Eleva el nivel

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A lo largo de tu carrera es muy probable que debas memorizar términos, aspectos, definiciones u otro tipo de información, ya sea para aprobar un examen, realizar una exposición exitosa o recordar elementos clave en un discurso.  

Conoce algunas estrategias y tips que podrán ayudarte a subir de nivel esta capacidad. 

Entiende el tema

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La información organizada y coherente es más fácil de recordar.  

Al estudiar procura enfocarte en un solo tema y apuesta por entender ideas, conceptos, teorías y significados en lugar de memorizarlos por repetición. 

Esto te permitirá vincular aspectos clave, hallar causas, efectos, similitudes y diferencias, lo que a su vez motivará el entendimiento y te permitirá asimilar en mayor medida esquemas informativos más grandes o complejos. 

Lo anterior se puede complementar al establecer conexiones con conocimientos previos, como datos curiosos o vivencias. 

Algunos temas, además, serán más fáciles de recordar si dedicas un tiempo en entender el trasfondo asociado a éste. 

Aprovecha para dormir

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Numerosos estudios han demostrado que el dormir ayuda al cerebro a procesar y guardar información.  

En 2006, por ejemplo, investigadores hallaron que los estudiantes que se iban a dormir durante las primeras tres horas después de aprender material nuevo recordaban cerca de 16 por ciento más datos que aquellos con descansos después de 10 horas. 

Se ha teorizado que lo anterior se debe a la eliminación de estímulos ambientales capaces de interferir con la información asimilada mientras se descansa. 

Estimula tu cerebro

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Si bien la repetición de un dato o paquete informativo puede propiciar el aprendizaje, existen otros métodos que potencian la memoria, como las autoevaluaciones, las tarjetas didácticas y los mapas mentales. 

El acto de escribir también ayuda a mejorar el aprendizaje, ya que se establece una conexión directa entre la mano y el cerebro. Esto se puede maximizar si al repasar o redactar se repite la información en voz alta. 

Otra alternativa es realizar ejercicios cognitivos regularmente y aumentar su dificultad gradualmente. Crucigramas, sudoku y ajedrez son algunos de estos. 

Apuesta por hábitos sanos

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El ejercicio y la alimentación son excelentes aliados de la mente y la memoria. 

Además de ayudar a aliviar el estrés y mejorar la concentración, la actividad física potencia la conexión entre neuronas. Procura realizar al menos 30 minutos de cardio u otras disciplinas cinco veces a la semana. 

La meditación es otra alternativa viable.  

Reducir el consumo regular de azúcar también tiene beneficios cognitivos. Estudios demuestran que el consumo excesivo de ésta repercute en la memoria. Alimentos que pueden ayudar al cerebro son las moras azules, los peces grasos y el chocolate oscuro, por mencionar algunos. 

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Las imágenes, canciones y expresiones corporales también pueden ayudar a mejorar la memoria, ya que salen de las estrategias convencionales y se vuelven más atractivas para el cerebro. 

Emparejar datos relevantes con imágenes o representaciones visuales, crear escenarios mentales, usar ritmos y tonadas o ademanes pueden ser las claves para aprender cuestiones complejas o extensas. 

Fuentes

+ The Learning Center de la University of North Carolina at Chapel Hill 

+ Academic Skills Center de Dartmouth College 

+ The College Puzzle de Stanford University 

+ Top Universities 

+ Monash University 

+ The University of Queensland 

Créditos: Abel Vázquez
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