El informe sostiene que el servicio penitenciario israelí tenía a finales de junio más de 9 mil 400 “detenidos por motivos de seguridad”, y algunos han estado retenidos en secreto sin acceso a abogados y sin que se respeten sus derechos legales.
Un resumen del reporte, realizado a partir de entrevistas con antiguos detenidos y otras fuentes, denuncia una cifra “asombrosa” de detenidos — entre los que hay hombres, mujeres, menores, periodistas y defensores de los derechos humanos — y apunta que estas prácticas despiertan preocupaciones sobre detenciones arbitrarias.
“Los testimonios recopilados por mi oficina y otras entidades indican una serie de actos atroces, como el ahogamiento simulado y la suelta de perros contra los detenidos, entre otros actos, en una flagrante violación del derecho internacional de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario”, dijo el alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, en un comunicado.
Las conclusiones del reporte, uno de los más extensos de este tipo, podrían ser utilizadas por los fiscales de la Corte Penal Internacional que investigan los delitos cometidos en relación con los ataques del 7 de octubre y sus consecuencias, incluyendo la vasta campaña militar israelí que continúa en Gaza.
En mayo, el fiscal jefe de la CPI solicitó órdenes de arresto contra dirigentes de Israel y Hamas, incluyendo el Primer Ministro israelí, Benjamin Netanyahu, por crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad en la Franja de Gaza y en Israel.
Los autores del reporte indicaron que compartieron su contenido con el Gobierno de Israel. Las autoridades israelíes no respondieron de inmediato a una petición de comentarios de The Associated Press.
Las autoridades penitenciarias israelíes habían dicho previamente a la AP que todos los reclusos palestinos son tratados de acuerdo con la ley israelí. Sin embargo, el Ministerio de Seguridad Nacional, el organismo encargado de los penales del país, afirma que, desde el inicio de la guerra, ha empeorado activamente las condiciones de los palestinos presos por motivos de seguridad y abarrota deliberadamente sus celdas como medida de disuasión.
El ministerio está dirigido por el ultranacionalista Ben Gvir, quien lleva tiempo reclamando castigos más estrictos, incluyendo la pena de muerte, para los palestinos retenidos por cargos de terrorismo.
El informe indica también que los detenidos procedían de Gaza, Israel y Cisjordania, y apunta que Israel no ha facilitado información sobre la suerte o el paradero de muchos de ellos, agregando que al Comité Internacional de la Cruz Roja se le ha negado el acceso a las instalaciones donde están recluidos.
“Los detenidos contaron que estaban retenidos en instalaciones parecidas a jaulas, desnudos durante largos periodos de tiempo y vestidos solo con pañales. Sus testimonios hablan de vendajes prolongados de los ojos, privación de alimentos, sueño y agua, y de ser objeto de descargas eléctricas y quemaduras de cigarrillos”, de acuerdo con un resumen del reporte.
“Algunos de los detenidos contaron que les soltaron perros en su contra, y otros dijeron que fueron sometidos a ahogamientos simulados, o que les ataron las manos a la espalda y los colgaron del techo”, agregó. “Algunas mujeres y hombres hablaron también de violencia sexual y de género”.
Según el informe, la Autoridad Palestina, que administra partes de la Cisjordania ocupada por Israel, también ha “continuado llevando a cabo detenciones arbitrarias y torturas u otros malos tratos en Cisjordania, principalmente para suprimir las críticas y la oposición política”.
El miércoles, una corte militar israelí prorrogó la detención de ocho de los nueve soldados arrestados por lo que, según un abogado defensor, fueron acusaciones de abusos sexuales a un palestino en Sde Teiman, una opaca instalación donde Israel ha retenido a prisioneros de Gaza durante la guerra. La detención de los soldados desencadenó airadas protestas de sus partidarios, que exigen su liberación.
La guerra en Gaza comenzó luego del sorpresivo ataque de Hamás sobre el sur de Israel el 7 de octubre, en el que murieron unas mil 200 personas y otras 250 más fueron tomadas como rehenes.
La campaña israelí ha arrasado vecindarios enteros en el sitiado enclave costero y ha obligado a alrededor del 80% de la población a huir de sus hogares. Más de 39 mil palestinos han muerto a causa de la ofensiva israelí, según el Ministerio de Salud gazatí, cuyo conteo no distingue entre víctimas civiles y combatientes.