Una red de sobornos

En 2017, el narcotraficante hondureño Devis Leonel Rivera Maradiaga, considerado en algún momento el líder del cartel de “Los Cachiros”, aseguró que pagó miles de dólares al ex Presidente de Honduras Porfirio Lobo a cambio de asistencia para llevar a cabo operaciones de tráfico de drogas.

No era el único. Según Rivera, a cambio de sobornos el cártel era protegido por Fabio Lobo, hijo del ex Mandatario, y por políticos como Ramón ‘Moncho’ Lobo y Antonio Hernández, hermano del entonces Jefe de estado, Juan Orlando Hernández.

A finales de 2018, el hermano del ex Presidente fue detenido por autoridades de Miami, en Estados Unidos, por sus vínculos con el narcotráfico; casi un año después se le encontró culpable por cuatro cargos: tráfico de drogas, soborno, posesión ilegal de armas y declaraciones falsas a un funcionario estadounidense.

Algunos de los testimonios señalaron al jurado que ‘Tony’ Hernández recibió un millón de dólares del narcotraficante mexicano Joaquín “El Chapo” Guzmán para la campaña presidencial de su hermano en 2013, a cambio de protección para sus envíos.

En 2021, un juez federal de Nueva York dictó una sentencia de cadena perpetua en contra de Juan Antonio “Tony” Hernández.

'Por las narices de los gringos'

La Administración de Control de Drogas de EU (DEA, en inglés) reveló en 2019 que investigó al ex Presidente de Honduras por tráfico de drogas.

La averiguación que comenzó la agencia buscaba evidencia “sobre actividades de gran escala de tráfico de drogas y lavado de dinero relacionadas con la importación de cocaína a Estados Unidos”.

Ante estos señalamientos, funcionarios hondureños indicaron que líderes del narcotráfico molestos por haber sido perseguidos y extraditados por Hernández lo acusaron falsamente a él y sus colaboradores en 2015 frente al Gobierno estadounidense.

Sin embargo, meses después, fiscales federales de EU calificaron a Honduras como un narcoestado debido a que Orlando y sus predecesores habían recibido aportaciones de campaña de traficantes de cocaína a cambio de protección.

Hernández fue señalado como un co-conspirador que trabajó con su hermano y el ex Presidente Porfirio Lobo para aprovechar al narcotráfico a fin de consolidar el poder y el control en el país.

Más tarde, el ex traficante hondureño Víctor Hugo Díaz Morales, alias “El Rojo”, testificó en el juicio contra el hermano de Hernández, en donde reveló que pagó 100 mil dólares en 2009 para financiar las campañas electorales del entonces candidato a Presidente de Honduras Porfirio Lobo y la reelección al Congreso de Hernández.

Fiscales estadounidenses dijeron que Hernández se reunió con un narcotraficante hondureño aproximadamente en 2013 y le expresó interés en tener acceso a su laboratorio de cocaína debido a la proximidad de éste a un puerto comercial.

Según los fiscales del distrito sur de Nueva York, Hernández, quien en 2013 era congresista, también accedió a darle personal armado militar para que Geovanny Daniel Fuentes Ramírez, pudiera llevar a cabo su tráfico de drogas.

Señalaron que un contador presenció reuniones entre el ex Presidente de Honduras y un narcotraficante en las que se planeaba tráfico de cocaína a Estados Unidos, en donde expresó “meteremos las drogas por las narices de los gringos”.

La carrera de Orlando

  • Desde 1998 se mantuvo como diputado y durante el Gobierno de Porfirio Lobo (2010-2014) ocupó la presidencia del Congreso.
  • Hernández se convirtió en 2014 en el Presidente más joven de Honduras.
  • Durante su mandato extraditó a más de una veintena de traficantes a Estados Unidos, al tiempo que provocó la entrega voluntaria de otra decena.
  • También lo acusan de haber eludido la prohibición constitucional de un segundo mandato, ampliando su control sobre los poderes del Estado.