1. La urbanización ha crecido sin orden: aumentado el escurrimiento.

2. Los cauces de los arroyos han sido invadidos por lo que ha disminuido su capacidad de conducción aumentando la acumulación de agua y velocidad.

3. Esta acumulación de agua se concentra en el punto 2, originando un “embudo” que socava el suelo provocando un gran agujero en longitud y profundidad.