El restaurante Octo fue reconocido con el Prix Versailles 2022 de la UNESCO por su propuesta arquitéctonica

Ladrillos de arcilla que forman estructuras hexagonales, flores de concreto, latón y madera que hacen evocaciones al siete como un número de cierre de ciclos y al ocho como representación del infinito, son los conceptos que Luis Manuel y Luis Fernando Hernández imprimieron en el diseño y arquitectura del restaurante Octo, que se hizo merecedor del Prix Versailles 2022, que otorga la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.

En los tres niveles de este restaurante de más de 700 metros cuadrados, destacan las fachaletas de ladrillo de terracota, que se extiende por la fachada, pero también por las monumentales escaleras, por sus jardines, terrazas y balcones.

Octo, ubicado en la Calle Lerdo de Tejada 2420, abrió sus puertas en noviembre de 2021, luego de más de un año de trabajo, recuerda Luis Manuel, contador de profesión, quien se adentró en el mundo del diseño y de la creatividad con Bruna, un restaurante que decidió abrir para impulsar la propuesta gastronómica del chef Óscar Garza.

Previo a Bruna, en 2016, el creativo no tenía experiencia en el diseño de restaurantes, pero poco a poco creó un concepto que buscaba resaltar el valor del trabajo hecho a mano con creaciones de artesanos locales. La primera sede de Bruna, en la Calle Lope de Vega, resultó ser un éxito, por lo que ocho meses después, el espacio fue insuficiente y se mudó a una casona en Lerdo de Tejada 2418.

Ahí, junto con su hermano Luis Fernando, arquitecto de profesión, volvió a implementar esa idea del trabajo artesanal, con un concepto orgánico, con espacios cerrados y exteriores, con jardines que mostraran una amplia biodiversidad. Esta segunda sede ha sido también popular entre los comensales, por lo que  los hermanos decidieron crear una nueva experiencia, en una finca anexa.

“Bruna ha sido un lienzo que me ha permitido desarrollarme, fue un proyecto experimental que nos dio algo de experiencia para hacer Octo, si bien en Bruna era un discurso orgánico, Octo ha buscado ser un espacio espectacular bajo el concepto de un orquideario inorgánico”, describe Luis Manuel.

Octo, especializado en platos de mar, empezó a ver la luz en medio de la pandemia.

La idea fue poner atención a los mínimos detalles. Con una colección de más de 250 mil ladrillos de terracota en formas hexagonales, así como platos, mesas, lámparas y demás elementos, que incluyen una colección de lúdicas esculturas de Sofía Crimen y vajillas de Cerámica Suro, el espacio busca generar una experiencia redonda, casi mística, expresa Luis Manuel.

Ningún elemento de Octo ha sido puesto al azar. Incluso las mesas de madera son hexagonales y los mosaicos del piso con incrustaciones en latón evocan el avance, de sur a norte, de las manecillas del reloj hacia las ocho, “que representa el infinito, el tiempo en movimiento, así encuentras un montón de detalles que te cuentan una historia”, agrega Luis Manuel.

Para los hermanos este galardón significa un logro importante, pero también la responsabilidad de mantener la calidad y los estándares de sus restaurantes.

El Prix Versailles 2022 es impulsado por la UNESCO desde 2015, con el objetivo de enaltecer la innovación, la creatividad, el patrimonio local y la sustentabilidad de arquitectura contenida en aeropuertos, universidades, hoteles, hasta centros comerciales y restaurantes, reconoció a Octo con el Premio Especial por Exterior en la categoría Restaurantes, que previamente han recibido restaurantes de Nueva York, Shanghai, Río de Janeiro, Bangkok, Madrid, Dubai, Tokio y París.

En esta edición hubo 96 finalistas y los ganadores fueron elegidos por un jurado integrado por el filósofo Gilles Lipovetsky (Francia), los arquitectos Lu Wenyu (China), así como Thomas Vonier y Thom Mayne (Estados Unidos) y el diseñador Jasper Morrison (Inglaterra).

Información: Rebeca Pérez
Fotos: Emilio de la Cruz @ecroix
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