EL FIN DE EUROPA

Las tropas rusas tomaron el viernes la planta de energía nuclear más grande de Europa, Zaporizhzhia, en la ciudad suroriental de Enerhodar.
Después de un ataque en medio de la noche que la incendió, se despertó brevemente el temor mundial de una catástrofe que podría eclipsar el peor desastre nuclear del mundo, el de Chernobyl en 1986, en el giro más escalofriante hasta ahora en la invasión de Rusia a Ucrania.
Los bomberos apagaron el incendio y no se liberó radiación, según funcionarios de la ONU.
El Presidente Volodymyr Zelensky dijo que temía una explosión que sería “el fin para todos. El fin de Europa. La evacuación de Europa”.
Pero los funcionarios nucleares de Suecia a China dijeron que no se habían reportado picos de radiación.
Autoridades dijeron que las tropas rusas habían tomado el control del sitio en general, pero que el personal de la planta continuaba manejándolo. Solo un reactor estaba operando, al 60 por ciento de su capacidad después del ataque.
En Estados Unidos, el portavoz del Pentágono, John Kirby, dijo que el episodio “subraya la imprudencia con la que los rusos han perpetrado esta invasión no provocada”.

UCRANIA, UN POLVORÍN NUCLEAR

Ucrania depende en gran medida de la energía nuclear: sus 15 reactores en funcionamiento, ubicados en cuatro centrales eléctricas, proporcionan aproximadamente la mitad de la electricidad del país.

Recibe la mayor parte de sus servicios nucleares y combustible nuclear de Rusia, pero está reduciendo esta dependencia comprando combustible a Westinghouse, una empresa estadounidense. 

Ucrania tiene 15 reactores nucleares operativos, repartidos por todo el país. Seis de ellos están en Zaporizhzhia. Otros están ubicados en el sur, entre Kyiv y Odessa, y en el noroeste del país.

Después de la desintegración de la Unión Soviética, Ucrania negoció la repatriación de misiles y ojivas nucleares a Rusia a cambio de suministros de combustible nuclear. Luego, Ucrania se unió al Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) como un estado sin armas nucleares. Su acuerdo de salvaguardias bajo el TNP entró en vigor en 1998, y en 2005 se ratificó el Protocolo Adicional a este acuerdo.

MUESTRAN PREOCUPACIÓN

En una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU, el Embajador de Ucrania ante la ONU, Sergiy Kyslytsya, dijo que el incendio se produjo como resultado del bombardeo ruso de la planta y acusó a Moscú de cometer “un acto de terrorismo nuclear”.
La crisis se desarrolló después de que el director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, expresara su grave preocupación de que los enfrentamientos pudieran causar daños accidentales a los 15 reactores nucleares de Ucrania en cuatro plantas en todo el país.
Expertos en seguridad atómica dijeron que una guerra librada en medio de reactores nucleares representa una situación sin precedentes y altamente peligrosa.
“Estas plantas se encuentran ahora en una situación que pocas personas contemplaron seriamente cuando se construyeron originalmente”, dijo Edwin Lyman, de la Unión de Científicos Preocupados en Washington. “Ninguna planta nuclear ha sido diseñada para resistir una amenaza potencial de un ataque militar a gran escala”.
El doctor Alex Rosen, de Médicos Internacionales para la Prevención de la Guerra Nuclear, señaló que el incidente probablemente fue el resultado de unidades militares que sobreestimaron la precisión de sus armas, dado que los vientos predominantes habrían llevado cualquier lluvia radiactiva directamente hacia Rusia.

CONTROL DE CHERNOBYL

Cuando Rusia invadió Ucrania, la guerra en la planta nuclear de Chernobyl, donde aún se filtra radioactividad del peor desastre nuclear de la historia hace 36 años, fue calificada por Zelensky como una declaración de guerra a toda Europa y acusó a Moscú de recurrir al “terror nuclear”. 

Las fuerzas rusas tomaron el control del sitio después de una feroz batalla con la guardia nacional ucraniana que protegía la planta fuera de servicio.

Inspectores estatales de regulación nuclear indicaron que los niveles de radiación habían aumentado en la “zona de exclusión”.

  • El reactor No. 4 de la planta de energía explotó y se incendió el 26 de abril de 1986, destrozando el edificio y arrojando material radiactivo hacia el cielo.
  • Autoridades soviéticas empeoraron aún más la catástrofe al no decirle al público lo que había sucedido, lo que enfureció a los gobiernos europeos y al pueblo soviético. 
  • Dos millones de residentes de Kiev no fueron informados a pesar del peligro de lluvia radiactiva, y el mundo se enteró del desastre solo después de que se detectó una mayor radiación en Suecia.
  • El edificio que contenía el reactor que explotó fue cubierto en 2017 por un enorme refugio destinado a contener la radiación que aún se escapa del accidente. 
  • Se espera que tome hasta 2064 terminar de desmantelar los reactores.