Parque Nacional de Ivindo, en Gabón. Foto: Lee White

La humanidad está de fiesta porque cinco nuevos sitios naturales de África, Asia y Europa ahora son parte de la Lista del Patrimonio Mundial.

Gracias a su valor universal excepcional, estos lugares de la Tierra pueden presumir que no sólo albergan animales distinguidos como tigres y elefantes, sino que pertenecen al patrimonio común de los seres humanos.

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés) aprobó su incorporación durante la última reunión del Comité del Patrimonio Mundial, órgano rector del rubro, celebrada a finales de julio.

Corea del Sur 🇰🇷
"Getbol", planicies intermareales coreanas

Al este del Mar Amarillo, en Corea del Sur, se encuentra el “Getbol”, una planicie intermareal. Es una franja de tierra al lado del agua con sustrato de fango arenoso. Se ubica entre la parte de marea más baja y la zona de marea más alta. Está integrado por cuatro componentes de diferentes ecosistemas: estuario, bahía, archipiélago y mar semicerrado.

Viven en él 2 mil 150 especies de plantas y animales, entre ellas 22 amenazadas, y 118 clases de aves migratorias. Parte de su fauna representativa son el pulpo menor o pulpo común coreano, el cangrejo de fango japonés, el cangrejo violinista y la caracola de arena del Mar Amarillo.

Gabón 🇬🇦
Parque Nacional de Ivindo

Al norte de Gabón se encuentra el Parque Nacional de Ivindo, un sitio casi prístino de unas 300 mil hectáreas atravesadas por una red de ríos de aguas negras por su gran cantidad de materia orgánica. Sus rápidos y cascadas están bordeadas por un bosque tropical intacto, que contribuye a conservar la biodiversidad local.

Muchas de sus especies todavía no han sido descritas, pero algunas que sí han sido estudiadas, como el elefante africano de bosque, el gorila occidental de llanura, el cocodrilo de hocico fino y el loro gris, están en peligro de extinción.

Georgia 🇬🇪
Bosques pluviales y zonas húmedas de la Cólquida

Un corredor de 80 kilómetros a lo largo de la costa oriental del Mar Negro alberga distintos ecosistemas en la región de la Cólquida, en Georgia. Si bien cuenta con humedales y pantanos, es reconocida por sus bosques pluviales de hojas anchas, que son extremadamente húmedos, así que son hogar de una gran diversidad de flora y fauna.

Es hábitat de más de mil especies de plantas y casi 500 de animales vertebrados. Un pez llamado esturión de la Cólquida es el organismo que se encuentra en la situación más crítica en la zona, donde hacen escala aves migratorias.

Japón 🇯🇵
Isla de Amami-Oshima, isla de Tokushima, parte norte de la isla de Okinawa, e isla de Iriomote

Una cadena de cuatro islas al sudeste de Japón conforma este sitio de más de 42 mil hectáreas. Su cumbre más alta es el monte Yuwandake, que asciende a 694 metros sobre el nivel del mar en la isla Amami-Oshima. Al estar despoblado, cuenta con un alto porcentaje de especies endémicas.

Algunos animales que habitan en la región no tienen parentesco con otras especies vivas, como el conejo de Amami y la rata de pelo largo de Ryukyu. Ambos están en peligro de extinción, al igual que otras cinco especies de mamíferos, tres de aves y tres de anfibios del lugar.

Tailandia 🇹🇭
Complejo de los bosques de Kaeng Krachan

A lo largo de la sección de Tailandia de la cordillera de Tanesserim se sitúan los bosques de Kaeng Krachan. Los más dominantes son el húmedo perenne y el seco perenne. En ambos casos, sus vegetales mantienen sus hojas durante todas las estaciones, por eso se les conoce como “siempreverdes”.

Su follaje alberga a especies conocidas a nivel mundial como el tigre, el leopardo y el elefante asiático, así como a otras más familiares en Asia. Por ejemplo, el banteng, el perro salvaje asiático y la tortuga gigante asiática.

Fuentes: Ecología Verde, Humedales Chiloé y World Heritage Centre (WHC) de la Unesco.