El primer acto del Rey en Buckingham fue reunirse con la nueva Primera Ministra Liz Truss, nombrada el martes en reemplazo de Boris Johnson, para quien fue también una primicia ya que no tuvo tiempo de celebrar con Isabel II ninguna de las habituales audiencias periódicas entre los jefes de Estado y de Gobierno.
Isabel II era “una de las mayores líderes que el mundo haya conocido”, aseveró Truss horas antes durante un homenaje en el Parlamento.
Más tarde, la jefa de Gobierno leyó un pasaje de la Biblia en un oficio religioso celebrado en honor de la reina en la catedral de San Pablo: “Ninguno de nosotros vive para sí mismo, y ninguno muere para sí mismo, porque si vivimos, vivimos para el Señor, y si morimos, morimos para el Señor”.