ECUADOR

Con neumáticos encendidos, alambres de púas, piedras y enormes troncos bloqueando rutas dentro y fuera de ciudades, indígenas de Ecuador entran a su segunda semana de protestas por los costos del combustible.

Las manifestaciones, a las que se han sumado estudiantes y trabajadores, denuncian el “alto costo de la vida” en la dolarizada economía ecuatoriana, que intenta recuperarse de los efectos de la pandemia de Covid-19 en medio de la tendencia al alza de precios alrededor del mundo.

Los indígenas, que representan más de un millón de los 17.7 millones de habitantes de Ecuador, reclaman una rebaja a la gasolina de hasta 2 dólares.

Ante los reclamos de la población, el Presidente Guillermo Lasso movilizó a soldados y decretó estado de excepción en tres provincias para contener las movilizaciones del paro nacional convocado. Sin embargo, aún con estas medidas, los manifestantes continúan en huelga.

ARGENTINA

En distintos meses del año, miles de manifestantes marchan en el centro de Buenos Aires y otros puntos de Argentina para reclamar al Gobierno acciones urgentes ante la inflación en el país. 

Organizadores del llamado “Verdulazo y Panazo” han denunciado la “especulación” del sector agrícola argentino y de empresas alimenticias, y exigieron que retrotraigan sus precios mayoristas a los valores de diciembre de 2021.

BÉLGICA

Miles de personas se movilizaron en Bruselas este lunes por la pérdida del poder adquisitivo ante los elevados costos.

Este lunes, en el aeropuerto de esa ciudad, la más grande de Bélgica, se cancelaron todos los vuelos previstos con partida desde allí, a raíz de la huelga de los guardias de seguridad que demandan mejoras salariales en un contexto de elevada inflación.

La administración del aeropuerto informó que en total resultaron cancelados 232 vuelos, en una medida que afectó a unos 30 mil pasajeros.

Según medios locales, alrededor de 80 mil personas de distintos sindicatos FGTB, CSC y CGSLB se movilizaron masivamente.

INGLATERRA

Miles de personas marcharon el sábado por el centro de Londres para protestar contra la inflación en Gran Bretaña.

La multitud exigió al Gobierno que haga más por ayudar a las personas debido a que sus recibos y otras cuentas aumentan exponencialmente más que sus salarios.

Los manifestantes abuchearon cuando pasaron por el número 10 de Downing Street, la residencia del Primer Ministro británico, Boris Johnson, quien ha sido criticado por su lentitud al responder a la crisis del costo de la vida.

La inflación en Gran Bretaña y en toda Europa se ha disparado, debido a que la invasión rusa de Ucrania ha reducido el suministro de energéticos y alimentos básicos, como el trigo. 

Los precios ya estaban subiendo antes de la guerra, ya que la recuperación económica mundial tras la pandemia del Covid-19 se tradujo en una fuerte demanda de los consumidores.