No había manejado el Taycan de Porsche, pero después de hacerlo y, al momento de escribir esta nota, lo hago con nostalgia, entusiasmo y confusión. Lo que sí me queda claro es que Porsche en algunos años ya no será lo que es hoy.

El lugar donde lo manejé fue Florida, en una ruta que partió de Miami hacia Key Largo. Y además de la versión inicial del Taycan, probé también el Carrera 4S Cabriolet.

Conocida simplemente como Taycan, ésta versión se une a la 4S (que aún no está disponible en México), Turbo y Turbo S. Ésta es la opción más económica, con un precio inicial en México de 2 millones de pesos. Sí, mucho dinero; sí, los vale completamente.

Dentro de esta versión hay dos opciones. En cualquier otra marca sería una básica y una performance pero, dado que Porsche sabe lo que tiene, les llaman Performance y Performance Plus. La versión con el plus tiene una batería más grande y aumenta la potencia a 476 caballos, mientras que la versión con solo ‘performance’ tiene menos autonomía y 406 caballos.

Da igual; en ambos casos la aceleración de 0 a 100 kilómetros por hora es en 5.4 segundos. Una eternidad si lo comparamos con el Turbo S (2.8 segundos), pero sigue siendo un bólido para cualquier estándar de sedán tradicional y completamente digno de llevar el emblema de Porsche en el cofre.

Como es costumbre de Porsche, todo se puede personalizar. Los 2 millones sólo es el boleto para la fiesta; las bebidas van aparte. Pero aún la versión más austera tiene lo necesario para emocionar, quizá lo único que yo consideraría indispensable en un auto de este nivel es el radar frontal que se vende como control de velocidad de crucero adaptativo.

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Ahora sí la parte de nostalgia. Prenderlo es una experiencia completamente diferente aunque las acciones son tremendamente parecidas. En lugar de la girar una llave o una manivela solo es necesario apretar un botón. Como en cualquier otro Porsche, el botón está del izquierdo y la experiencia de encenderlo con un botón resultará extraña especialmente para los fanáticos de la marca.

Al presionarlo se enciende sin emitir un solo sonido. Con los vehículos a gasolina de la marca, independientemente de cuál modelo e incluso en los cuatro cilindros, tienes que pensar dos veces antes de girar el interruptor de encendido. Y creo que más la primera vez que lo enciendes en la mañana. Esos motores despiertan rápido y enojados. Rugen como si fueran leones que despertaron de un susto; marcan su territorio con el sonido del escape. En el Taycan… nada.

En la carretera era lo mismo; el primer tramo me tocó manejar este eléctrico. Largos tramos de recta donde se escuchaba el rugido del V8 del coche insignia, una Cayenne GTS, en tramos donde podíamos acelerar. Era el despertador para pisarle al Taycan, que se levantaba sin pensarlo y de golpe la seguía. El 911 frecuentemente se quedaba atrás. No tenía la misma advertencia y se daba cuenta hasta que veía alejarse a los dos modelos, me di cuenta de esto cuando me tocó ir en él.

Así que en el interior obviamente el sonido tampoco está. Pero si quieres que esté por 10 mil pesos puedes adquirir el Porsche Electric Sport Sound, que: mejora el sonido propio del vehículo; la verdad sí cambia la sensación y podría valer la pena para quitar la monotonía del zumbido eléctrico.

A velocidades civilizadas y un poco menos civilizadas, tiene todo lo necesario para gustar a entusiastas, pues dinámicamente tiene toda la deportividad, precisión y emoción que esperas de la marca. Además, la aceleración inicial que sientes al poner el pie en el acelerador es una experiencia completamente nueva, sin importar que hayas manejado antes otros eléctricos.

Después del Taycan me tocó manejar el 911; un Carrera 4S Cabriolet en donde la aceleración no sólo se siente en el estómago sino también en el tímpano por el ruido del motor. Al estar al volante de él no puedo evitar pensar en la transformación que esta sufriendo Porsche, que en 2020 vendió más de 20 mil unidades de Taycan, su primer eléctrico, casi igualando las cifras de ventas de icónicos modelos como el 718.

Aunque la marca ha dejado en claro varias veces que modelos como su 911 no serán electrificados en el futuro cercano, la tendencia de toda la industria va hacia allá. Sé que está mal, pero creo que extrañaré el ruido de los motores Porsche y el olor a hidrocarburos, aunque luego pienso en la respuesta inmediata al acelerador del Taycan (incluso en esta versión inicial) y se me pasa.

En un vistazo:

Porsche Taycan

  • Motor: eléctrico en el eje trasero
  • Autonomía: 489 km
  • Potencia: 476 hp
  • 0-100: 5.4