En los atletas paralímpicos, una pieza clave para su participación son los dispositivos protésicos y las sillas de ruedas, así como el buen estado de los mismos. De las más de 20 disciplinas adaptadas, son varias las que precisan de aparatos con alta tecnología para permitir la práctica del deporte en los Juegos Olímpicos.

¿CÓMO DEBE SER UNA SILLA DE RUEDAS?

Los jugadores de basquetbol o rugby adaptado cuentan con sillas de ruedas específicas para poder practicarlo. Estas sillas son especiales porque deben estar preparadas para el contacto físico. La rueda trasera grande debe tener más inclinación que en una silla normal con el objetivo de poder girar y hacer las curvas estrechas y de manera rápida.
 
Por otro lado, las sillas de carrera para los 400, 800 metros o larga distancia, tienen sólo tres ruedas, dos traseras y una delantera de mayor tamaño con sólo un ajuste y una dirección para permitir hacer las curvas en la pista de tartán. 
“Aunque el equipamiento es importante, también es clave la disciplina y entrenamiento del atleta. En los últimos años, hemos visto una evolución en las marcas de los deportistas y esto se debe principalmente a la profesionalización del deporte paralímpico”
Thomas Pfleghar
Director Regional de Educación y Atención Médica

¿CÓMO DEBE SER UNA PRÓTESIS?

En cuanto a las prótesis, principalmente se usan en atletismo. Estos dispositivos, que pesan desde 540 gramos para pacientes amputados por debajo de la rodilla o hasta 1.7 kilogramos si la amputación es por arriba de la rodilla; tienen un encaje al muñón (socket) prácticamente idéntico al del día a día, con un poco más de protección en torno al muñón y más blando.
 
Estas prótesis tienen un blade (pie deportivo), que no simula un pie convencional, sino que se trata de una lámina de fibra de carbono con un diseño en forma de C para atrás. Esas láminas permiten hacer la impulsión hacia delante, es decir, no simulan el movimiento normal de una pierna, donde la pisada se da desde el talón hacia la punta del pie, sino que simulan una corrida donde se usan las puntas de los pies ya que pueden llegar a recibir una fuerza de 3 o 4 veces el peso corporal del atleta, es decir, en cada zancada, son más de 250 kilogramos encima de una lámina. 
“Algunos atletas pueden requerir más apoyo que otros, dependiendo del país del que procedan. Unos llegan a los Juegos con una, dos o incluso tres prótesis, ya que cuentan con un soporte financiero más sólido. En otros casos los paratletas, no tienen tantos recursos y, por lo tanto, para ellos tener el soporte y poder participar es una gran oportunidad. ”
Thomas Pfleghar
Director Regional de Educación y Atención Médica

TALLERES EN LA VILLA OLÍMPICA

El equipo encargado de darle mantenimiento a las prótesis y sillas de ruedas llega a la Villa diez días antes de que comiencen los Juegos para hacer el montaje del taller y a atender a los atletas previo al inicio.
 
En Río 2016 se realizaron aproximadamente 2 mil 400 reparaciones en tres semanas, lo que implicó cerca de 10 mil 400 horas de trabajo. En total son alrededor de 100 técnicos. 
 
Una vez que empiezan los Juegos, hay talleres satélites en algunos lugares estratégicos como en el estadio de atletismo, otro en el lugar donde se realizan las competiciones de básquetbol, rugby y tenis de mesa en sillas de ruedas; ya que, si por ejemplo, hay un problema con el neumático, se puede reparar de manera inmediata y continuar con el juego. 

INVERSIÓN ECONÓMICA

Cada país y Federación establece la inversión que considera para apoyar a sus atletas con recursos económicos o con equipamiento. El monto de inversión variará en función del número de deportistas admitidos y que hayan logrado clasificarse. No obstante, sí hay atletas que llegan a los Juegos con varios dispositivos protésicos, para que, en caso de rotura o daño, tengan el reemplazo. Otros, en cambio, sólo cuentan con una silla o prótesis y son los que más recurren a los equipamientos y servicios de reparación.