“Estoy muy orgullosa de mi chiquita, es muy tierna y obediente, más tranquila que Salo, quién también es un amor, pero es más travieso, quizá es por la edad”, compartió la fashionista, “deseo que mi hija crezca feliz y con los valores que le estamos inculcando”.
Vestida de rojo, la protagonista de la tarde disfrutó de una tarde de juegos inflables, alberca y, por supuesto, pastel,
mientras los invitados la llenaron de apapachos y de los mejores deseos, cuidando la sana distancia.