Alfredo Manzur

Para Alfredo Manzur, lo que inició como una simple dinámica durante un viaje a Ámsterdam, tomó forma del libro “Poemas que no te Mandé”, en el cual recopiló cerca de 130 escritos que plasmó en servilletas de 60 países.

“La primera de éstas surgió cuando tenía 22 años, después de visitar el Museo de Van Gogh; estaba en un bar reflexionando  acerca de cómo él pintor pudo hacer 150 obras y vender sólo una a su hermano, y que hasta que se publica el intercambio de cartas entre ellos, se ve lo increíble del poder de las letras”, contó el autor Alfredo Manzur.

“Mientras hacía ese pequeño ejercicio, noté que había escrito como en 40 papeles y, sin darme cuenta, tenía a 50 personas alrededor intercambiando poesía; después de eso, empecé a dejar las notas en los cafés, hasta que un día alguien me dijo que se identificó con lo que leyó, porque era lo que quería expresar, sin saber cómo”.

Carolina Manzur, Carolina Sánchez y Daniela Manzur

Tiene seis años haciendo esto y, ahora, leer sus poemas me llama la atención, pues nunca pensé que tuviera esa sensibilidad”.

Ana Paula Valera, Felipe Urbina y Roberto Escalante
Pilar Braña y Luis Braña

El título surgió gracias a que muchos de estos textos no llegaron a manos de sus seres queridos, como su papá o gente que ya no está, y que hoy en día le provocan un sinfín de sentimientos.


“Es recordar una herida que, si bien ya cerró, provoca sensaciones de nuevo; es bonito conectar de esa forma, porque también se crean vínculos con otras personas que quizá no sabían cómo expresarse, pero que, gracias a esto, cerraron un ciclo”, añadió Alfredo Manzur, quien es ingeniero de profesión.

Marco López, Luis González, Carlos Marina, Rodrigo Cárdenas y Eduardo Soberón
Marco López, Patricia Cuesta, Miguel Torres y Arturo Alcocer

Durante la presentación de libro de Alfredo Manzur, a la que asistieron sus familiares y amigos, el anfitrión leyó algunas líneas, mismas que acompañó con sugerencias musicales, para un experiencia más completa.


“Su trabajo es algo nuevo en el mundo la literatura, porque lo lleva a un lugar diferente; me encanta lo que hace, es algo espontáneo y espero que quien lo lea se abra para un ser más humano y expresivo”, compartió la financiera Patricia Cuesta.