¿Cuáles son los límites?

La Norma Oficial Mexicana 081-1994 divide el límite de decibeles en horarios nocturnos y diurnos, así como en zonas residenciales e industriales.

Zonas residenciales
  • De 6:00 a 22:00 horas – 55 decibeles
  • De 22:00 a 6:00 horas – 50 decibeles
Zonas industriales
  • De 6:00 a 22:00 horas – 68 decibeles
  • De 22:00 a 6:00 horas – 65 decibeles
Eventos masivos
  • 100 decibeles

Protección en industrias

¿Eres patrón en una fábrica o en la industria de la construcción? Es tu obligación dotar a los trabajadores con protectores para el oído si deben someterse a altos decibeles.

Chequeos periódicos

Para empleos dentro de espacios laborales donde se emiten ruidos por encima de 68 decibeles, es necesario llevar a cabo evaluaciones periódicas en la audición de los trabajadores.

Cultura de salud auditiva

La cultura de la salud auditiva implica someterse a estudios audiométricos de manera regular si se cuenta con alguno de los siguientes factores de riesgo:

  • Antecedentes familiares de sordera.
  • Problemas infecciosos recientes en oído o vías respiratorias.
  • Haber sufrido traumas craneoencefálicos.
  • Desarrollarse en entornos con alta contaminación acústica como el manejo de armas, quema o producción de pirotecnia, o trabajo en la industria de la construcción.
  • Estar expuestos a sustancias tóxicas, como drogas o haber recibido quimioterapias.

Moderación en casa

¿Tu hogar se pone de locos? ¿Todos prenden la televisión al mismo tiempo y a todo volumen? Hay que comenzar a controlar el uso de aparatos electrónicos. Si no es posible, úsalos a un volumen moderado… el suficiente para que tú lo escuches.

Audífonos, 2 horas

“Equivale como cuando tú vas a un gimnasio y estás con una pesa, después de 50 mil repeticiones el músculo, aunque sea una pesa liviana, se va a cansar, va a empezar a temblar. El oído es igual después de una exposición prolongada arriba de 2 horas”.

Verdadero control

Las leyes y reglamentos antirruido deben aplicarse con eficiencia. Hay reportes las 24 horas del día pero, los pocos que se atienden, resultan con términos insatisfactorios para el quejoso que padece al ruidoso.

Información y edición: Maggie Urzúa
Fotografías: Archivo Grupo REFORMA