba completamente perdido”.
Román permaneció 26 días en coma y, al despertar, tenía, además, parálisis facial.
Su médico sentenció que no volvería a hacer deporte y tendría que adaptarse a su nueva realidad. Sin embargo, Román no estaba dispuesto a aceptarlo. Cinco años transcurrieron en una constante rehabilitación y seis operaciones que pusieron en riesgo su vida.
“Hasta la fecha soy el Román de siempre. Luché por mi rehabilitación, por cumplir mis sueños contra los pronósticos médicos, contra mi destino, porque era lo que habían escrito para mí”.
Román, quien gusta de la música alegre y las películas inspiradoras, continuó su carrera y una maestría en Administración de Negocios. Conoció el deporte paralímpico y se puso la meta de ser campeón olímpico.
Su entrenador, Erwin Laberdesque, lo describe como un guerrero tenaz y disciplinado.
“Enfrentarse a la muerte hizo que no le importe si le cierran una puerta: abre otra o la tumba. Los resultados hablan por él”.
Ganó bronce en los Juegos Parapanamericanos Lima 2019 y cuarto lugar en los Paralímpicos Tokio 2020. Fue subcampeón en el Mundial de Paratletismo París 2023 y campeón en los Parapanamericanos Santiago de Chile 2023.
“Me convertí en el mejor de América y después vino el Mundial de Paratletismo Kobe 2024 y quedé en cuarto lugar.
“En París 2024 ya voy con toda la experiencia. Ahora sí voy por la medalla”.
DULCE MARÍA GONZÁLEZ GUERRERO
‘UNA MEDALLA PARA MI MÉXICO’
Emocionada, Dulce María González Guerrero afirma que es la primera mujer que gana plaza para México en paraciclismo en la historia de los Juegos Paralímpicos.
“Cuando voy en la bicicleta me siento feliz, con energía”, expresa esta chica de 26 años y gran sonrisa.
A Dulce le detectaron daño cerebral a los días de nacida, lo que le ocasionó un ligero retraso y dificultad para hablar. Pero muy pronto comenzó a recibir terapias y desde niña no ha dejado el deporte.
Karen, la mayor de seis hermanos y quien acompaña a Dulce en sus competencias, dice que sus padres José González y Águeda Guerrero nunca tuvieron un trato diferente para ella y la inscribieron en natación antes de que optara por el paraciclismo.
“Tenía un triciclito, un mini triciclo, y andaba con mis hermanas en la calle”, comenta Dulce.
Al ver su habilidad para desplazarse, un entrenador habló con sus papás para que le permitieran prepararse y participar en las paralimpiadas de Nuevo León, en las que se desempeñó con éxito.
Después acudió a las nacionales y fue multimedallista en paralimpiadas.
Ganó oro y plata en la Copa del Mundo Bélgica 2021, doble oro en el Campeonato del Mundo Canadá 2022 y doble plata en la Copa del Mundo Canadá 2022.
También, doble plata en la Copa del Mundo Alabama 2023, cuarto y quinto lugar en los Juegos Parapanamericanos Santiago de Chile 2023, doble bronce en la Copa del Mundo Bélgica 2024 y doble bronce en la Copa del Mundo Italia 2024.
“Es tenaz, disciplinada y veloz en la bicicleta”, destaca Erik Pérez, su entrenador. “Ha tenido algunas caídas significativas; en una se fracturó la clavícula, pero pronto regresa a entrenar y se recupera”.
Dulce es regiomontana, entrena en la Ciudad de México y en los Juegos Paralímpicos París 2024 participará en dos pruebas: paraciclismo a contrarreloj y en ruta, del 4 al 7 de septiembre.
“Estoy muy orgullosa de representar a mi País”, exclama Dulce.
“Yo voy por una medalla para mi México”.
IGNACIO TREVIÑO FUERTE
‘ES UN GRAN SUEÑO’
La vida de Ignacio Treviño Fuerte está ligada a los caballos. Desde su niñez los montaba, aunque de forma recreativa.
“Fue hasta que la vida me regala esta discapacidad hace 11 años y después de otros más de estar en silla de ruedas que decido volver a subirme a un caballo y a competir”, platica Ignacio, hoy de 49 años.
“El origen de nuestra discapacidad fue una enfermedad súbita: una combinación de lupus erimatoso sistémico y una polineuropatía que afecta el sistema nervioso”.
Al principio, Ignacio, quien nació en Durango y se mudó a Monterrey con su familia cuando tenía 6 años, quedó postrado en cama con hemiplejía y, con base en lucha y rehabilitación, pasó a la silla de ruedas.
Su amor por los caballos lo hacía soñar con montar de nuevo y un día le pidió a varias personas que lo ayudaran.
Fue una odisea, pero eso lo hizo creer de nuevo en él y poco a poco su condición músculo esquelética y la actividad de sus órganos mejoraron. Hizo equinoterapia, equitación de trabajo y dressage o adiestramiento adaptado.
“Después recibimos una invitación para ser parte del selectivo del paraecuestre en México y en mayo del 2018 participamos en nuestra primera competencia de paradressage, en la que ganamos nuestro boleto para los World Equestrian Games 2018”, comparte Ignacio, ingeniero y padre de dos hijos: Rebeca e Ignacio.
Luego asistió a los Paralímpicos Tokio 2020, a los World Championships Herning 2022 y el año pasado se lanzó a la aventura de pasar temporadas en Alemania para competir en Eslovaquia, Holanda, Bélgica y Hungría.
Con los puntos obtenidos logró la plaza individual como tercer lugar de América para los Paralímpicos París 2024, en las pruebas Grand Prix B y Grand Prix Freestyle Grado III con su caballo Kukul LS La Silla, que se realizarán el 3 y 4 de septiembre.
“Es un gran sueño. Todo el equipo está muy feliz de estar en ese lugar histórico (el Palacio de Versalles) compitiendo, representando a México y con la ilusión de hacerlo lo mejor posible para hacer una gran competencia”.