Más que un lazo sanguíneo, a los Rojo de la Vega Piccolo los une la pasión por la vida saludable, la cual tienen adherida
en sus genes y buscan heredar a las siguientes generaciones, como es el caso de Nunzia, la mayor de tres hermanos del matrimonio entre Martín Rojo de la Vega y Mónica Piccolo.
“Es muy bonito formar parte de una familia fit porque los planes se hacen en común y siempre tenemos una razón para estar unidos; me acuerdo que mis papás nos pusieron a hacer todo tipo de deportes desde niños”, dijo Nunzia Rojo de la Vega,también artista plástica.
“Aunque somos muy fuertes por razones genéticas, para poder llegar a donde estamos fue necesario echar mano de la constancia, siempre he estado en el camino sano, nunca me he salido de mi centro”.
Si bien a lo largo de sus casi 39 años se ha mantenido en constante actividad física por convicción propia, es el hogar que formó con Andrew Falasco lo que la motiva a seguir adelante desde el 2017, año en que nació su primogénito, Emiliano.
“Mi mayor motivación, sin pensarlo ni dudarlo, son mis hijos, siempre que estoy entrenando, en la mente están ellos; cuando me quiero rendir los veo echándome porras en la meta”, compartió la egresada de la Universidad Anáhuac México Sur.
“Son mi motor, mi vida, quiero que siempre estén orgullosos de mí, ponerles el ejemplo y que me recuerden como una mamá súper sana y deportista, deseo mantenerme joven y fuerte para poderlos disfrutar también en el futuro”.
Desde su primer embarazo, la empresaria demostró que hablaba en serio cuando se refería al cuidado físico y mental y durante la gestación se mantuvo activa, aunque con menos intensidad, transmitiéndole a su bebé los beneficios del ejercicio.
“Después del primer trimestre, en el cual debes tener cuidado para evitar un desprendimiento, continué con mi rutina normal, cuidando no subir tanto mi frecuencia cardiaca; hacía bici, natación y pesas”, explicó la empresaria.
“La yoga, acompañada con ejercicios de respiración, es buenísima, te da articulaciones más sanas, esto se nota a la hora del parto, pues es más rápida la llegada de tu criatura; te puedes ejercitar hasta el último día, es excelente porque liberas estrés y te mantienes en forma”.
En septiembre de 2019, realizó una de las hazañas más importantes de su trayectoria deportiva al cruzar la meta del Campeonato Mundial de Triatlón, en Suiza, casi dos meses después de haber dado a luz a Nicolás, su segundo varón.
“Fue sumamente difícil, me llevé a mis dos chamacos sin ayuda, más que Andrew y yo; estuvo de verdad muy duro, pero me siento orgullosa de haberlo logrado. No competí para superar algún tiempo en específico, sino para disfrutar cada una de las tres etapas”, comentó la apasionada del canto.
El pasado junio alcanzó una meta más al realizar su campeonato mundial número tres, con sede en Montreal, Canadá, donde compitió junto a sus primos, Isabella Luckie y Nicolás García, con el apoyo de su madre.