En esta ocasión, los lugares se invirtieron, pues los invitados tuvieron que pasar primero por el área de trabajo, antes apreciar las obras de los siete creadores.
“No hay una línea discursiva en términos de tema, pero todos se conectan porque viven la vida y una relación con el arte de una manera muy contemplativa”, explicó Manuel Forte, director de OMR Aire y curador de la exposición.