Gobierno de Coahuila y Profepa

Los osos negros alguna vez fueron comunes en casi todas las entidades del centro y norte de México. Se veían, por ejemplo, en las montañas de Aguascalientes, Jalisco y Nayarit.

Ahora sólo sobreviven en un puñado de estados norteños debido a la modificación y pérdida de su hábitat, así como a la cacería ilegal. Se convirtieron en los únicos úrsidos del País tras la extinción del oso gris mexicano hace más de 50 años.

Si bien son una especie carismática porque generan actitudes favorables hacia su conservación, todavía resultan involucrados en casos de maltrato animal, como los ejemplares asesinados este año en Cumpas, Sonora, y en Castaños, Coahuila.

Con el fin de asegurar una convivencia segura con los carnívoros más grandes de México, especialistas detallan cómo debe ser la relación entre personas y osos negros.

¿Dónde viven?

A nivel nacional se reportan tres subespecies de oso negro (Ursus americanus) en distintas entidades:

▪️Ursus americanus eremicus en Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, Zacatecas y San Luis Potosí.
▪️Ursus americanus machetes en Sinaloa, Durango, Chihuahua y Zacatecas.
▪️Ursus americanus amblyceps en Sonora y Chihuahua.

Su área de distribución actual está 80 por ciento reducida con respecto a su extensión original.

Viven en zonas montañosas porque ahí encuentran refugio y alimento. Se adaptan a áreas semidesérticas, de matorral y boscosas.

¿Por qué se acercan a las personas?

Aunque los osos negros suelen rehuir al contacto con personas, cada vez son más comunes los avistamientos de individuos cerca de asentamientos humanos.

Diana Zendejo, integrante de la Comisión de Educación y Comunicación de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), explica que se debe a un proceso de habituación: cuando algunas personas los alimentan, comienzan a ver a los humanos en general como fuente de comida, así que los úrsidos permiten cierta cercanía.

Otra razón que los motiva a acercarse a pueblos y ciudades es el acceso a residuos, pues gracias a su desarrollado sentido del olfato pueden detectar restos orgánicos en botes de basura incluso si están cerrados.

En Monterrey, Nuevo León, Zendejo asesoró a vecinos de un fraccionamiento interesados en evitar conflictos con estos animales. Colocaron cámaras trampa para estudiar su comportamiento y construyeron un cuarto de basura al que no pueden ingresar los animales.

“Nos tocó ver que las heces estaban hechas completamente de papel y de aluminio. No había semillas como lo ves comúnmente en ambientes naturales. El oso había hecho de popo papel y aluminio. Ese tipo de observaciones les preocupaba”, cuenta la tesista de la maestría en Restauración Ecológica de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL).

Factores ambientales, como sequías y falta de alimento, también contribuyen al acercamiento de los osos a comunidades de personas.

Foto: Rosamaria López Franco
Esto atrae a los osos:

▪️Botes de basura.
▪️Contenedores de alimentos.
▪️Utensilios de cocina con olores a comida.
▪️Comederos de aves.
▪️Árboles frutales y huertos.
▪️Parrillas para carne asada.
▪️Platos de croquetas para mascotas.

¿Qué hacer al ver un oso?

Foto: Thomas Fuhrmann/Wikimedia Commons

Si por alguna razón una persona se encuentra con un oso, es común que ambos se encuentren temerosos. Algunas recomendaciones para evitar conflictos con estos animales son:

▪️No alimentarlos ni proporcionarles agua. A pesar de parecer serenos, son animales silvestres que exigirán más comida.
▪️Alejarse de ellos de manera tranquila y nunca acercarse porque son ágiles, impredecibles y fuertes.
▪️Mantener limpias las propiedades para no atraerlos con olores.
▪️Colocar la basura bajo llave y almacenar correctamente la comida.
▪️No arrojarles objetos para atraer su atención ni para alejarlos. Al agacharse para recoger algo podrían aproximarse e incluso atacar.
▪️No tratar de fotografiarlos ni tomarse “selfies” con ellos. Tampoco sorprenderlos.
▪️Apartarse de los oseznos porque es muy probable que su madre esté cerca y puede ser agresiva.
▪️No correr porque eso podría ocasionar una persecución.
▪️No quedarse inmóvil ni simular estar muerto.

“Muchas veces creemos que al alimentar a un oso le estamos haciendo un favor porque a lo mejor no tiene comida ni agua. En realidad, lo único que estamos haciendo al no conocer a la especie es que el animal cambie completamente su instinto y se vuelva completamente dependiente a nosotros”, comenta Zendejo, reconocida como joven exploradora de NatGeo.

¿Cómo detectar agresividad?

Carlos Javier Navarro Serment/Conabio

Por lo general, los osos negros evitan a las personas. En caso de que no lo hagan, hay que prestar atención a signos de agresividad:

▪️Chasquea los dientes.
▪️Saca los labios.
▪️Resopla.
▪️Golpea el suelo.
▪️Se para sobre sus patas traseras.
▪️Olfatea a las personas.
▪️Levanta las orejas.
▪️Emite ruidos.
▪️Se encorva.

Todas las anteriores son señales de comportamiento ofensivo, explica Zendejo, quien trabaja con ganaderos para minimizar conflictos por depredación de ganado.

Si los osos recurren a estos comportamientos, quiere decir que alguien está demasiado cerca, molestó o interrumpió a los animales e incluso que es visto como posible alimento.

Cuando se detectan esos signos, es recomendable adoptar una postura que haga parecer más grandes a las personas y hacer mucho ruido para ahuyentarlo. Mientras tanto hay que alejarse de forma calmada, pero de prisa sin llegar a correr.